𝑯𝒂𝒔𝒕𝒂 𝑸𝒖𝒆 𝑻𝒆 𝑪𝒐𝒏𝒐𝒄𝒊 (reescribiendo)

Cap. 9

Los meses transcurrieron, Beryl ya no volvió a aparecer desde aquel día, a pesar de eso Seiya, un amigo de Darién pidió a otros oficiales que se mantuvieran alerta por si llegaban a ver a la peli-roja, Serena dormía junto a Darién, se levantó de la cama para ir a la cocina, pues se le había antojado leche con chocolate, sus antojos habían disminuido cuando cumplió los nueve meses pero no del todo, después de poner sus pantuflas bajo a la planta baja y se dirigió a la cocina, sacó la leche del refrigerador y lo vacío en una taza, luego de esto le hecho unas cuantas cucharadas de chocolate en polvo se dispuso a mezclarlo hasta que consiguió una mezcla homogénea, tomó unos cuantos sorbos. Cuando lo terminó dejó la taza en el fregadero, iba a salir de la cocina cuando un líquido mojo sus piernas.

Eso la tomó por sorpresa, iba a llamar al peli-negro pero una fuerte contracción evitó que la hiciera. Tomó su vientre y comenzó a inhalar y exhalar para tranquilizarse, sin embargo las contracciones comenzaban a ser más seguidas y dolorosas para la rubia.

— Da-Darién — intento gritar, con dificultad salió de la cocina, se pego a la pared sin contener el dolor — ¡Ahh! Ma-maldición — grito, Rini bajaba las escaleras pues había oído ruidos, cuando llego a la sala vio a la rubia quien se había sentado en el suelo y sudaba.

— Ri-Rini llama a Da-Darién... — la pequeña asintió y corrió hacia la habitación de su padre, cuando llegó comenzó a despertarlo hasta conseguirlo.

— Papá, papi, mamá Serena está en la sala, mi hermanito ya va a nacer — dijo rápido la pequeña, el peli-negro salio de la habitación para ir con la rubia, cuando la vio se acercó y acarició su rostro tratando de tranquilizarla.

— Da-Darién... E-él bebé y-ya va a... Agh

— Lo sé, iremos al hospital — la pequeña se apresuró en ir a la cochera para abrir la puerta del copiloto, el peli-negro con—mucho—cuidado cargo a la rubia, esta se aferro a su playera mientras soltaba quejidos de dolor, llegando donde estaba el auto la subió en el asiento del copiloto mientras la peli-rosa subió en los asientos de atrás, el peli-negro entró a la casa por las maletas, cuando las encontró las subió en la cajuela para después subir al asiento del piloto y conducir directo al hospital.

Al llegar el pelo-negro cargo a la rubia, la pequeña seguía a su padre, Sammy al ver a su cuñado y hermana se acercó a ellos notando que su sobrino ya nacería, llamó a algunas enfermeras en las cuales se encontraba la novia de este, quien fue la joven que atendió a la rubia a esta la llevaron a una habitación, pues faltaba que dilate más para que así pueda nacer el bebé, para eso le inducieron oxcitocina por una vía intravenosa y así dilate más rápido, sin embargo los dolores iban en aumento, el peli-negro tomaba su mano en apoyo mientras la pequeña estaba con sus abuelos en la sala de espera, estos habían llegado hace unos minutos cuando el hermano de la rubia los llamó.

— Tranquila — acarició los cabellos de la joven quien apretaba su mano cada que tenía una contracción.

— Da-Darién... Tengo miedo... — el peli-negro la miro y deposito un cálido beso en su frente.

— Estaré aquí para apoyarte — la rubia asintió, el peli-negro salió un rato de la habitación para ir con sus padres y decirles cómo se encontraba la rubia, cuendo salió una enfermera entró, era peli-roja y ojos del mismo color que su cabello, la rubia la miró confusa.

— ¡Agh! — se quejo luego de la peli-roja la inyectara en su brazo.

— Nos volvemos a ver Serena — sonrió de lado con malicia.

— Be-Beryl... Agh... — sus ojos se llenaron de lágrimas, la peli-roja salió de la habitación al oír unos pasos aproximarse a la habitación, sin embargo los dolores que parecían haber disminuido regresaron hacían que la rubia gritara de dolor. Darién regreso a la habitación.