- ¡Maldito gato, muévete!
El grito lo distrajo haciendo que perdiera la concentración por una fracción de segundo, el tiempo suficiente para que el híbrido de oso que tenía al frente logrará conectar un golpe en su rostro, desestabilizando lo aún más.
Podía escuchar los gritos eufóricos y las palabras de "aliento" que le daban todos en aquella habitación.
Lo odiaba, quería matar a todos y cada uno de los presentes en aquel lugar, decorar las paredes con sus restos o tal vez solo encerrarlos en aquellas jaulas como hacían con el.
Cuando pudo volver en si, se dio cuenta que tenia a su oponente encima de él listo para darle un zarpazo y acabar con su vida, pero antes de siquiera tocarlo, Aomine hizo uso de su velocidad para librarse dando una vuelta por el suelo hacia la derecha y luego levantarse de un gran salto dirigiendo sus afiladas garras a la yugular del contrario, logrando así un corte profundo haciendo que grandes gotas de sangre cayeran en su cara.
Su respiración estaba agitada, y las gotas de sudor mezcladas con los demás fluidos esparcidas por el rostro y mano le causaron una ganas horribles de vomitar.
Miro al oso contra el que se enfrentó tirado en el piso muerto y su corazón se apretó.
No quería, no le gustaba, odiaba tener que hacer eso cada noche, pero las reglas son simples su vida o la de ellos.
Y para ser sinceros, luego de un tiempo se dio cuenta de algo.
Nadie puede vencerlo, excepto el.
Sintió frío, mucho más que de costumbre, tal vez ya era invierno, por eso el frío era intenso y había más agua cayendo del techo. Las paredes no ayudaban en lo absoluto y dormir en el piso empeoraba su dolor de espalda.
menuda mierda.
Hizo el esfuerzo de levantarse quedando sentado, recargo su cabeza en uno de sus brazos usando su pierna derecha como soporte de ambas extremidades, tenía jaqueca, los gritos que sonaban le hacían doler la cabeza. y el sonido de uñas rasgar contra el piso causaba que los pelos se pusieran en punta.
Una puerta fue abierta y las luces encendidas, el resplandor daño sus ojos por un momento, él bajo sus orejas pegandolas a su cabeza y se tapó la cara con ambas manos ¿Hace cuanto que estaba en aquella oscuridad?
- Hola Daiki, ¿Como has estado?¿Me extrañaste?
Oir esa voz era asqueroso, sentía las náuseas recorrer su cuerpo para luego ser reemplazadas por ira, manteniendo sus manos en el rostro, Aomine soltó un bufido digno de un gato, mostrando sus afilados y largos caninos mientras arrugaba la nariz.
- Veo que no, eres muy cruel. Yo estoy intentando ayudarte y tú solo... Suspira... Eres una basura malagradecida, yo te saqué de las jaulas y así lo agradeces.
Estaba enojado, lo sabía por el tono en su voz y las claras expresiones duras el rostro demacrado por los años, lo observó coger una manguera grande y lo siguiente que sintió fue el doloroso impacto del agua golpeando en su cuerpo haciéndole gemir de dolor.
Iba a ser un día largo, lo sabía porque momentos después el tan conocido ardor del sedante hizo presencia en su pierna.
..
Despertó asustado, podía escuchar el palpitar de su corazón en los oídos, el sudor recorrer su frente y el entumecimiento del cuerpo haciéndole soltar un grito sin voz. La oscuridad no era nueva para él, pero definitivamente estaba en otro lugar, un dolor en las muñecas le hizo saber que tenía esposas alrededor de las mismas y el intento de levantarse mostrarle que sus pies de igual forma estaban atados.
Escucho personas acercarse y la adrenalina subió aun mas, el desespero hizo que tirara de sus muñecas con frenesí liberando sus manos pero a cambio dejando cortes profundos y dolorosos que mas tarde le pasarían factura, los tobillos fue lo mas fácil, rompió la cadena dejando los aros de aceros en cada pie.
Cuando estuvo completamente libre la puerta del lugar fue abierta dejando libre a un asustado y furioso animal, que se valió de toda su fuerza de voluntad para pasar a los guardas y salir del complejo.
Grande fue su sorpresa al ver que estaba e una especie de aeropuerto en medio de una selva, sin dirección alguna se adentro a la selva dejando a los sujetos de uniforme atrás.
Para cuando se dio cuenta estaba en medio de una selva perdido.
Y luego lo noto.... estaba perdido, pero era libre, al fin después de tanto tiempo, respiro con calma y observo el lugar, el grande de los árboles, los olores a su alrededor, los colores vividos y los aromas penetrantes de la naturaleza, se sentía relajado ante tantas sensaciones yde no ser por el ruido que escucho a sus espaldas hubiera seguido así por mucho tiempo.
Después de todo, ya había conseguido su libertad ahora solo tenía que pelear por mantenerla.