Había pasado—casi—un año desde la muerte de Setsuna, Darién con ayuda de su familia pudo salir adelante, había dejado de tomar, y le prestaba más atención a su hija, no se había dado cuenta del daño que le causó a su pequeña hija de seis meses, la peli-rosa lloraba al no sentir los brazos—y calor— de su padre. Su familia lo ayudó en algunas cosas, pues él tampoco quería que lo ayudarán en todo, quería poder salir adelante por si mismo, conforme los años pasaron la pequeña oji-rosa cumplió seis años, Darién le organizó una fiesta donde asistieron sus amiguitos de su pequeña hija y sus familiares de él, durante esos años muchas mujeres intentaron conquistarlo más el se negaba a salir con alguien más, temiendo que le hicieran daño a su hija o que no la aceptarán. Ahora su familia era Rini, y no sólo eso sino también su prioridad, ahora salía más temprano del trabajo para poder pasar tiempo con su hija, la pasaba a recoger a casa de sus padres para así poder irse a su hogar, por otro lado la pequeña se sentía la más afortunada al tener un padre cariñoso, sin embargo le faltaba una mamá que la quisiera—demasiado—como su padre la quería.
Darién había comenzado a ir a una cafetería que estaba cerca de su trabajo, iba al lugar a tomar un café todas las mañanas, eso en cierta parte lo tranquilizaba cada vez que estaba estresado, el lugar era tranquilo, entró a la cafetería luego de estacionar su vehículo frente al lugar. Como de costumbre tomó asiento y espero a que alguien que trabajará en el lugar tomará su orden. Una joven de cabellos rubios y peinado de ondongo hablaba con su amiga Mina.
— Entonces serena, ¿no te gusta nadie?
La rubia lo pensó por algunos segundos antes de responder a la pregunta de la rubia.
— No lo se Mina, supongo que no
— ¿Y el chico peli-negro? Del que casi siempre te la pasas hablando
— Uhm supongo que si... — terminó en un susurro — pero siempre que quiero acercarme a él, Himeragi lo hace primero — rodó los ojos, siempre que queria acercarse al peli-negro, la joven de cabello corto lo hacía antes que ella, por lo tanto no podía ni acercarse a él, sería demasiado raro que se acercara sólo por que si, cuando alguien más ya había tomado su orden. Mina al ver como Himeragi se encontraba platicando a gusto con alguien más, tomó de los hombros a su amiga y le sonrió de lado.
— Es tu oportunidad Serena
La rubia de ondongos dirigió su mirada hacia su compañera de trabajo, entendiendo a lo que se refería su amiga, soltó un suspiro antes de ir con él peli-negro, suerte, oyo a su amiga decirle en un murmuró, le sonrió en agradecimiento y fue hacia el peli-negro, estando a una distancia considerable decidió hablar.
— Ho-hola... ¿Pu-puedo tomar su orden?
Trago saliva nerviosa por tartamudear, sin embargo Darién no le dirigió la mirada haciéndola sentir tonta pues creía que le dirigiría la mirada pero no fue así, después de que tomará la orden, regresó con su amiga, está la animo y dijo que a la próxima si la voltearia a ver, cosa que la alegro, regreso a donde estaba el peli-negro con un café en manos.
— Aquí esta su café — dijo casi en un susurro sabiendo que este no le haria caso, pero sus sorpresa fue otra al ver cómo el joven dejaba el libro que leía a un lado y volteaba a verla haciendo que un ligero rubor apareciera en sus mejillas. Darién sin darse cuenta había tomado la mano de la rubia, ambos se miraron por unos segundos hasta que Serena fue la que reaccionó — Y-yo...
El peli-negro al ver que sostenía su mano, la soltó avergonzado por la acción.
— Perdón
Se disculpo, la rubia solo negó con su cabeza diciéndole que no había problema alguno, los siguientes días, la rubia era la que tomaba la orden del rubio que—casi siempre—era un postre y un café, habían pasado algunos meses, Darién había entablado una relación con la rubia, se habían hecho grandes amigos, el peli-negro le había contado que tenía una hija de seis años, cuando se lo contó la rubia creyó que era casado, pero días después se entero que la mamá y esposa de Darién había fallecido cuando la hija de ambos nació, en algunas ocasiones hacían llamadas como si fueran jóvenes de diesiceis años, pero la joven no había tenido la oportunidad de conocer a la pequeña hija de Darién. El peli-negro se había dado cuenta de que se había enamorado de la rubia, y no sólo por el hecho de que era hermosa y atractiva, sino que también era dulce, tierna y amable, cada que le hablaba de su hija la rubia no se molestaba, cuando lo hizo creyó que lo haría pero no fue así, la joven lo tomó bien, incluso dijo que la quería conocer. Quería invitarla a salir pero antes debía consultarlo con su hija, además de que esperaba que el no fuera el único enamorado.
