Cap. 4

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Habian pasado casi dos meses desde que la nueva pareja se había hecho oficialmente novios, la rubia se había ido a vivir con el peli-negro y la pequeña, Darién la había ayudado con sus cosas. Pará ella la casa era muy grande pues donde vivía solo era de un piso y no era tan grande pero si cómoda, ahora no estaría sola, algo que la alegraba, hace unos días ella había llevado a la pequeña peli-rosa a la escuela, eso la emocionó, sintió como si Rini fuera su hija-a pesar de no serlo-además la quería como si lo fuera, en las tardes solo eran ellas dos, pues él peli-negro aún seguía en su trabajo a esa hora, mientras que ella solo trabajaba en las mañanas en el café. Antes de que el peli-negro llegara a la casa, la rubia junto a la peli-rosa preparaban la comida.

— Terminamos — exclamaron madre e hija luego de terminar la comida que cenarian ese día, el peli-negro aún no llegaba por lo que la rubia lavo los platos y la pequeña arreglaba la mesa para cuando su padre llegara. Luego de que todo estuviera listo, ambas fueron al cuarto de la pequeña para continuar viendo la película que horas atrás veían, cuando Darién por fin llegó ambas bajaron para saludarlo, el peli-negro saludo con un beso en la frente a su pequeña hija mientras a la rubia la saludo con un corto pero cálido beso en los labios. La pequeña familia se dirigió al comedor, la peli-rosa fue la primera en tomar asiento.

— Papi, las comidas que mamá Serena prepara son muy ricas

El peli-negro asintió en afirmativa, pues su hija tenía razón, la rubia era muy buena cocinando y el y su hija eran los fans número uno de las comidas de la rubia. El peli-negro ayudó a la oji-azul a servir la comida, luego ambos tomaron asiento. Comieron en un cómodo silencio, al terminar los tres su comida, platicaron por un rato, Darién le preguntó a su hija como le iba en la escuela, la peli-rosa le contó con toda sinceridad como le iba. Después de la platica el peli-negro subió a la habitación para poder tomar una ducha, cuando terminó de ducharse salió del baño y revolvió su cabello, en la cama se encontraba la rubia quien dormía, se acercó a ella y depositó un beso en su frente, la rubia se removió y abrió sus ojos levemente.

— Darién — susurro apenas somnolienta. El peli-negro acarició sus rubios cabellos con suavidad haciendo que la rubia volviera a dormirse, fue al cuarto de su hija y le dio las buenas noches luego de arroparla con las sábanas, quedándose la pequeña dormida. Regresó a la habitación donde estaba su novia pero vio que está ahora estaba en el baño vomitando, fue hacia ella-casi corriendo-y acarició su espalda.

— ¿Estas bien?

La rubia negó, nuevamente vómito.

— Mi garganta... Me duele... Mucho...

— Tranquila, ¿quieres tomar unas pastillas? — esta negó, hace unas semanas que tenía náuseas seguidamente, había agendado una cita con Amy, su amiga que era una ginecóloga, así podría comprobar que sus sospechas eran ciertas y estaba embarazada. Ese era un secreto que sólo Rini y ella sabían pues no le habían dicho nada al respecto al peli-negro. Luego de que ya no tuviera más náuseas, ni ganas de vomitar enjuago su boca con agua, el peli-negro la veía con sospecha, pero la rubia lo ignoro y se acostó a dormir nuevamente solo que esta vez, abrazando a su novio.

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Serena llego al ginecólogo, donde su amiga Amy, le diria si estaba embarazada, estaba nerviosa que sus manos temblaban, Rini estaba en la escuela por lo que no pudo acompañarla mientras el peli-negro estaba en su trabajo, entro, se acerco a la recepcionista. Esta le dijo que tomará asiento y luego le hablaría cuando fuera su turno, le agradeció y tomó asiento. La chica se le hacía conocida, sus ojos eran de un color rojizo y su cabello era corto un poco después de los hombros pero de color café claro, se parecía a alguien que ya había visto antes, ignoro sus pensamientos, tal vez sólo se había equivocado de persona y la confundía. Su celular comenzó a sonar, lo sacó de su bolsa viendo que era su novio, contestó con una sonrisa boba en los labios.

𝑯𝒂𝒔𝒕𝒂 𝑸𝒖𝒆 𝑻𝒆 𝑪𝒐𝒏𝒐𝒄𝒊 (reescribiendo) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora