𝖈𝖆𝖕𝖎𝖙𝖚𝖑𝖔 7

300 26 8
                                    

Esa mañana Jungkook se levantó unos minutos tarde, su cerebro se rehusaba a funcionar como debería luego de haber estudiado hasta tarde la noche anterior. Había tenido otra especie de laguna, a penas recordaba lo que había hecho antes de dormir. Ya casi se acostumbraba, su cerebro era difícil de entender, se bloqueaba cuando más necesitaba pensar y funcionaba cuando menos necesitaba hacerlo.

Soltó una maldición al ver su aspecto, parecía realmente cansado. Vio la hora. Mierda, llegaba tarde. Corrió a la ducha, lavó sus dientes, arregló su cabello y usó lo primero que le pareció medianamente decente. Mientras tomaba su mochila pensó en que debería tomar el autobús si no quería que su madre se entere de su falta, le diría al chofer que lo llevaría un amigo. No soportaba la idea de ser irresponsable, comenzaba a sentir su estrés de la noche anterior, recordó la crisis que lo llevó a estudiar hasta el cansancio.

Solía pasarle unas cuantas veces, podía parecer que no le importaba, pero le dolía mucho ver el rostro de decepción de su madre. Su madre, una mujer exitosa e inteligente, tan poderosa y adinerada por sus propios méritos, adulando a su perfecto hijo mayor y su maravillosa hija menor, de perfectos modales y aspiraciones prometedoras. Y luego estaba él... el niño callado, que un día se volvió en alguien impulsivo, muy desobediente e inquieto. Jungkook sentía esa punzada en el corazón al notar la vergüenza en el rostro de su madre al nombrarlo, y cada vez que se esforzaba por cumplir con sus expectativas, terminaba arruinándolo con su entusiasmo y torpeza.

La única forma en que podía sentirse un poco notado en aquella casa gigante, era por sus notas sobresalientes. Ese promedio perfecto era lo que lo hacía ser alguien para su madre... y para su familia. No sabía qué sentía exactamente, solo que odiaba la expresión de su madre, se odiaba por provocarla y sobre todo odiaba estar existiendo cuando el revoltijo en su cerebro comenzaba después.

Anoche solo había sido otra de esas veces en que perdía el control, solo leía y leía absorbiendo la mayor cantidad de conocimiento vacío que pudiera, sin entender realmente qué pasaba por su cabeza, terminaba agotado, teniendo pesadillas más fuertes que sus recuerdos. Le había pasado dos veces antes, pero jamás con tal intensidad. Le dolía la cabeza.

Ahora no importaba, estaba llegando tarde y no se podía permitir ensuciar su perfecta asistencia. Caminaba a paso apurado hacia la estación más cercana, quedaba a unos minutos de su casa, según el GPS de su celular. Eran muy pocas veces las que había subido a un autobús, no recordaba muy bien el camino a la estación, y su celular no ayudaba. Caminaba por una calle estrecha, los rayitos del sol comenzaban a derretir la delgada capa de hielo sobre el césped y eso lo distrajo, por un momento imaginó lo genial que sería existir sin pensar y sentir los ciclos de la vida como una planta, ¿las plantas anhelarían su vida como él anhelaba la suya?... era estúpido-...

La última vez que había tomado el autobús se había encontrado con Kim Taehyung y realmente esperaba no volver a hacerlo. Su mente estaba lo suficientemente revuelta. Ese chico se esmeraba en superarlo desde primaria, solo aparecía cuando Jungkook quería algo con fuerzas y simplemente le hacía las cosas más difíciles. Desde pequeño no entendía por qué no podía simplemente hacerse a un lado, Jungkook pasaba semanas esmerándose por alcanzar una nota que a Taehung solo le tomaría un día aprender, y eso le fastidiaba. Sin embargo, a pesar que era increíblemente fastidioso, era soportable, podía con él y no era su culpa ser un cerebrito después de todo.

El verdadero problema comenzó en sexto grado, cuando escuchó por accidente a Taehyung hablar mal de uno de sus mejores amigos, dijo cosas que en ese momento parecieron horribles e irreales, entonces su furia creció. Lo enfrentó, y desde ese día comenzó a detestar el solo hecho de oír su nombre, alguien que juzgaba a sus amigos se volvía automáticamente su punto de mira. Si había algo que no soportaba, era que intentaran lastimar a la gente que amaba. Ese niño impulsivo creció, cambió, pero no olvidaba la impresión que tenía de Taehyung, era alguien que definitivamente no le interesaba conocer.

My Biggest Enemy | 𝙺𝚘𝚘𝚔𝚟Donde viven las historias. Descúbrelo ahora