Planeta Vegeta
Despertó temprano en la mañana como siempre acostumbraba a hacerlo, vistió con su traje de exploración, y revolvió sus cabellos turquesa de mala gana. Una dulce sonrisa se escapó de entre sus labios, sintió un escalofrío recorrer su cuerpo, las mariposas en su estómago no tardaron en hacer lo suyo, sus mejillas comenzaban a acalorarse por el simple e inocente pensamiento en el cuál él era el protagonista.
Aún le resultaba increíble todo lo que ése hombre causaba en ella. Sin embargo a nadie se lo haría saber, aquellos sentimientos prefería guardarlos para ella misma.
Esperaba encontrarse con sus compañeros en el comedor antes de comenzar con el entrenamiento, era temprano para comenzar con aquello. Pero más fervor le ocasionaba saber que en algún momento de la mañana se toparía con su mejor amigo desde la infancia. Suspiró profundamente al imaginar aquellos ojos grisáceos traspasar en los suyos cafés, sacudió su cabeza recobrando el sentido y caminó sin prisa hasta encontrarse con la entrada al comedor.
Su corazón dió un brinco, sabía que al traspasar esa puerta lo encontraría, sin embargo mantuvo la compostura, las cursilerías no son lo suyo. Suspiró una última vez antes de abrir las puertas de par en par, algunos voltearon a ver, otros simplemente siguieron con lo suyo.
Buscó con la mirada a sus compañeros, quiénes siempre se agrupan en la misma mesa todos los días.
—¡______! —reconoció la voz de Nappa de inmediato.
Sonríe ampliamente al encontrarlo con la mirada, justo frente a ella se encontraba el escuadrón de Bardock quienes estaban atragantados con un pedazo de pan, y justamente en la mesa de al lado finalmente dió con aquellos ojos que con tanto ímpetu ansiaba encontrarse. Sus nervios comenzaban a aumentar en demasía, una simple mirada suya bastaba para provocar mil y un cosas en ella, por más que intentara evitarlo.
Narra _____:
—¡Buen día chicos! —intenté disimular saludando con alegría al acercarme a la gran mesa. Fui recibida con un cordial saludo de parte de todos ellos, menos de Vegeta, quién solo soltó aquél típico chasquido de lengua, aun sin apartar su vista de mí.
—Te guardé un lugar, mocosa —fue la menera en la que él me recibió.
—G-gracias, Príncipe —titubeo aún con rubor en mis mejillas. Tomé el asiento que se me había reservado.
—Oye, Vegeta —balbuceó uno del equipo élite atragantado con comida. Rápidamente los ojos del príncipe se desviaron hacia su compañero—, deberías tratar a tu amada con más cariño, ¿no te parece, _____? —se dirigió hacia mí, aún con su boca llena de comida, su codo chocó amistosamente con mi brazo.
—¡O-oye! —solté avergonzada en demasía. El susodicho soltó una estruendosa carcajada escupiendo comida a Nappa, quien se encontraba en frente.
—¡Oye, sabandija! —un solo grito del príncipe Vegeta bastó para que todos miraran interesados, él pasó su brazo por detrás de mí para golpear con fuerzas la cabeza del entrometido— ¡deja de escupir tus porquerías por todos lados!Mientras los demás en la mesa lloraban de la risa, Nappa limpiaba los desechos de su rostro con un pañuelo blanco mientras el otro tipo tosía desesperadamente, el golpe había provocado que se atragantara más de la cuenta.
Me reí suave.
El hacerme reír es natural en ellos, aunque ni siquiera tengan ese propósito en mente.
—Hoy estás mas gruñón de la cuenta —soltó el de la élite luego de recobrar la compostura— no me digas ¿el Rey Vegeta te dejó la montonera de papeles otra vez? —indagó en tono burlón, Vegeta solo se limitó fluminarlo— Mala suerte para ustedes —se dirigió a nuestro equipo—, un Príncipe enojado significa el doble de entrenamiento —anticipó, todos bufaron con agobio.
—Oye, ___ estás muy callada hoy —clavé mi mirada en los ojos de Nappa quien había llamado mi atención.
—Solo me limitaba a escucharlos —sonreí.
—¿Sabes? Hoy estoy listo para hacerte pedazos en el entrenamiento —varios escondieron sus rostros tras oír aquello, los conozco en demasía como para decir que intentan ocultar aquellas muecas de risa.
—Acabarás en el suelo como todos los días —aseguré.Miré de reojo buscando llegar a aquellos ojos oscuros que tanto me fascinan, el correspondió a mi mirar, aquellos ojos prevalencían frívolos y apáticos, pero con el correr de los años aprendí a mirar más allá de esa simple demostración de desinterés.
Entendí que para comprender al Príncipe debía comprender también su mirada, discernir cada pequeño detalle. Y en el fondo, a pesar de disimularlo para los demás descubrí que me miraba con ternura.
Bajó uno de sus brazos que descansaban sobre la mesa de roble, su mano rápidamente se encontró con la mía más pequeña para acunarla con terneza.—¡Imbécil! sabes perfectamente que _____ te vencería con los ojos vendados —masculló un soldado de la mesa de al lado—, el Príncipe Vegeta tendrá que intervenir como siempre.
—¡No te metas en donde no te importa, idiota! —bramó el grandote a mi lado.Las risas de todos retumbaron de nuevo en el comedor. Algunos de los soldados volteaban a nuestra mesa para observar, el principe Vegeta solo se limitaba a analizar la situación mientras daba caricias a mi mano disimuladamente, haciéndome disfrutar de aquél cálido roce.
—Oigan oigan, ya que Nappa desea tanto un combate con _____, ¿por qué no lo hacemos un poco más interesante? —Habló Raditz finalmente.
—¿Que propones? —Nappa le siguió el juego.
—Mmm —su rostro descansó en sus manos mientras pensaba en alguna respuesta, todos le miraban con atención— ¡una apuesta!
—¿Que apostaríamos? —pregunté curiosa.
—Eso lo discutiremos luego de que te venza —respondió Nappa desafiante.
—Déjense de tonterías —interpela el Príncipe poniéndose de pié abruptamente—. No habrá entrenamiento el día de hoy.
—¿¡Qué!? —dijimos todos al unísono.
—¿Por qué motivo se cancelaría el entrenamiento? —cuestióne levantándome de mi asiento para quedar frente a él.
—Órdenes del rey —se limitó a decir.La mayoría no tardaron en festejar, normalmente un día libre para un soldado Saiyan es mucho pedir, y que haya sido una decisión del Rey Vegeta dejaría a todos satisfechos hasta mañana. Fue cuestión de segundos para que todos abandonaran el comedor, lo más común es que quisieran compartir tiempo con sus familias y pasar tiempo en casa.
Esa claramente no era mi situación.
No me iría hasta saber exactamente que es lo que está sucediendo aquí.
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Cuando No Te Recuerdo - Vegeta x Lectora
FanficElla es destreza, Entonces un día él se volvió su determinación. Ella bailaba torpemente, Y un día el lideró sus pasos. Ella era la fantasía, Aunque con él encontró algo de sensatez. Ella quería recorrer el mundo. El la acompañaría hasta el final de...