Lena Luthor y Tú | Mi Misión

CAPÍTULO 3

Después de aquella noche con mi inesperado encuentro con Lillian Luthor no la he visto más en mi vida, aunque en algunas ocasiones puedo percibir hombres completamente vestidos de negro siguiendo cada uno de mis movimientos y de una vez se me viene la frase de Lillian "te estuve observando por un tiempo". Me mantengo alerta a cada segundo del día con temor de que algo pasé en contra de mí y mi cerebro todavía sigue buscando el apellido Luthor. Con tantos trabajos universitarios se me olvida buscar ese apellido tan conocido para mí, pero a la vez no.

Estaba sentada en la cama de mi habitación de nuevo pensando en las mismas preguntas "¿Por qué mi familia se ha olvidado de mí?" a ellos se les debería hacer más fácil encontrarme, en cambio sigo esperando más años a que se acuerden de mí o tener más edad para comenzar a buscarlos.

Salí de mis pensamientosa al oír cómo mi celular vibró. Cuando encendí el aparato me di cuenta que era un mensaje de Maggie, preguntando cómo estaba. Le respondí de inmediado, pero antes de apagarlo se me vino el apellido Luthor a mi cabeza. Entre al buscador y puse solo el apellido. Cuando aparecieron varios resultados me fui mejor a la parte de noticias.

"Lex Luthor ataca a Superman" "Lex Luthor toma venganza" "Lex Luthor es un peligro en está ciudad" "Lex Luthor es capturado por Superman"

Todos esos títulos me dejaron anonadada, esa Lillian Luthor era la madre de ese tal Lex Luthor y seguramente quiere tomar venganza por lo que le hizo Superman a su hijo.

Me puse de pié dispuesta a decírselo a mis padres, pero al llegar a la sala me encontré con aquella mujer. Se había tomado el atrevimiento de servirse un poco de vino, meneaba la copa con tanta elegancia, pero solo lograba que sintiera desesperación.

-¿Dónde están mis padres?- pregunté mientras tomaba asiento en un sofá individual.

-No te preocupes cariño, fueron juntos a comprar un poco de comida- bebió de la copa y después sonrió.

-¿Quieres tomar venganza por lo que le hizo Superman a tu hijo?- pregunté sin rodeos, ella se quedo unos segundos viéndome, pero al final por fin habló.

-No soy como mi hijo- su voz se había suavizado- al contrario, quiero corregir el error que cometió- quedó en silencio unos segundos para luego ponerse de pié y comenzar a hablar nuevamente- Superman y mi hijo antes eran muy buenos amigos, hasta el punto de que mi hijo no quisiera decirme cual era la identidad secreta del hombre de acero, pero claramente soy más inteligente que él- o sea que ella sabe incluso más acerca de mi familia, que yo misma- pero un día la locura llegó a él teniendo el capricho de matar a Superman- tomó un gran respiro- por eso quiero cambiar esto, mi querida ________. Quiero demostrar que todos los Luthor no son iguales, que un Super y un Luthor pueden trabajar nuevamente juntos.

-No sé, señora...- dije rascando mi nuca, sin saber que responder.

-Mira, si no quieres ser un superhéroe esta bien, no hay problema con eso. Pero déjame ayudarte a controlar tus poderes- se acercaba más a mí- se que no estás hecha para solo seguir una vida como la de los humanos. Lo tuyo es ser diferente a todos los demás que habitamos este planeta, además, quiero prevenir a que te hagan daño- se hinco delante de mí y tomo mis manos- los humanos solemos ser muy peligrosos con tal de obtener el máximo de poder a lo que posean los demás.

-Señora, usted me vio peleando la otra noche. Me puedo defender perfectamente- me levanté del sitio en donde estaba, para alejarme de ella.

-Esos no son rivales dignos _______, hay personas más peligrosas que esos vagabundos- al oír aquellas palabras salir de su boca levanté una de mis cejas- sin ofender cariño pero enserio piensa en lo que te digo, déjame ayudarte.