DOCK PACKIRSON

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Me vi a mi mismo viendo el vídeo 666. Se me veía mi cara sonriente al principio y mi cara traumada al final, con esa mirada fija y vacía que me quedó después de esos últimos minutos del vídeo. Luego, alguien de bata larga y blanca y con la boca cosida aparece en la noche delante de la puerta de mi casa. La abre la puerta y sube las escaleras.

El desconocido entra en la habitación de mis padres y de mi hermano. Los rapta y mata a sangre fría y sin esfuerzo ni remordimiento. Parecía hacerlo con un sentimiento de alivio. Abre la puerta de mi habitación. Se queda mirándome y luego cose un muñeco vudú con un hilo. Parecía ser el mismo con el que estaba cosido su boca. Cuando lo acabó, le cosió la boca, como la tenía él.

Se va con los cadáveres encima, pero a la siguiente noche vuelve. Sube las escaleras pero no abre la puerta de mi habitación. Fabrica otro muñeco vudú idéntico al del otro día. Lo posa fuera y baja las escaleras. Luego, se hace un almuerzo en mi cocina. Estornudaba cada poco. Se levantó y se fue de mi casa.

A la siguiente noche vino a por algo diferente. Estuvo poco. Lo único que hizo fue volver a coger los muñecos vudú que había guardado en mi cajón y colgarlos de una soga. Por último, escribió dos veces en unos pequeños carteles la frase: "El juego continúa". Los pone en las manos de los muñecos y se va, pero cuando cierra la puerta de mi casa, la muñeca diabólica que tenía como mano izquierda le dijo: "¿Y si hacemos que no vuelva a casa una vez que salga?". De repente, apareció un enorme bosque en mi casa.

Lo último que vi es un tatuaje que tenía en el hombro. Ponía "Dock Packirson".

Me miré el hombro y coincidía con el tatuaje que me había aparecido cuando me desperté.

Miré al frente y me asusté.

EL NIÑO DE LA BOCA COSIDA Donde viven las historias. Descúbrelo ahora