Desde el gran ventanal de mi hogar podía observar todo Krypton, cada construcción lo hacía ver hermoso y la luz del sol rojo hacía que sus paisajes fueran hermosos ante los ojos de cualquiera.
Cada vez que veía a través de aquella ventanal me sentía orgullosa de ser una Kryptoniana y digna de ser miembro de la casa de EL. Solía leer una y otra vez las historias sobre nuestra evolución, y sin importar cuantas veces las hubiera leído, me seguían con encantando.
El día transcurría de lo más normal, hasta que veo a mi madre entrar a nuestro hogar con la respiración agitada y en su rostro habitando la tristeza. Me acerqué a ella con pasos lentos, sin entender que sucedía y como acto seguido se derrumbó ante mí, cayendo de rodillas ante el frío suelo.
-¿Qué pasa madre?- tomé su rostro entre mis manos para que me mirará.
-Recuérdame siempre como una mujer digna de la casa de EL- mencionó con sus ojos llorosos.
Sus palabras causaron dudas en mí, haciendo que miles de preguntas se formularan en mi cabeza y que la nostalgia invadiera mi cuerpo al ver a la mujer que me dio la vida en tal estado.
-Necesito que me digas que sucede- dije mientras mis pulgares trataban de borrar cada rastro de lágrimas.
-Yo... yo solo quería salvar a nuestro planeta, mi amor- no salieron más palabras de su boca ya que rompió en llanto- ojalá Alura se apiade de ti- dijo, mientras lágrimas de dolor se apoderaban por completo de sus mejillas.
Fueron sus últimas palabras, ya que pude ver como los guardias Zafiro entraron a nuestro hogar invadiendolo.
-Es hora de irme- se puso de pie extendiendo sus manos hacía los guardias.
-No puedes dejarme, madre-un nudo se formaba en mi garganta y mi pecho comenzaba a doler. No entendía del todo qué sucedía.
-Siempre serás mi niña y nunca olvides cuanto te quiere tu padre.
Sin más, me arrebataron a mi madre, enfrente de mi presencia y yo sin poder hacer absolutamente nada. Mis pensamientos me estaban consumiendo hasta que veo a mi tía Alura entrar.
-Serás otra esperanza de que nuestra especie siga con vida- dijo mientras colocaba con suavidad sus manos en mi rostro- si no hago esto mi consciencia me seguirá atormentando incluso estando muerta...
De repente se escucha una fuerte explosión, me dirijo al ventanal y veo como mi hermoso Krypton está muriendo. Alura me tomó de los hombros haciéndome salir del trance e hizo que saliera de aquel lugar que había sido mi hogar desde que tengo memoria. Me llevó a un lugar en donde despegarian tres naves. Ahora entendió sus palabras de que seré otra esperanza de salvar a nuestra especie, nos enviarían a otro planeta.
Pude ver como Jor- EL y Lara Lor-Van despedían al pequeño Kal- El de este mundo y Alura despedía a su única hija, Kara Zor-El, mientras que yo solo podía recordar las últimas palabras de mi madre.
-Serás como un Dios en el nuevo hogar que te espera- me habló Alura llegando a mi lado.
-Krypton es mi hogar y siempre lo será- dije todavía ida en mis pensamientos y con los nervios a mil por hora.
-Lo sé, cariño- dijo mientras acariciaba mi cabello- serás una gran guerrera mi querida __________, igual a tu madre, pero ahora tienes que ser valiente y subirte a la nave.
Sin que me dijera algo más me subí a la nave, el dolor en mi pecho apareció nuevamente al ver como Kara y Kal tenían a sus padres al lado mientras que yo no tenía a nadie. La primera nave en despegar fue la de Kal, luego la de Kara, y por último la mía. Desde la nave podía ver como todo se destruía, como cada terreno desaparecía en segundos.
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Lena Luthor y Tú | Mi Misión
Fanfiction[Primera parte] [Terminada] Todos creen que los únicos Kryptonianos enviados a la tierra fueron el pequeño Kal-El y su prima Kara Zor-El, pero lo que pocos saben es que hubo un tercer Kryptoniano quien se salvo de la destrucción de Krypton, y esa f...