Capítulo 3

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Ambos remontan vuelo alejándose de la corporación cápsula. Goku le comenta a Vegeta lo emocionado que se siente tras haber notado ese Ki acercarse a la tierra, anhela con cada fibra de su ser el combatir nuevamente contra un fuerte adversario. Sin embargo Vegeta mantiene la compostura, o al menos eso es lo que intenta.

Aunque por dentro el mismo sabe que era incapaz de hacerlo. Se siente ansioso, y un extraño presentimiento inunda cada parte de su cuerpo.

Finalmente llegaron al lugar del estruendo, un enorme cráter se había formado debido a aquella explosión.

—¡Bajemos a investigar! —propuso Goku de inmediato.
—No siento ninguna especie de energía, es una pérdida de tiempo que bajemos —se excusa Vegeta.
—¡Vamos! ¡Tu mismo sabes que hay ciertos enemigos capaces de esconder su ki! ¿Qué tal si es uno de ellos? —contraataca, dejando a su compañero sin excusas.
—Haz lo que quieras, Kakarotto. Pero más te vale que no me hagas perder mi tiempo —se cruza de brazos disgustado.

Goku sonríe victorioso, ambos descienden hacia el suelo con lentitud, atentos a todo lo que sucede a su alrededor. El lugar parece estar desolado, sin embargo a medida que se acercan a aquél cráter fueron capaces de divisar algo en su interior.

—¿Ves eso? Parece una especie de cápsula —dice Goku seriamente.
—Eso es imposible —manifiesta pasmado al encontrarse frente a frente con dicha nave—, a estas alturas creí que ya no existían cápsulas de ataque.
—Ahora que lo pienso, tu llegaste a la Tierra en una de estas cosas ¿No es cierto, Vegeta? —cuestiona golpeando la cápsula suavemente.
—Ímbecil, tu también llegaste a la Tierra en una cápsula —Goku simplemente ríe dándole la razón a su compañero.
—No consigo ver nada a través del cristal —informa acercándose para ver mejor, aunque el vidrio está completamente polarizado.
—Las cápsulas de ataque utilizan alta tecnología, se usaban en piloto automático, quizás no haya nadie dentro —arguye con la intención de convencer a Goku de marcharse de allí, dándole la espalda a la nave.
—¡Conseguí abrirla! —exclama tras un chirrido de una compuerta— ¡Vegeta ven aquí rápido!
—¿Qué quieres ahora, Kakaroto?  ¡Deja de jugar con esa cosa y vayamonos de aquí! —finalmente se impacienta volteando nuevamente hacia la cápsula ya abierta.

Y en cuanto sus ojos se clavaron en la nave estrellada se siente desvanecer. Nuevamente lucha por mantener la compostura, aunque esta vez le fue imposible el conseguirlo.

—¡Es una saiyajin! —clama Goku medio alegre y preocupado a la vez.
Ver el cuerpo inconciente de una saiyajin no es algo que se ve todos los días.

Goku se acerca a la pequeña complexión de la mujer, viste con el antiguo traje que usaban los saiyans para realizar exploraciones. Lleva puesto el típico scouter que usaban en aquellas épocas, y su cola se aferra al rededor de su cintura.
El cuerpo de Vegeta quedó petrificado al presenciar aquella escena. Aunque intenta moverse sus músculos no eran capaces de reaccionar de la forma que él quería. Fue hasta que Goku intentó tomar a la mujer en brazos con la intención se sacarla de la cápsula.

—¡No te atrevas a tocarla, Kakarotto! —interviene de mala gana apartándolo bruscamente de la nave.

—Oye, tranquilo, Vegeta —reacciona Goku ante el extraño comportamiento de su compañero—, ¿A caso conoces a esta muchacha?

Vegeta ignora olímpicamente las preguntas de Goku, solamente quiere cargar a la mujer en sus brazos.
La saca delicadamente de la cápsula, su cuerpo es extremadamente liviano, algo que el sí recordaba muy bien. Mientras la sostiene con sumo cuidado, con su otra mano quita sus cabellos turquesas de su rostro, es entonces cuando su corazón se detiene.

Ya no hay duda alguna, se trata de su querida ______.

—¿Qué está pasando aquí?  —Vegeta reconoce la voz de su esposa detrás, junto con la presencia de Krillin y los demás.

Bulma queda impresionada al ver a Vegeta arrodillado en el suelo sosteniendo a una mujer desconocida en sus brazos. No solo Bulma, sino que todos sus amigos se quedaron atónitos ante aquella situación.

Sin embargo a él poco le importa lo que suceda a su alrededor en estos momentos. El mundo podría estar colapsando, pero simplemente se dedica a aferrarse con fuerzas al pequeño cuerpo la guerrera saiyajin, reposando su frente sobre la de ella.  Y sin el poder evitarlo, se vio desconsolado, derramando sus lágrimas sobre su pequeña complexión.

Rompe en un llanto descomunal por todas las veces que no lo había hecho en estos dieciséis años. Miles de pensamientos se le vienen a la cabeza, aunque es completamente incapaz de tomar las riendas de lo que su corazón siente en esta ocasión.

Nunca pudo cuando se trata de ella, y los demás se dedican a contemplar de forma incrédula como el arrogante príncipe de los saiyajin se comporta de forma tan débil y vulnerable.

—Bulma —habla finalmente al encontrarse más sereno, sin despegar la vista de la mujer inconsciente— prepara el laboratorio, debes asistirla de inmediato —ordena. Bulma queda rígida en su lugar, intentando discemir las palabras de su esposo— ¡No te quedes ahí parada, haz lo que te pido!
—¡S-si! —es lo único que pudo responder.

Cuando No Te Recuerdo - Vegeta x LectoraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora