Capitulo 2

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Después de salir del local con Tetsu quiso primero pasar a comprar algo de ropa, no recordaba que el calor fuera tan sofocante, el saco rosa y los pantalones se apegaban a su cuerpo por el sudor y la hacía sentir pegajosa.

las calles seguían igual que la ultima vez que estuvo allí, las personas también seguian amables y animadas. Logro ver uno que otro híbrido, en su mayoría pájaros o especies exóticas de estos lugares. Fijo su mirada esta vez en su compañero el cual tenia un ligero sonrojo por el calor y una reluciente capa de sudor en la frenta, eso le causo una ligera sonrisa, aquel perrito si que lo debía estar pasando mal.

la temperatura corporal de los híbridos si bien era mas elevada que la de los humanos, también habían especies que tenían su temperatura aun mas alta, por ejemplo, la especie de Tetsu no estaba diseñada para este tipo de climas, le sorprendía que aun no se hubiera desmayado.

Tomo por el brazo al de ojos azules y lo guió a una tienda de ropa, una vez adentro tomo un vestido corto blanco y paso al probador, al salir se puso frente a Tetsu.

- ¿Que tal me veo? - dio una pequeña vuelta frente al siberiano causando que un gran sonrojo se extendiera desde las mejillas hasta las orejas, aun así no cambio su inexpresivo rostro.

- (Nombre)-san se ve muy linda. - Tetsuya no lo pudo evitar pero su cola se empezó a mover en señal de nerviosismo y sus orejitas se pegaron un poco a su cabeza. No estaba acostumbrado a tratar con chicas mayores, y ciertamente era un poco tímido con la gente nueva. Aun así, eso no evitaba que sintiera una gran curiosidad por la morena.

(Nombre) Se acercó y puso una de sus manos en la cabeza de Tetsuya para hacer una pequeña caricia.

- ¿Quieres un helado? 

Kuroko no supo que contestar en esos momentos, no era que le disgustaran los helados, pero ciertamente prefería un batido de fresas. La indecisión sobre aceptar el helado o pedir un batido más las caricias de la chica no lo dejaron pensar con claridad, pero llegó a la conclusión. No era una persona que se guardara las cosas y (Nombre) Le hacía sentir cómodo. 

- Prefiero un batido de fresa.

- Entonces un batido será.

Tal vez lo supo en ese momento cuando vio su sonrisa, gentil y sincera, puede que solo haya Sido como lo hizo sentir con una simple caricia, pero solo en ese instante comprendio, el porque la llamaron a ella para resolver el problema que había surgido una semana atrás.

’’Los híbridos fueron una noticia impactante al principio, llegando a ser tendencia de muchas formas. Los adinerados hicieron que tener uno como mascota fuera lo más maravilloso y encantador del siglo. Los primeros híbridos no eran tan exóticos, vinieron en su mayoría como perros, y gatos, con una personalidad tranquila y sumisa.

Eso en gran medida ayudo a la adaptación de los mismos, no sé puede decir lo mismo de los humanos, que hicieron que los híbridos recibieran el mismo trato que los animales de verdad.

Nadie sabe de dónde provienen exactamente, pero en cuanto aparecieron, la religión hizo de las suyas, acusándolos de ser aberraciones de la naturaleza. Los científicos también intervinieron, experimentando con ellos y creando nuevas especies, pasaron de solo haber perros y gatos, a existir híbridos de pájaros, ratas, leones, cualquier animal que pudiera existir.

Para que pudieran ser aptos y cumplir su papel como mascotas los sometían a arduas y rigurosas experiencias, teniendo como resultado la perfecta criatura."

Termino arrugando aquella revista en cuanto acabo de leer el artículo, no sé consideraba una persona sensible pero siempre que leía algo como esto no podía evitar que su corazón se estrujase y su estómago se revolviera hasta el punto de querer vomitar. Era tan injusto.

El menor debío haber notado como se sentía porque enseguida le ofreció un poco de su batido. 

- Gracias cachorrito. - estiró su brazo y agarró la bebida. 

Kuroko era amable, le sorprendi la facilidad con la que pasaba desapercibido, durante su recorrido por la tienda y la cafetería lo había perdido al menos cuatro veces, teniendo un susto las primeras dos al notar que simplemente estaba al lado suyo y ella no se dió cuenta.

- dime Tetsu, ¿De dónde vienes? - tenía mucha curiosidad de saberlo, por su acento se hacía una idea de su lugar de origen, pero quería estar segura.

Tomo la pajilla en su boca para sorber un poco del batido y regreso su vista al joven a su lado. Kuroko pareció meditarlo un poco, y aún que su cara no demostró nada, le hizo gracia el ver cómo su cola era muy expresiva.

- Solía vivir en un refugio en Japón hasta que tu padre me adopto. 

- Así que mi padre fue quien te trajo aquí, debió ser muy duro. - Solto una pequeña risa y le devolvió el batido.

- El clima es lo más problemático, pero tus padres y hermano son muy amables. 

Recibió el recipiente, paso su antebrazo por la frente y desvío su mirada de la muchacha, tenía una mirada muy penetrante.

- Ya veo - fue lo último que dijo antes de dirigir su mirada al frente alcanzando a ver qué no falta mucho para llegar a la casa de sus padres.

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Cuando llegaron el primero en recibirlos fue Natsuo con un eufórico abrazo, la joven solo atino a devolver le el abrazo y revolver sus cabellos.

- Pero mira que pequeño estás, no has crecido nada - (Nombre) Soltó una carcajada mientras que su hermano no podía estar más indignado con aquella observación, era obvio que había crecido, se media todos los días para comprobarlo. Su hermana sin dudas era muy molesta.

- ¡Sigues igual de molesta! Por eso prefiero a Tetsu como mi hermano. - Natsuo solo pudo apartar la mano de (Nombre) e ir corriendo hacia Kuroko buscando refugio.

- Natsuo, no le digas molesta a tu hermana - los tres dirigieron su mirada a la puerta por dónde venía una señora de edad, con ojos amables y gentiles iguales a los de (Nombre) 

Su madre en definitiva seguía igual que siempre, con unas arrugas de más, pero conservaba la misma aura de amabilidad.

Animal Instinct [KNB] [Aomine Daiki x Reader][HIATUS]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora