Prólogo

2.2K 94 3
                                    


Las pocas luces que alumbraban el parque, era lo único que hacía que Elizabeth aún pudiera conservar la calma. Llevaba al menos dos horas perdida y para una niña de diez años, era todo un reto.

Elizabeth era del clan de las diosas, pero siempre había sido muy débil.
Sus piernitas temblaban por el frío de la noche. Caminaba viendo a todos lados, esperando encontrar a sus padres, o al menos a alguno de sus guardaespaldas que se suponía debían cuidarla. Se regañaba mentalmente, por a ver decidió traer este vestido, que la cubría muy poco, por la tela tan delgada que este tenía. Sus mejillas estaban rojas y aún pejagosas por las lágrimas que hace unos minutos resbalaron por ahí.

Su miedo crecía, el parque estaba solo. No había ni una sola alma. Temía alejarse y perderse todavía mas, pero la esperanza de que vinieran a rescatarla se iba perdiendo.

Pero entonces vio una figura, no era la de un adulto, era la de un niño. De la estatura de ella, pero quizá tenía su edad. Su cabello era rubio, podía notarlo aún con la poca luz. Vestía un abrigo color cafe, con una bufanda roja. Sus manos las tenía en sus bolsillos.

Quizá, si le pido ayuda... Pensó la pequeña.

Pero de la nada, perdió al chico de vista. Su miedo aumentó y Elizabeth corrió para encontrarlo.

---- ¿Hola? ---- Grito la pequeña. Corrió lo más rápido que sus cortitas piernas le permitían. Ella siempre había odiado usar sus alas, pues no le gustaba que le llamaran fenómeno.
Sin dudarlo Atravesó la calle.

Su primer error...

Un carro que no respeto el alto, sigio avanzando. La pequeña Elizabeth se quedó paralizada. No podía moverse. Queria salir corriendo. Pero sus piernitas no respondían. ¿Este era su fin? ¿Moriría así? En sus diez años, nunca pudo tener una conversación agradable con sus padres ¿Y moriría sin saber que era el cariño de una madre? ¿Sin haber podido dormir con su madre, mientras la abrazaba? Cerro sus ojos, esperando el fin.

Pero no fue asi. Fue quitada bruscamente. Alguien la había jalado, o quizá se había aventado para quitarla. No lo sabía. Pero sentía un peso encima de ella. Su cabeza le dolía. Abrió despacio sus ojos. Encontrando al rubio encima de ella. Respirando pesadamente. De un momento a otro el la sujeto de las manos.

----¿ESTAS LOCA?---- Grito el rubio ---- ¡PUDISTE MORIR!--

Sin poder evitarlo las lágrimas de Elizabeth calleron. El rubio la miro, parecía arrepentido de haberle gritado cuando se iba a disculpar, fue abrazo por la niña Albina.

----- Solo buscaba ayuda--- dijo Elizabeth aún llorando.--- Solo buscaba ayuda---

El rubio sin saber que hacer solo la abrazo. No sabía por qué lo hacía, solo lo hizo.

Elizabeth lloraba desconsoladamente. Parecía que en cualquier momento se iba a secar.

Los minutos pasaron, y con eso Elizabeth se calmo. Poco a poco soltó al rubio. Lo miro aún con los ojos rojos y húmedos. Y sin mas, sonrió. No fue la típica sonrisa que mostraba. La cual sus padres la obligaban a hacer cada vez que salían. Está era sincera.

---- Gra-a-cia-as-- Tartamudeo. Paso sus manos en su cara, y puso sus dedos pulgares y presionó su nariz. Y los otros dedos limpiaban sus ojos.

---- ¿Que haces aquí a esta hora?---- Pregunto el Rubio.---- Es muy tarde.

---- Me perdí.--- Respondió la albina--- Estaba con Gilthonder, mi guardaespaldas y Griamor otro guardaespaldas. Pero me aleje de ellos y acabe en este parque.--- Dijo la pequeña mirando a todos lados. Sus ojos se empezaron nuevamente a llenar de lágrimas. Sentía miedo. Preocupación. Sentimientos que una niña de su edad no debería pasar.

El rubio la abrazo nuevamente---- Todo está bien, tranquila--- Dijo sobando su cabeza, cómo si de un perrito se tratase.--- Te llevaré a mi casa y mi mamá encontrará la solución ¿si? Te ayudaremos a encontrar a tu familia. --- Dijo el rubio dándole animos a la pequeña.

---- ¿Cuál es tu nombre?--- Pregunto la albina.

---- Cierto, que descuidado soy--- Dijo el niño, y se puso de pie y ayudo a la pequeña, hizo una reverencia y como si un principe fuese tomo la mano de la niña y dijo---- Soy Meliodas. ¿Y usted bella damita?--- Pregunto Meliodas.

La pequeña Elizabeth sonrió, inclinó un poco sus rodillas. Cómo suelen las princesas hacer.---- Soy Elizabeth, joven Meliodas.

Los pequeños niños sonrieron y comenzaron a caminar en dirección a la casa de Meliodas. Preguntándose diferente tipos de cosas. Y en todo el camino solo hubieron sonrisas de parte de ambos.

***

Habían pasado dos semanas desde que Elizabeth se había perdido en aquel parque desolado, y había Sido rescatada por Meliodas. En esos días se habían visto seguido. Meliodas iba en otro colegió, por lo tanto solo se podían ver en la tarde. Se veían en ese parque. Elizabeth había memorizado el camino, pero siempre iba acompañada por sus guardaespaldas. Puesto que recibió un gran regaño por parte de su abuela, el día que se perdió.

Elizabeth no era tonta. Sabía perfectamente que sus padres no habian notado que ella no estaba. La única que lo había hecho, era su abuela, la única que le ponía atención.

La amistad entre Meliodas y Elizabeth se había vuelto muy grande. Se habían contado de que clan eran y Tenían muchas cosas en común, se peleaban seguido,pero no llegaban a los golpes. Solo se molestaban entre ellos, con insultos inocentes.

---- Entonces...--- Dijo la albina --- Cuando salgamos de la primaria... ¿Estaremos en la misma secundaria?--- Pregunto Ilusionada la niña. La madre de Meliodas no se podían dar el lujo de pagar una escuela tan cara como en la que asistía Elizabeth y Meliodas lo sabía, pero aún asi, el solo asintió. Y sonrió de manera sincera y sus ojos demostraban determinación.

---- Claro Elizabeth. Seremos amigos, y estaremos juntos--- Hizo una pausa, puesto que decir eso, hacía sonrojar al niño--- En las buenas y en las malas. Por qué después de todo, no quiero separarme de ti. Es una promesa----

Elizabeth sonrió. Y sin pedir permiso. Abrazo al Rubio este solo se sonrojó, pero respondió el abrazo.

/\/\¡¢h£||£

ESPERO Y LES GUSTE.

¡No olviden votar!

¡Gracias!

Nuestra Historia ( Melizabeth) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora