A pesar de que me prometí a mí misma comportarme, acabé en el baño con un chaval que conocí en la barra del bar. No teníamos ningún método de contracepción y quise irme pero él dijo que no hacía falta y se arrodilló.
Cuando me fui de la fiesta, Adele y Quinn me dijerron que se quedaban. Llegué a casa en el autobús noctámbulo, casi vomito más de una vez por las prisas del autobús y los halagos de los que allí se encontraban no me ayudaban a contener mis ganas de vomitar. Cuando llegué a casa casi se me escapa el gato de Quinn, llegué a la cama tambaleándome y caí rendida al dejarme caer en la cama.
Me despierto con la luz de la ventana en la cara, es molesto. Me incorporo y veo que llevo incluso el bolso en la misma posición que anoche. Madre mía, ¿qué hora era? ¿Era posible que me molestara el sonido del sol? Me levanto con una mano en la cabeza y la otra restregándome los ojos. Salgo de la habitación y me veo el salón/comedor/cocina vacío. Lo cruzo hasta la pequeña cocina en silencio y dejo el bolso en la entrada. Busco en el armario de las pociones la poción para la resaca que hace Quinn y ¡eureka! Me sirvo un vaso y dejo suficiente para ellas dos.
Estoy acabando la poción asquerosa con sabor a... ni siquiera lo sé, cuando oigo ronronear al gato. Y es que está entre las piernas de Quinn que sale de la habitación de Adele con solo sus bragas. No escupo la poción de milagro. Empiezo a hacerle señas. ¿QUÉ DIABLOS HA PASADO? Quinn me niega con la cabeza y cruza el pequeño espacio común y cierra su puerta. Inmediatamente después la abre para que entre el gato y vuelve a cerrar, esta vez haciendo ruido. A los pocos segundos, una confusa Adele asoma su cabeza por la puerta de su habitación. Yo levanto mi vaso:
- Buenas.
Ella me mira con decepción y cierra su puerta. Oh, Merlín, ¿qué ha pasado? Decido no preguntarle a ninguna, cuando estén dispuestas a hablarme, estaré dispuesta a escucharlas. Decido darme una ducha mientras, con mi varita, hago que se recojan todas mis cosas en mi baúl. Hora de volver a casa por vacaciones. Y realmente necesitaría una ducha para llegar a casa, no quería que la primera conversación que tengamos en mi casa sea mi hedor. Cuando salgo de la ducha, Quinn está comiendo cereales con una camiseta ancha, un moño muy mal hecho y la mirada fija. La miro durante unos segundos pero parece que no se ha percatado de mi presencia. Continúo hasta mi habitación y me visto con una falda y una camiseta. Me seco el pelo con un toque de varita. Cuelgo mi medalla en el bolsillo que queda libre en mi baúl y la cierro orgullosa de mi trabajo con los hechizos para la casa.
Cuando salgo de la habitación para ir a buscar a mi lechuza a la azotea donde se encontraba la lechucería, Quinn sigue en la misma posición, incluso cuando paso por detrás suya y ni se inmuta.
Recojo a mi pequeña lechuza de color pardo y la meto en su jaula. Ella parece feliz de verme, aunque cuando la meto en su jaula no parece tan feliz. Cuando llego abajo y abro la puerta, parece que he interrumpido una conversación entre Adele y Quinn y me siento mal. Inmediatamente, una tensión nos envuleve, una tan grande que parece que no vaya a caber dn el pequeño apartamento. Soy yo la que rompe el silencio.
- Me voy a casa de mis padres para el verano.- digo pero ninguna dice nada.- Os veré en agosto, tras el mes de vacaciones. Os escribiré.- comjuro un hechizo convocador no verbal para mi baúl, que aparece en la zona común mientras las abrazo una a una.- Que tengáis un feliz verano, chicas.
Huyo, literalmente, del apartamento. Cuando llego al filo de la acera me paro y cuando me cerciono de que no hay muggles, levanto mi varita. A los pocos segundos, aparece un taxi por la calle, perfecto para llevarme a la estación de tren.
Tardo unas tres horas y media en llegar a mi casa. Mi madre me acoge con una sonrisa en la puerta mientras chilla mi presencia a la casa.
- He leído esta mañana las noticias, Heather. ¡Enhorabuena! Estoy muy orgullosa de ti. Y papá también, aunque, él ya hablará contigo cuando llegue del trabajo. Tiene miles de preguntas para ti.- me dice, irradiando energía.
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Entre Quaffles
FanfictionLa rivalidad que atraviesa los años entre Heather y Ambrose es famosa entre los seguidores de Quidditch, la prensa está muy pendiente de ello. Ambos, aspirantes a entrar en el equipo de Inglaterra para la Eurocopa, deberán dejar sus dierencias y riv...