HESITATE

Parte 8 ~ Ed Sheeran

Al día siguiente no recibí mensaje por parte de Ed, de seguro ha tenido que soportar los regaños de su representante y posibles amenazas por si no seguía cumpliendo las reglas establecidas entre ambos, esa rutina ya me la conocía. Los primeros años que llevé junto a Nick fueron de esa forma, defender lo nuestro por sobre su carrera a como de lugar, hasta que en una discusión comenzó a preferir su carrera musical y lentamente fui descendiendo de su escala de prioridades. No me extrañaría si Ed diera gran prioridad a su música y no se vuelva a comunicar conmigo, a golpes aprendí que no puedes separar al músico de su arte.

Miré mi teléfono, 6:56pm, es obvio que ya no fui opción para Ed y seguir conversando como anoche. El televisor no estaba dando algo interesante y mi hermano decidió salir a comer con Nathy a pesar de la barrera del idioma que logran derribar con su teléfono y el traductor. El timbre de llamada de mi teléfono comenzó a sonar y ver el nombre del pelirrojo hizo que me sintiera nerviosa, esperé tres tonos y contesté

-Hey – me dijo sin esperar a que hablara – perdona por no hablarte durante el día

-Tu mánager – interrumpí – ya te dije sobre mi exnovio, estoy más acostumbrada de lo que tú crees

Pude escuchar una pequeña risa

-Me gusta que lo entiendas, no tienes idea de cuánto

-¿Ya tienes pensado volver a Londres?

-Pedí unas semanas libres – carraspeó - ¿te puedo ir a ver?

En tres segundos recorrí con la mirada el departamento, estaba hecho un desastre

-¿Cuánto crees que demores en llegar?

-En realidad estoy abajo

Caminé rápidamente a la ventana que daba a la calle y ahí estaba él, jockey y hoodie, alzó una mano y me saludó. Ni loca lo dejo entrar, este lugar es como si una bomba hubiese caído

-Dame unos minutos, nos vemos abajo

-No es necesario Mel – ahí estaba el vacío en el estómago – traje donas, sé que no puedes caminar mucho, te cansas fácil

Suspiré vencida

-Ok, sube

Así nació nuestra historia, esas semanas que tuvo libre las dedicó para acompañarme en casa, visitas al médico o compras a las afueras de la ciudad, Edward sin querer se convirtió en más que el cantante que fue a tocar al babyshower de Minerva.

Más de una vez lo encontré con su mirada perdida en mí mientras comíamos o frente a la televisión, nuestras manos chocaban cada vez que salíamos a caminar como lo había recomendado el médico días antes del nacimiento de Mine, incluso nos completábamos las oraciones o sabíamos qué quería el otro.

-Esto se está saliendo de control – cerré de golpe la pieza que compartí con Nathy y me apoyé en ella

Mi amiga recostada en la cama me mira mientras tenía su teléfono en las manos

-Si llegas y lo dices así, no voy a entender

-Vengo de una cita con el médico y Ed – mi amiga no pudo evitar una pequeña sonrisa - ¡ahí está! – la indiqué - ¡por lo mismo esto se está saliendo de control!

-Melissa – dejó su teléfono a un costado y se sentó a la orilla de la cama, invitándome – es un secreto a voces que ambos sienten algo

-Imposible – me senté a su lado – se está metiendo en un lío si piensa en querer salir conmigo. Él tiene futuro en la música, Mine y yo sólo lo estancaremos