El collar de luna que cambio mi vida

Una nueva vida para escapar

La Gran Natsuki había huido, era la primera vez que podía seguir su instinto y hacer lo que quisiera.
La bruja de su madre ya no estaba cerca, las separaban décadas y no estaba muy segura, pero posiblemente tampoco estaría allí su Lord.

Salió del pozo con dificultad, estaba cansada por el anterior esfuerzo antes de dejar a Kagome atrapada en la otra época. Ella estaría en la actualidad aprendiendo de la nueva vida, pero con el riesgo de convertirse en humana si no lograba romper su relación con el pasado.

Pese que había roto el pozo, la relación era aún más profunda.

Después de un par de minutos salió del pozo, sus manos y rodillas estaban llenas de rasguños al igual que su ropa.
Era una situación humillante, si hubiera estado en la otra época habría volado sin mancharse.

Natsuki -camino en dirección a la casa, tenia la cabeza agachada y un par de lágrimas que salían de sus ojos. No quería ser humillada por Sota, le había gritado-; ¡Soy la Gran Natsuki!, ¡Soy fuerte y grande! -trato de creer sus propias palabras, pero estaba débil por la separación del collar. Ese cuerpo no duraría mucho- Por ahora debería ir a casa con "mamá".

Después de un par de minutos llegó a la casa, al parecer no había nadie. Entró cual intrusa, el gato le maullaba avisando a lo cual ella le gruñó.
Se apresuró en ir a la diminuta habitación de Kagome, entro al baño y le costó entender los aparatos que allí había.

...

..

Natsuki -tocaba una de las llaves del agua, le había llamado la atención y se divertía viendo su reflejo distorsionado en el metal-; ¡Esto esta frío y me humilla! -hizo presión para girar la llave, el agua cayó sobre ella y salto del miedo. Ahora estaba empapada, con frío y ya no era divertido- Mis sirvientes preparan mi baño, esta cosa únicamente me moja.

Natsuki aprovecho la situación, al agua fría le dio uso y se baño.
Salió sin ropa a la recamara, buscó en el closet hasta encontrar una toalla y usarla, uso ropa limpia aunque le quedaba grande.

Se recostó en la cama algo cansada, tenia hambre.

Esa casa era muy pequeña, tal vez del tamaño de uno de sus cuartos del palacio en el que había vivido toda su vida. Le comenzó a disgustar el cuarto, para empezar, comenzó a pensar que el estar allí era algo raro.

¿No era más fácil arreglar su vida en la otra época?

-No.

Su madre podría enterarse, en todo caso le había dejado toda la carga a Kagome y lidiaria con los dos youkais...