capítulo 10

214 25 5
                                    


Finalmente era viernes, y a pesar de que Taehyung ansiaba sus cómodas cobijas, tenía que ir a cumplir su castigo. Esta vez era al otro lado del instituto, la sala de niños pequeños, al parecer las que más atención necesitaban. No le habían dicho cuál era su tarea, pero supuso debía ordenar y limpiar, como la vez anterior. No sentía una pisca de entusiasmo.

Esa mañana se había acercado a Jungkook durante el receso, solo para aclarar las cosas. Lo encontró en su casillero comiendo. Apenas lo vio, se acercó demasiado decidido.

"-Escuchame, no me interesa ser tu amigo, no me importa tu actitud extraña y no quiero que seas amable. No me interesa conocerte ni solucionar nada, porque simplemente no me agradas, y no me agradarás, porque no hablaremos. ¿Está claro? -dijo tan claramente que casi queda sin aire.

Jungkook quedó con su waffle en la mano, sin comprender mucho. Taehyung se percató de los dos chicos a su lado.

-Wow... no seas tan duro, pobrecito -dijo un chico alto. -Me caes bien, soy Jin-. Extendió su mano, Taehyung correspondió su saludo y se fue."

No se arrepentía, se pasó mucho tiempo pensando, y debía ser directo, claro, conciso. Ahora compartiría castigo con él, y ya no tendría que lidiar con cosas raras.

Cuando llegó a ese espacioso jardín con una tierna decoración y olor a crayones y hojas, la orientadora lo esperaba en la puerta. Jungkook no estaba. Como siempre, llegaba tarde.

-Hola Taehyung, que bueno verte, ¿cómo estas? -le preguntó la chica con una sonrisa dibujada en la cara.

-Hola... pues podría estar tirado en mi cama ahora, eso responde a su pregunta. -respondió sin entusiasmo en su voz.

Ella soltó una carcajada cortés, Taehyung sonrió.

-¿Usted está bien?

-Siendo tan sincera como tú, ahora podría estar solucionando problemas importantes, que tienen que esperar porque dos chicos se pelearon por decirse "tarado" -. Eso había sido una respuesta dura para Taehyung. Él rió.

-Touché.

De pronto sintió pisotadas cada vez más cerca. Al voltear vio a un Jungkook agitado casi chocando contra él.

-Llega tarde, Jeon.

-Lo siento, el perro se comió mi tare-... ay así no era... -respondió apenas respirando. -... mi tarea no subió el cerro, o se lo comió. Digo... el camarón que se duerme sabe más por viejo que por diablo, algo así.

La orientadora subió una ceja y continuó hablando.

-Bueno, les tengo buenas noticias.

Miró a Jeon de reojo, vestía una camisa a cuadros mucho más grande que él, un pantalon negro holgado y se peinaba el cabello aún un poco agitado. Hoy se veía distinto, escuchaba a la orientadora con atención.

-Estuve viendo sus horarios, y en vista de que es el último día antes de fin de semana, y de que hoy tuvieron dos horas de gimnasia, decidí que no van a limpiar aulas.

-¡¿En serio?! usted me cae bien -dijo Jeon.

Esperaba haber escuchado bien, era genial.

-En cambio, les daré otra tarea -. Hizo una pausa que se sintió de esas que dan en los programas de talento antes de anunciar al ganador. Infinitas. -Serán asistentes del kinder por sus dos horas de trabajo.

Jungkook abrió los ojos a más no poder, pareció no gustarle mucho la idea.

-¿Segura que no necesita que ordenemos su despacho? -Dijo Jungkook. -Sé ordenar papeles por orden alfabético.

My Biggest Enemy | 𝙺𝚘𝚘𝚔𝚟Donde viven las historias. Descúbrelo ahora