[...]
Darién estaba en casa, su hija jugaba sus muñecas en su cuarto mientras el estaba en la cocina preparando la cena, ese día Serena iría a su casa para conocer a la pequeña Rini, estaba feliz, el timbre sonó por lo que apago la estufa y fue a abrir la puerta para ver de quien se trataba, una mujer de de tez blanca, un poco alta y cabellos rojizos, era la hermana de Setsuna. Beryl.
— Beryl, ¿que haces aquí? — preguntó tratando de no sonar grosero con la mujer, la peli-roja puso sus manos en el pecho del peli-negro y lo empujó dentro de la casa, cerrando la puerta. Darién al ver las intenciones de la peli-roja la detuvo.
— Vamos Darién, se que quieres hacer esto... Ya no te niegues más
Hablo, el peli-negro intentanto separarla de él, pero esta no lo permitió.
— Beryl, vete de mi casa
— Darién, dame una oportunidad, te haré feliz — intento besar al peli-negro pero el la evadió, tenía que hacer que se vaya antes de que Serena llegara y pensara que el y Beryl eran algo más.
✰✰✰
Serena llegaba a casa de Darién, hace unos días, Darién le había dicho que le gustaría salir con ella pero que antes le gustaría que conozca a su hija, ella había accedido con una sonrisa, no le molestaba tener una hija aunque no fuera propia, lo único que esperaba era caerle bien a la pequeña. Tocó el timbre pero nadie salió a recibirla, volvió a tocar, cuando iba a irse la puerta se abrió dejando ver a Rini. La pequeña la miró con una sonrisa.
— Hola pequeña... Tu debes de ser Rini, ¿no es así?
La peli-rosa asintió.
— Tu eres serena, papi me a hablado mucho de ti, y eres más bonita en persona
Las palabras de la pequeña hicieron sentir cálido el corazón de la joven.
— Tu papi dijo que hoy nos conoceriamos y ya lo hicimos — ambas soltaron unas risillas, la pequeña invitó a pasar a la joven, Serena se sorprendió al no ver a nadie, ni siquiera a Darién, tal vez, estaba en el baño pues el peli-negro no sería capaz de dejar a su hija sola.
Las dos tomaron asiento en el sofá que estaba en la sala.
— ¿Quieres ver mis dibujos? — pregunto la pequeña a lo que la rubia asintió con una sonrisa. La peli-rosa subió las escaleras.
Serena oyó unas voces que al parecer provenían de lo que era la cocina, era la voz de Darién y de ¿una mujer? Comenzó a acercarse tratando de no hacer ruido cuando abrió la puerta, viendo que efectivamente se trataba de Darién y de otra mujer.
— Serena no es lo que piensas — se apresuró a decir el peli-negro.
— A-al parecer vine en el mo-momento equivocado — dijo casi al borde de las lágrimas, el peli-negro se acercó a la rubia y la abrazo, esta al principio se negó pero luego correspondió el abrazo mientras algunas lágrimas bajaban por sus mejillas.
— Beryl vete de mi casa, ahora
La peli-roja estaba más que enojada.
Darién tomó de los brazos a la rubia para que ambos vayan a la sala después de que la peli-roja se marchará.
— Serena, lo que viste no es lo que parece, ella es Beryl la hermana de Setsuna... Entre nosotros no pasó nada, te lo prometo
Con suavidad limpio las lágrimas que aún bajaban de los ojos de la rubia, luego de esto la miró con dulzura y tomó el rostro de la joven con delicadeza antes de acercarse más a su rostro y por fin terminar la poca distancia que los separaba en un cálido beso. El momento fue interrumpido por una pequeña que los miraba feliz y emocionada.
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-Weno, capítulo dos, corregido jajsjs, espero les haya gustado, y este capitulo si cambie algunas cosas, y las personas que la leían antes tal vez lo hayan notado, algunos capítulos puede que los cambie poco o mucho, aun así gracias por su apoyo.
Los amito, cudiensee ( ˘ ³˘)♥︎
...
Olvidaba decirlesss que Rini nació cuando Setsuna y Darién tenían 23 años. Por lo tanto ahora que Rini tiene 6 añitos Darién ya tiene 28 años y Serena tiene 22 años ✨
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𝑯𝒂𝒔𝒕𝒂 𝑸𝒖𝒆 𝑻𝒆 𝑪𝒐𝒏𝒐𝒄𝒊 (reescribiendo)
FanficDarién es un hombre rico... Gracias a que es el mejor doctor, tiene una familia, junto a su esposa Setsuna que está embarazada... Pero todo eso cambió cuando su esposa murió, al dar a luz a su pequeña hija... Darién, cayó en depresión por un tiempo...