El Poder de la Sangre

Capítulo 35

Una disculpa por las posibles faltas de ortografía que lleguen a encontrar. n.n

-HGSP-

-¿Te quedaras ahí toda la tarde?

No levantó la mirada, sus ojos puestos en la ecuación aunque su atención hace mucho se encontraba en su hijo, esperó paciente a que hablara, lástima que el menor no tuviera la intención de intervenir.

Harry titubeó, tropezando torpemente al entrar y finalmente adentrándose al taller.

-Lo siento

Se detuvo, enderezándose mientras mantenía su rostro neutro tratando de no delatar su verdadero estado ante las palabras escuchadas, tomo una respiración profunda.

-No

-¿Qué?-Harry parpadeó

-No acepto tu disculpa-y Tony se giró a verle-ya te dije que no quiero que te disculpes, por nada de lo que crees hacer mal, no me molesta que estes aquí y tampoco has interrumpido nada, así que no Harry, no acepto esa disculpa

-¡Oh!-el menor desvió la mirada ahora culpable, estremeciéndose ligeramente ante el...¿regaño?-yo lo...

-¿Necesitabas algo?

El mayor habló, deteniendo la segunda disculpa que claramente Harry estaría diciendo con la culpa carcomiéndole.

-Yo...si...no...es...-un suspiró nervioso-no sé

Tony no tenia que ser un genio para saber lo que su hijo quería preguntar, conociéndole no hablaría, incluso si eso le involucraba a él, no es que no le extrañara por supuesto. Apagó las pantallas y vió al menor palidecer, encogiese ahora y evitando por todos los medios su mirada mientras se acercaba a éste.

-Harry-un poco más y su hijo estaría temblando-Harry, mírame

Dos, quizá cinco minutos cuando acató su pedido, ni siquiera necesitó preguntar cuantas veces la verdad le había sido negada, todas las veces en que algún adulto le ignoro e incluso uno que otro mago le confundió, Vernon Dursley también fue culpable.

Soltando un suspiró le sonrió, acercando su cuerpo y atrapándole en un abrazo, esperó un poco más hasta que estuvo menos nervioso, sus brazos cerrándose más entorno al cuerpo de su hijo dejando un beso en su coronilla.

-¿Quieres hablar de ello?

No era idiota, pero antes necesitaba asegurarse que él le dijera.

-Estoy confundido-Tony asintió, por supuesto que lo estaría-tengo miedo-sintió el fuerte agarre en su ropa-no sé que hacer

Cerró sus ojos, manteniendo la calma, inhaló y exhaló.

-No tienes que hacer nada Harry, tú no tienes que hacer nada-susurró-ya haz hecho suficiente, viniste y hablaste, ahora deja que yo me encargue bebé-le alejó, acunando su rostro y obligándole a mirarle-por eso estoy aquí, Harry tu no debes preocuparte ¿bien? estoy aquí, papá esta aquí

Con lágrimas en los ojos el menor asintió antes de ocultar su rostro en su pecho mientras le abrazaba casi desesperado.

Él entendía, claro que lo hacia, y solo ver su estado le convención que la decisión que había tomado hace un tiempo era la mejor, fue difícil, pero finalmente logró conseguirlo. A veces lo único que necesitaba era un poco de paciencia y suerte, además de dinero, por supuesto.

-Ven

JARVIS, como era de esperarse, cerró el taller oscureciendo los vidrios e impidiendo de esta forma que alguien pudiera ver al interior, detrás de una de las armaduras que Tony tenia hubo una pequeña apertura. Pequeños frascos de diferentes tamaños y colores, todos con etiquetas que seguramente muy pocos podrían leer, el latín ya casi no se estudiaba.