𝔠𝔞𝔭í𝔱𝔲𝔩𝔬 2

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La cafetería se llenaba de alumnos haciendo fila, riendo, conversando, mirándose entre ellos, despreocupados

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La cafetería se llenaba de alumnos haciendo fila, riendo, conversando, mirándose entre ellos, despreocupados. Taehyung imaginaba cómo le vería alguien desconocido, quizá como un chico bueno, de buenas notas, de vida perfecta, que estudiaría una ingeniería muy bien pagada al terminar el instituto, y tendría dos hijos y un perro, pero eso estaba muy alejado de su verdadero ser. Entonces imaginó que cada una de esas personas era un mundo, que aparentaba ser algo, pero siempre terminarían siendo algo completamente distinto, entonces sintió curiosidad. Quería conocer más gente, y aportar algo en otras vidas, pero eso nunca pasaría con su personalidad, por alguna razón no podía ser él mismo y agradarle a la gente, eran dos conceptos completamente incompatibles, pensaba que no existía un ser humano que pudiera hacer eso.

Entonces su mirada volvió a él.

Taehyung notaba a una persona imposible de predecir, transparente, destacaba del resto ante sus ojos por una razón que desconocía. Aquel chico tenía lo que él nunca podría, esa personalidad tan extrovertida, se llevaba bien con todo aquel al que se le acercara. Pensó que sí existía un ser humano que pudiera hacer lo que él anhelaba, ser aceptado. Tenía grandes ojos, su sonrisa deslumbrante y perfecta, sus hoyuelos, su cabello castaño cayendo sobre sus sienes de forma celestial, nunca hacía nada desagradable para la vista.

Ese chico parecía irreal, Taehyung lo miraba desde el comienzo del semestre, desde que entró a la biblioteca mientras él se quedaba a estudiar hasta tarde para los exámenes finales, soltó un "hola, señorita Ham, ¿cómo está su gata Mon?" de una forma cautivadora. Desde entonces, cada vez que se lo encuentra, le es inevitable mirarlo, verle mientras hablaba era una actividad jodidamente adictiva para Taehyung.

Ese chico tan amable intercambiaba risas y palabras con sus amigos sentado sobre la mesa en el grupo más sociable y conocido del instituto.

Estaba tan ocupado admirándolo, que no se dio cuenta de que su amigo le contaba su vida con emoción sentado a su lado. "Oh, mierda, de qué me perdí ahora".

—...y entonces mi papá dijo "iré a botar a ese gato al cerro", pero siempre lo dice y piensa que nadie lo ve hablándole como bebé y acariciando su barriga cuando se sienta en el sofá—.  Jimin mascó un pedazo de pan con expresión aburrida.

"Cómo le digo que no escuché nada", pensó.

—¿Tu padre quiere botar a Ronromeo? ¿Por qué? —dijo exaltado y desconcertado.

—Am... Taehyung, te lo acabo de explicar, ¿no me escuchaste? —preguntó indignado, Taehyung sabía qué seguía.

—Perdóname, Jimin, es que... estaba perdido en mi cabeza de nuevo.

—¿Acabo de relatarte como toda mi vida en tres minutos y no escuchaste nada? —. Le miró abriendo sus ojos incrédulo. —¿Sabes la capacidad de síntesis que hay que poseer para hacer eso? Deberían darme un Nobel o algo así.

My Biggest Enemy | 𝙺𝚘𝚘𝚔𝚟Donde viven las historias. Descúbrelo ahora