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Apenas iban terminando las vacaciones, se encontraban cada uno esperando haber sido aceptados en la academia "Yüei". Ya que se entraba por medio de pruebas de admisión, por transferencia, y un par de opciones más.

Primer día de clases, un lugar desconocido, con muchas personas desconocidas. En fin, todo un mundo por descubrir, aunque para Katsuki Bakugo era "pan comido"

-Tch, ¿Quien va a querer realcionarse con esos perdedores?- Chasqueo la lengua mientras pensaba en voz alta, mirando con el ceño fruncido a todo aquel que cruzara miradas con el, su habitual rostro de querer acabar con todo aquel que se atreva a mirarlo en menos y su expresión corporal que gritaba: "Muere" por si misma lo decía todo, su aterradora mirada de fieros ojos rojos como rubíes no le hacían la tarea fácil a los compañeros del rubio cenizo al tratar de entablar una pequeña conversación, la cual siempre terminaría en un "Pierdete."

Por otro lado, estaba un sonriente pero muy nervioso pecoso peliverde de cabellos rebeldes y rizados. Una pequeña gotita de sudor caía por su frente, su sonrisa temblorosa de oreja a oreja causaba una que otra risita en cualquiera que tratara de hablar con el chico pero sin embargo pudo llevarse bien de inmediato con dos de sus nuevos compañeros, una chica de cabello castaño corto y algo "elevado" hablaba con el presentándose alegremente junto a un corpulento y muy ordenado chico de cabello azulado bastante bien peinado, con su uniforme impecable. Uraraka Ochako e Iida Tenya, esos eran los nombres de los que serían los nuevos amigos del peliverde.

Comenzaban ya las clases cuando al levantarse para escoger asientos logra captar la fiera mirada del rubio cenizo, la cual al cruzarse con la suya, le provocó un escalofríos que haría una repentina carrera de sus pies hasta su cabeza. Mientras iban poco a poco llegando cada uno a su asiento, la pelea de miradas que tenían las esmeraldas con los rubíes pareció una guerra. La cual no solo ellos pidieron notar. Los minutos parecían pasar lento entre cada presentación de cada uno de los alumnos de la clase 1-A hasta que llegó el turno del pecoso.

-Me llamo Midoriya Izuku, Un gusto.- una vez habló se volvió a sentar en su puesto, luego de el siguieron varios compañeros de su fila:

-Todoroki Shoto, Uraraka Ochako, Iida Tenya, Tsuyu Asui, Yaoyorozu Momo...

Hasta llegar a la última fila con personajes bastante peculiares, y llamativos, casi todos muy divertidos y simpaticos al usar sus tonos de voz normales:

-Kirishima Eijiro, Kaminari Denki, Ashido Mina, Hanta Sero...

Hasta que finalmente se levanta un malhumorado rubio cenizo, con las manos en los bolsillos y su ceño fruncido.

-Katsuki Bakugo, Perdedores.- Su voz era ronca, grave y masculina, la guerra de miradas escarlata y esmeralda ya se había dejado atrás mientras prestaban atención a su profesor encargado darles una bienvenida llena de bostezos y momentos de silencios incómodos.

El día había pasado normalmente son mayor drama hasta que en el receso del almuerzo, se cruzaron dos peculiares chicos que se hallaban lejos de sus grupos de nuevos amigos.

-¿Que haces aquí inutil cabeza de arbusto?- Bufó el Rubio de ojos escarlatas.

-Lo mismo que tú, Kacchan.- A pesar de haber usado el apodo que solo el aún le decía al rubio, su mirada era distinta, lo cual el más alto no pudo evitar ignorar, parecía que no le temia, claro que solo lo fingía.

-Ten cuidado con tu tono, nerd.- Lo empujó hacia un costado y se fue de allí, dejando al peliverde bastante alterado y confundido.

Así pasaron los días en la academia para la particular clase 1-A hasta los exámenes de diagnóstico, los cuales se hacían para evaluar el nivel de cada alumno para saber cómo estaban de aprendizaje y esas cosas, al ser todos de distintos lugares era bastante comprensible, pasaron unas semanas sin que pasase nada del todo relevante más allá de la prensa y los noticieros acosando prácticamente a los maestros y al director por las ampliaciones en los distintos lugares que tenían convenios con la academia por una de sus atracciones más importantes y llamativas, razón por la cual miles de jóvenes deseaban entrar: Los variados "clubes" artísticos y deportivos que había en el establecimiento.

Existía todo un programa, una vez que aceptaban a los nuevos estudiantes, se les daba a elegir sus asignaturas y diferentes programas electivos de acuerdo a lo que aspiraban para ser de adultos, a partir de eso se armaban las clases.

La clase 1-A estaba llena de atletas y uno que otro artista pero todos tenían algo en común y era el sentido de la justicia que había en las cabezas de todos los alumnos, algunos más notorios que otros, a esta clase se le denominaba "La clase de los héroes" ya que tenían cierta reputación con meterse en líos y problemas tales como peleas o más cosas por el estilo, habían genios y algunos no tanto, pero al parecer todos ellos tenían un potencial enorme para volverse héroes dignos de admirar. No fue para nada una sorpresa que se volvieran algo populares sobretodo porque uno de los cabezas de los grupos de la clase era muy bueno para conseguir problemas por un particular temperamento que solo cierto peliverde lograba comprender.

Muchos en aquella clase tenían habilidades muy buenas en combate cuerpo a cuerpo, como Kirishima, Todoroki, Bakugo, Midoriya, Sato,etc. En estrategia para trampas y espionaje, Mineta, Yaoyorozu, Tsuyu, Hagakure, y más alumnos dentro de la clase con diferentes talentos.

Todos estaban bastante emocionados por los diferentes eventos y actividades que se acercaban desde muy temprano en el año, pero sin embargo el festival deportivo era de los más anhelados, ya que se verían los talentos de cada alumno. Dicha academia era muy conocida por haber salido de allí ganadores y profesionales con reconocimientos a nivel nacional e internacional.
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Muy bien, seguiré escribiendo más capítulos pero de todos modos es mi primer fanfic u u



Coincidencia (Bakudeku) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora