Capitulo 4

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(Nombre) se levantó rápido, logrando  marearse un poco y dirigiendo su vista al híbrido.

Pudo notar mejor su vestimenta y la camisa que llevaba estaba rota en la parte de su abdomen dejando ver la definición en la musculatura del contrario y haciendo que se sonrojara.

- Vamos, por aquí. - se acercó a la madriguera tomando al cachorro consigo para evitar que aquellas personas que perseguían al contrario pudieran hacer algo al animal.

Apresuraron el Paso sin llegar a correr, (Nombre) guiando siguiendo las marcas en el camino y teniendo cuidado de no hacer mucho ruido para que quien quiera que fueran esas personas no los estuvieran siguiendo.

...


No tardaron en llegar a una casa bastante grande, que contrastaba hermosamente el negro con el café. Con forma piramidal la casa también contaba con una parte extra normal, una cancha de baloncesto y una pequeña tarima. Por dentro la casa era más de lo que esperaba, en definitiva era preciosa, los muebles, los cuadros con formas abstractas o de flores, la lámpara de la sala, todo era encantador. Se sintió embelesado por el lugar, tanto así que contuvo su respiración del asombro y en cuanto volvio a inhalar un aroma a  canela inundó sus fosas nasales. Tuvo unas inmensas ganas de ronronear como un gato casero pero se contuvo para seguir con su imagen de animal salvaje.

Noto una mirada encima de él, frunció el seño, desvío la mirada a una esquina de la casa fingiendo estar muy entretenido, y alejo cualquier pensamiento de simpátia hacía el lugar.

-¿Que miras mocosa? - la cara de ella paso de una curiosa a una de desagrado.

"Se cortés" se dijo así mismo. ella lo salvó y tenía que pagarle.

Solo por ese mismo hecho sé sintio un poco mal por sonar como un desagradecido, pero claro, su parte grosera no se iba ni aún que quisiera.
No le gusto mucho lo que dijo, se mordió la lengua y recriminó mentalmente por la palabra mocosa pero aún con todo no demostró arrepentimiento.

- Tengo nombre sabes y además, dudo mucho que seas mayor que yo. - Vaya que era muy confiada, darle la espalda a un desconocido, no era algo que muchos harían. Y a pesar de que Aomine hasta hace poco tenía la clara intención de lastimar la eso a ella no parecía importarle demasiado en ese momento.

- Poco me importa saber cuál es mocosa. - Y de nuevo su gran bocota hacía presencia.

Joder si que es difícil.

A (Nombre)  le entraban unas ganas enormes de ahorcarlo cada vez le dice mocosa. El chico si que era un grosero, ni siquiera le había agradeció por ayudarlo a huir de esos tipos.

Volvió a mirarlo sobre su hombro fijándose en lo alto que era, le recordó a los jugadores de la NBA que veía en la televisión, se concentro en su rostro, como juntaba las cejas ligeramente, el puchero casi imperceptible en sus labios y la vista perdida que le daba al lugar, no lo conocía pero tenía la sensación de que ese chico era especial.

Se veía bastante relajado a pesar de que ella estaba segura que tenía unos problemas muy grandes, quería ayudarlo pero para eso necesitaba que el le contará la situación, por eso lo importante ahora era que se sintiera cómodo.

- ¿Tienes hambre? - Lo había estado mirando un rato y la pregunta salio natural. No sabía cuántos días llevaba sin alimentarse.

Aomine se sentía un poco incomodo y esa pregunta de la nada lo sorprendió un poco, es cierto, no había comido nada en todo el día. Pero le sorprendía mucho que ella le ofreciera algo.

No hizo falta que el contestará. Entre tanto silencio un sonido gutural interrumpió, ese era el estómago del moreno.

El híbrido se sonrojo y cubrio la mitad de su rostro con una de sus enormes manos. No era necesario, su color de piel ayudaba a camuflar mucho pero aún así fue algo completamente automático.

Escucho una pequeña risa que lo estaba invitando a soltar un chillido tímido, como la rabieta de un niño pequeño a su madre porque se burla de él.

La risa de ella era contagiosa, no le desagrada, llegó a pensar en querer escucharla todo el día, porque en el momento en que ella rio sintió una sensación en su pecho cálida. Un sentimiento ridículo ya que sus "cazadores" todavía estaban allá afuera aguardando al más mínimo error.

Se sintió como un payaso y queriendo imponerse levanto la cara para decirle unas cuantas palabras.

- Eres una...

Vaya... Se quedó con la palabra a medias, y su ojos se enfocaron en el rostro contrario, sus mejillas ligeramente rojas, sus ojos cerrados con una lagrimita cayendo, y la luz que emana su rostro lo dejo perplejo. De verdad que era muy bonita.

(Nombre) termino de reír y con una mano en el estómago se dirigió a la cocina, no sin antes dejar al cachorro envuelto en una manta encima del sofá.

No sabía que comían ese tipo de híbridos así que haría una hamburguesas, no debía ser tan malo, después de todo el es carnívoro.

...

Una vez que terminó puso tres en un plato y una en otro plato. Su camisa estaba llena de salsa y gotas pequeñas de aceite, no le dió importancia y salió para encontrar se con una escena muy tierna.

Aomine estaban sentado acariciando el lomo del cachorro mientras que este estaba en sus piernas ronroneando.

- ya está la merienda. - se sentó en la silla mecedora de la sala no sin antes pasarle el plato a su invitado, quien no dudo ni un segundo en devorar todo.

- Para que te pueda ayudar necesito que contestes algunas preguntas ¿Puedes? - era fundamental que la informará de su situación para así ella poder saber cómo actuar y que medidas tomar.

El moreno se quedó callado unos minutos, temía que si le decía en los líos que estaba ella se asustara y no quisiera ayudarlo, no quería volver a su anterios vida, quería libertad.

Y cuando estaba a punto de hablar la puerta sonó.

Animal Instinct [KNB] [Aomine Daiki x Reader][HIATUS]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora