Facetas Del Destino (Facets of fate) [traducción]

Capitulo 1: La Cadena Roja

Xiao Zhan no esperaba esto.

El viento acarició suavemente sus mejillas sonrojadas como para asegurarle que todo estaba bien. Pero él sabía que no era así. Después de todo, ya estaba grabado en lo profundo de su mente. Sabía que eventualmente sucedería, simplemente no sabía que sucedería tan pronto.

Al otro lado de la calle, no muy lejos de él, Yibo mira con cariño a Yu Bin.

Más temprano, antes de detenerse y sentirse así; vio cómo Yibo rozaba la mejilla del otro, cómo se reía cuando Yu Bin se ponía rojo de manera adorable, y cómo ambos intercambiaban una mirada idéntica a cómo se miraban los amantes.

En este momento, mientras los dos hablan, Xiao Zhan los mira con los ojos brillantes de tristeza, los dedos hundiéndose profundamente en las palmas de sus manos, haciendo que sus nudillos se vuelvan blancos. Le duele tanto el corazón, le duelen tanto los ojos que también le tiemblan los labios. Maldición. Al verlos en su pequeño mundo y enviarse cálidas sonrisas, lo odia.

Lo detesta.

Les dio la espalda y se echó a correr, las lágrimas ahora caían delicadamente sobre sus mejillas. Necesita irse muy, muy lejos de ellos. Si se queda, se romperia. No hay nada más que pueda hacer. Lo inevitable ya está sucediendo y, dado que fue el destino quien ya lo decidió y no puede quejarse.

Lo único que puede hacer ahora.

Es proteger su corazón.

Si solo ...

¡Si solo él fuera el alma gemela de Yibo ...!

Luego luego...!

¡Él sería el que estaría allí!

Él sería el que recibiría su sonrisa, su risa, su toque, su ...

Su amor.

"¡Vete al infierno, Wang Yibo!"

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Hace doce años

Xiao Zhan observa en silencio a los niños que juegan en el patio de recreo, con risas inocentes llenando el lugar. Dirigió sus ojos hacia la izquierda y vio a los niños que se turnaban con los toboganes, luego giró los ojos hacia la derecha y vio a los niños jugando a las escondidas mientras algunos jugaban con los columpios.

Se ven felices, jugando entre ellos así. Xiao Zhan también quiere jugar con ellos, pero es demasiado tímido para acercarse a ellos e introducirse. Esto es lo que no le gusta de sí mismo, es demasiado tonto, demasiado tímido, demasiado asustadizo.

No es que él pueda hacer nada al respecto, él había nacido así. Entonces, en lugar de avergonzarse a sí mismo, decidió que permanecer en el escondido es mejor y que mirar es mejor que hacerse amigo de ellos. Además, sabe que si se presenta a ellos, será demasiado tartamudo como para que solo le digan sus nombres y lo vuelvan a ignorar.

Y él no quiere eso.

Jugueteando con el dobladillo de su camisa roja, los mira con envidia.

Pasaron unos minutos y los otros niños ya notaron su presencia. Algunos trataron de acercarse a él antes, pero los otros niños negaron con la cabeza y les dijeron que era mejor no asociarse con él porque era demasiado sombrío. Le dolió cuando escuchó esas palabras, especialmente porque eran la verdad.

El sol está a punto de ponerse, pero ni siquiera logró hacer un amigo. Dirigió su mirada al suelo, sus labios temblaban mientras sollozaba, triste por el hecho de que hoy también irá solo a casa. ¿Quizás debería traer sus juguetes la próxima vez? ¿Se acercarán a él entonces? ¿O debería ser él quien se acerque a ellos? ¡Pero tiene miedo! Parecen que no querían ser amigos de él.