Dedicado a Adelwelss
Estando frente a la puerta de la oficina del Hokage.
Serio, pasivo, imperturbable; aquel ninja de cabello blanco y mirada recia, dedica su fría e inexpresiva mirada a la nada, esperado nuevas órdenes, nuevas misiones, nuevos riesgos.
Todo callado, silencioso por varios segundos más, asta que por ese largo pasillo circular, se llegan a escuchar varios murmullos de voces acercarse asta la posición de aquel sujeto serio, vestido con una yukata gris, con el extremo inferior negro, sin mangas, dejando ver los brazos fuertes, marcados por los músculos duros causados por el duro entrenamiento al cual el mismo se somete para no ser derrotado por cualquiera; cruzado de brazos, recargado el la pared y con sus ojos ya cerrados, a un lado de aquella puerta de doble hoja que dirige a la afamada oficina del líder del lugar, El ninja solo se limita a abrir sus ojos rasgados y de orbes rojas, para ver pasar a la comitiva que acompaña al hombre que se ha convertido en el ser más importante para esa aldea, y sabe que se le requerirá dentro, tan solo queda esperar.
En su rostro perfectamente delineado, pálido, y de rasgos finos y masculinos, se podían apreciar un par de marcas rojas en cada mejilla, y una en su barbilla del mismo tono rojo, dando un aspecto más fiero a su ya temible rostro, la seriedad de aquel hombre hacia temblar al que fuera tan solo con su presencia.
¿Que podría representar este hombre para Deidara, que sucesos a futuro desencadenaría su presencia en la oficina hokage?
Preguntas hechas al aire y respuestas sin ser aún dadas.
Todo en silencio nuevamente solo queda esperar, esperar ser llamado por su hermano, hermano que ama pero no lo demuestra por ser frio, duro de carácter inexpresivo, imperturbable, demostrando su poca o nula afección hacia los demás.
Todos le temen, incluso los Uchiha por su terrible fama, pero eso no le incomoda en lo más mínimo, el sabe quién es y hacia donde se dirige, no busca conflictos de ninguna clase, ni peleas sin sentido que no pueda ganar; el es un triunfador, la palabra derrota o fracaso no existen en su vocabulario.
Pasan algunos minutos y una joven de pelo negro, largo, con ojos negros y algo sosa sale para llamar a aquel ninja diciendo:
? Señor Senjutsu, su hermano le solicita dentro de la oficina, pase por favor.
Indicando al ninja que entre, la joven se hace a un lado, ya que como todos, ella también le teme.
El ninja peli-blanco mira de reojo a la joven para descruzar los brazos dejandolo a sus costados, con paso pesado y seguro, pasa a un lado de la joven para responder con voz ronca y fría un
Tobirama: Gracias, señorita Ishira.
Al entrar se para frente a aquel escritorio de media luna, lleno de papeles acomodados y un tintero junto al sello oficial del Hokage, que se encuentra frente a su hermano, en espera de lo que esté le puediéra decir.
Callado con una postura recta, firme; como el ninja y General de las fuerzas armadas de Konoha que es, no debe mostrar duda alguna ante las acciones y respuestas tomadas por el alto mando, en este caso su hermano, tan solo limitarse a ser su mano derecha y consejero más cercano; no puede darse el lujo de ser débil ni titubear ante nadie.
Espera a que Hashirama Senju, su hermano, le indique sentarse, a lo cual hace sin rechistar, acostumbrado a dar y recibir ordenes de este; toma asiento y se dedica a escuchar las propuestas y órdenes que el hokage le entregará.
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ASTA EL FINAL
FanfictionLos personajes no me pertenesen, son del Señor Masashi Kishimoto En un mundo de traidores y mentiras, quién realmente es tu amigo? Deidara creyó saberlo, pero no es así; en su situación desafiante y precaria de castigo y encierro, acompañado de muer...