2|A private conversation

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Resumen

Keith y Lance aprenden sobre las marcas de alma.

Nota de autora

... desde ahora el punto de vista de Keith.

A PRIVATE CONVERSATION

Las cabezas de todos se giraron.

Keith se encontraba bajo el marco de la puerta, los brazos cruzados sobre el pecho, y se veía diferente a Lance como su habitual yo despierto. Puso los ojos en blanco para expresar el gran dolor que le causaba entrar a la estancia y se sentó en el lado opuesto de Lance.

—¿Has estado escuchando una conversación privada? —bramó Lance—. Esto es algo entre mí y yo mismo y-

—Tienes mi nombre en la mano, creo que merezco saber de qué se trata todo el alboroto.

La verdad era que, sí, había estado escuchando por un rato porque Hunk y Pidge lo habían arrinconado hacía unos minutos en un frenesí, haciéndole preguntas raras sobre una marca en su mano y Keith, bueno, los despidió de inmediato y se apresuró a la cocina con un sentimiento de temor y anticipación en el estómago.

—No es nada, Keith, nada de lo que te tengas que preocupar, ¿vale? —le silbó Lance—. Ahora vete y vuelve a tus robots de entrenamiento y cuchillos y, y-

Keith se pasó los dedos por el pelo negro. Por un segundo caliente, consideró dejarlo hablar y entonces irse de nuevo. Hacer justo lo que Lance había propuesto hacía unos cuantos minutos: pretender que esto no estaba pasando. Sus ojos captaron los del paladín frente a él y Lance paró de hablar. Se veía tan incordiado como Keith se sentía por dentro y de alguna manera, lo hizo sentir un poco más valiente.

—No es de un solo lado, Lance.

Un silencio tenso cayó sobre la sala. Las caras tanto de Coran como de Allura se iluminaron con felicidad y emoción y Keith no se atrevió a mantener el contacto visual con Lance más tiempo. Por la esquina de los ojos, sin embargo, intentó mirarlo. La cara de Lance se quedó en blanco antes de que otras emociones aparecieran, más que nada confusión y ansiedad, pero también... ¿alivio?

—Qu- ¿Qué? —balbuceó Lance, pero fue interrumpido por Coran, que sonreía brillante.

—Oh, es perfecto.

—C- ¿Cómo...?

Era raro ver que Lance perdía las palabras. Mientras tanto, Keith mismo soportó toda la situación como si estuviera teniendo una experiencia extra corpórea. Nada se sentía real, todo era un sueño febril. Tenía que serlo.

—Esta es la cosa menos perfecta que me ha pasado y no lo voy a aceptar —se quejó Lance tras algunas respiraciones profundas para recomponerse en lo mejor posible.

—No creo que tengamos una elección aquí.

—Nop, me voy a- ir-

—Lance —gimoteó Keith—. ¿Puede al menos no hacerlo más difícil de lo que ya es y escuchar lo que Coran y Allura puedan decirnos sobre estas... cosas? Podría ayudarnos.

Ojos enfadados lo miraron, pero Keith le devolvió la mirada con la misma fuerza terca... que hizo que algo golpeara en Lance.

—Estás contento con nuestro nuevo momento de unión, ¿no? —soltó Lance y alzó el brazo izquierdo por el aire—. Has ganado, ¿vale? Por fin algo que no voy a olvidar. Apuesto a que estás todo emocionado de que esto pase, ¿verdad? La última venganza, ¿no?

—¡Lance! —Allura le chasqueó.

—¡Siempre tiene que hacerlo mejor que yo en todo y ahora incluso el universo está de su lado! Es como si hubieras planeado toda la cosa. —Lance entrecerró los ojos—. Tal vez lo has hecho. —Keith estampó las manos abiertas con fuerza sobre la mesa, la cabeza inclinada hacia delante para mirar profundo dentro de los ojos de Lance.

You love me [Klance] [Traducción]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora