Miraba cómo las manecillas del reloj avanzaban por cada segundo y minuto que pasaba, esta última pelea me dejó con las piernas temblando, mi mente cansada y mi corazón incómodo.
¿Cómo quiere que yo sea alguien que realmente no puedo ser?
Después de todo lo que hemos pasado, todo lo vivido y aprendido juntos, él sigue con la idea de que sea una chica diferente a mi carácter, quiere una relación que a kilómetros sabemos que nunca ocurrirá.
-Por favor avísame si te pasa a ver al departamento – le repetía a mi mejor amiga por teléfono, mi estómago no podía más de las ansias – sé que siempre termina contigo cuando pasan estas cosas... pero ya ha pasado mucho tiempo – digo lo último con la voz a punto de quebrarse
-Mel, tranquila, cuenta conmigo. Si se llega a asomar cualquier rulito a este lugar te envío un mensaje
Terminada la llamada fui por algo a la cocina y terminé cocinando para los dos, una comida de tregua. Se desde el primer momento que le hice panqueques, éstos se volvieron en sus preferidos y siempre le tengo en casa cuando vuelve de sus giras y entrevistas. Miro mi reloj por última vez, 8pm, han pasado por lo menos 6 horas desde el desfile de dimes y diretes en el departamento, Nick no ha dado señales de vida.
Tomo mi teléfono y como por arte de magia, aparece nuestra primera foto en la pantalla, me está llamando
-¿Nicholas? - dije en un hilo de voz, aliviada – por Dios, ¿dónde has estado?
- Mel, amor – lo noto nervioso – Estuve caminando por la playa, aquella donde fuimos el fin de semana que llovió torrencial ¿Recuerdas? y luego vine donde Nathy... ya sabes, ella está molesta con Joe y esas chicas en Miami ¿Viste la noticia?
Nicholas nunca es de dar explicaciones
- Si, algo vi en la T.V. y también recuerdo la playa. Queda bastante alejada – respondí cortante
-Quería saber si podía ir a tu departamento
-Tienes las llaves, tu estacionamiento está libre, ¿vendrás hoy?
- Claro que sí, de hecho, voy saliendo ahora – pude imaginar su media sonrisa – pero no me esperes con comida, Nathy ya me dejó bien alimentado – suspiré observando la mesa que dejé preparada para los dos
-Está bien... te espero en casa ent-
-Mel – interrumpió – lo siento...
Y también se que él no pide disculpas de la nada
-Sólo... ven a casa – corté la llamada
En menos de una hora lo veo atravesar el umbral de nuestro hogar, lo espero sentada en nuestra pequeña mesa para cuatro con café y una gran pila de panqueques esperándolo ¿quiero que se sienta culpable? Pues si.
-Amor... te dije que no me esperaras con comida – dejó su abrigo en el respaldo de la silla y se sentó frente a mi
Cruzada de brazos, sólo le dirigí la mirada
-¿Dónde estuviste? – pregunté con temblor en mi voz, primero porque mi novio nunca desaparece por tantas horas...
-Amor, ya te dije – se sirvió café y bebió un poco – te quedó bueno. ¿Mezclaste Mocca con Vainilla nuevamente?
Y segundo porque nunca me llama por "amor" tan seguido
- Me dijiste que estuviste en la playa y luego donde Nathy, pero qué hiciste en todas esas horas
Creo que la combinación de palabras logró incomodarlo, bajó la mirada al café en un instante y no la volvió a levantar
- Me dormí en la arena – con su índice me indicó sus pómulos – me cansé de discutir contigo hoy en la mañana, fui para allá, me dormí en la arena y luego de despertar, como no sabía si ibas a estar aquí, fui – hizo una pausa – donde Nathy

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Non-Fiction"Luego de que mi novio se besó con mi mejor amiga, nuestra historia tomó diferentes caminos" ~ Historia colaborativa con @rightfrigginnow