capitulo 19

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La ultima vez que hable con mi tia fue hace ya basatante tiempo. Realmente no recordaba mucho de ella y tampoco eramos completamente cercanas. Habia insistido en que me fuera a vivir con ella. Que mi vida estaria mejor. Estaria mas cerca de mis hermanas, sobrinos, primos etc.

Pero realmente no podia.
Mi abuela era mi prioridad. No podia simplemente abandonarla.

Llegué a pensar que mi decisión era la que causaría la destrucción en los pocos lazos que tenía con mi tía y mis hermanas.

Pero justo ahora las tres me sonreían. Verónica llevaba a su hijo en brazos. Margaret sonreía de manera cálida y mi tía solo me miraba con compresión.

-Lo siento. -repeti por quinta vez.

Mi tía negó y tomo mis manos con delicadeza.- Todas sabemos que tu abuela es importante para ti. Pero... Nosotras deberíamos perdir tu perdón.

- Te dejamos sola.- Habló Margaret- Lo sentimos mucho.

Negué.- Yo... Jamás me expresé adecuadamente. Siempre actúe, todo esto es... Mi culpa.

-Elizabeth, nada de esto es tu culpa. Nada.- Verónica sonrió.- Y aunque sea tarde... Déjanos entrar en tu vida.

Asentí varias veces y me lanze a los brazos de mis hermanas.

Había deseado esto.

Muchas veces rogué por qué esto sucediera. Y justo ahora, podía sentir lo cálido que era sentir a mis hermanas. La manera en que Margaret tocaba mis cabellos y me decía que todo estaría bien.

Verónica entrelazó nuestras manos mientras pedía perdón.

Y me permití llorar.

Cuando por fin me calme, les conté todo lo sucedido. De cómo conocí a Meliodas, como se fue, como lo volví a encontrar y como me enteré de todo lo que hizo mi padre.

Explique los sentimientos que tuve durante todos estos años.
Mi tía y mis hermanas lloraron conmigo.

Y nos perdonamos.

Para muchas personas esto no era importante. Pero para mí, era un gran logro. Era dar diez pasos más. Sentí como el gran peso de encima se iba.

- En la mañana le envíe a papá la ubicación de un restaurante.- Declaré.

- ¿No es peligroso que vallas sola? - Pregunto Verónica con cierta preocupación.

- Yo avise a mis amigos dónde iba a estar.- Sonreí.- Además debo enfrentar esto... No puedo simplemente pretender que no está pasando nada. Debo comportarme como alguien madura. Al menos en esta ocasión, debo ser fuerte.

Margaret sonrió.— Elizabeth, eres increíble.

***

Autora POV

Elizabeth llevo su taza nuevamente a su labios. Una sonrisa se formo en su rostro al sentir el líquido caliente en su boca.

Nada mejor que el café.

Su padre siempre le enseño que el café era una característica que mostraba elegancia. Ella recuerda que en sus primeros años tomando café, solía siempre evitarlo.

Y de hecho ahora era una de las cosas que Elizabeth más amaba. 

— Elizabeth, Buenas Tardes.— Al escuchar su voz, una pequeña corriente paso por todo su cuerpo. Quizá era nervios.

— Padre, buenas tardes.— Contesto con cierta seriedad.

— Veo que has ordenado por ambos.— Bartra no tardó en se tarde frente a su hija. Su espalda estaba recta y su posición era increíblemente fina. Llevo su taza a los labios y tomo con cuidado. Una vez termino, la colocó suavemente en la mesa.— ¿De que querías hablar Elizabeth?

— Padre, durante todo este tiempo... Siempre he sido la hija perfecta. Jamás te he fallado. Nunca he incumplido reglas. Nunca le he faltado al respeto a ninguna persona que se halla comportado bien conmigo. Mis valores, han sido inculcados por mi familia. Y aprecio eso.

>> Pero justo ahora, la Elizabeth Liones, la chica perfecta, desea cambiar. Quiero mi propia vida. Ser quien soy realmente. Durante toda mi vida mi forma de comportarme siempre ha sido por tus manipulaciones, desde que soy pequeña siempre he sonreído falsamente. Mi abuela, ella fue quien siempre me entendió y con la que me manipulaste.

>> Pero, ya no más. Si tú no respetas mi decisión, yo en un futuro dejaré de llamarme Elizabeth Liones.

Elizabeth en todo momento sonó sería. Su mirada mostraba seguridad ante sus palabras, mostraba que no iba a caer como antes. Que aunque ella no tuviera el apoyo de sus padres seguiría. Continuaría incluso si la tiran Miles de veces.

Bartra suspiro.— ¿Cómo están tus hermanas?

Elizabeth se sorprendió por el cambio de conversación pero aún así respondió.— Verónica y su hijo parecen felices. Margaret sigue tan bella como siempre. El hijo de Verónica, es bastante guapo. Seguro, será un gran Liones.

Bartra asintió, miro su reloj y nuevamente alzó su vista. Se encontró con los ojos de Elizabeth. Y sonrió. — Elizabeth, siempre serás una Liones. Se que mi comportamiento jamás ha sido adecuado. Y lo lamento. Pero, aunque esto no es para que me perdones solo quiero decirte que siempre pensé que lo que hacía era correcto.

>>Mi padre desde pequeño me enseñó que para ser alguien en esta vida debía ser frío, debía ser lo opuesto a lo que es la alegría. Pero, yo sufrí mucho por eso y ahora te hize sufrir a tí... Lo siento elizabeth.

Elizabeth sonrió.— También lo siento. Y padre, yo... Te perdonó, y quiero... Que jamás olvides que te quiero...

Elizabeth se levantó de su lugar y con una sonrisa en sus labios abrazo a su padre.

Llevaba mucho tiempo sin darle un abrazo, un abrazo de verdad. No solo para publicarlo en la revista de la perfecta familia Liones, este fue sincero y lleno de alegría.

Y no solo alegría, lleno de sentimientos de dolor, aquellos que tristemente fueron provocados por ambos.

Aunque... Aún le faltaba hablar con alguien, su madre.






OMG, me emocioné.
Lamento la tardanza. Espero y les guste y recuerden ¡votar! ¡Me ayuda mucho!

:3

Pronto, muy cerca del final ahhh :)

Nuestra Historia ( Melizabeth) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora