Requiere de mucho, mucho esfuerzo, tener un corazón de piedra, o, al menos, aparentar tener uno. El principe Vegeta lo sabía mejor que nadie; su inquietud es tan difícil de sobrellevar... pero a simple vista, pareciera como si nada le importase.
Pero en esta ocasión, es meramente suficiente mirarlo de reojo, como para notar que algo no anda bien con él. Que esta vez, no le importaba el hecho de que la gente de su entorno supiera, que daría su vida a cambio de la suya.—Vegeta... —susurró su esposa a sus espaldas.
—¿Qué quieres? —preguntó totalmente desinteresado, sin siquiera voltear a verla.
—Deberías descansar un poco —lo mira apenada—. Llevas horas sentado al lado de esa camilla, debes saber que ella no va a despertar todavía.
—Lo hará en algún momento —se limitó a responder.
—Pero... Es mi cumpleaños —musitó acongojada.Con una horrible sensación en el pecho, Bulma se marchó, tras comprender que el no se despegaría de ese asiento.
Le dolía tanto en el alma que su marido no la acompañara en una fecha tan importante,
que parecía que un fuego se hubiera instalado a vivir crepitante tras sus costillas.
Y a medida que el tiempo avanza, y sigue sin conseguir algún tipo de explicación sobre lo que pasa, aquél fuego acaba haciendo que el cuerpo entero, se entregue más a la decepción, que al acto de vivir persiguiendo su matrimonio.[•••]
Los días pasaron, y aquella jóven aún no conseguía despertar de su sueño profundo. Bulma esta cada vez más convencida de que existe una gran posibilidad de que no lo haga, intentó convencer a Vegeta de aquello, pero el aún así, permanece allí sentado, a la espera de encontrarse con los ojos de ella, como tanto lo había anhelado por años.
—Era tu novia, ¿verdad? —Decide romper el hielo.
—¿Q-qué? —pregunta nervioso— que tonterías dices mujer —la mira con cólera.
—Entonces explícame por qué no te has movido de esta habitación en días —ambos se miran con rabia. Él guardó silencio por pocos segundos, hasta que finalmente cedió.
—Ella formaba parte de mi escuadrón en nuestro planeta —explicó tras un fuerte suspiro.
—Y, tus pesadillas...
—¡No me presiones! ¡Estoy tratando de explicártelo todo! —increpa— no es fácil para mi... hablar de esto —desvía su mirada hacia la mujer inconsciente.
—Supongo que era un miembro muy importante en tu escuadrón —deduce rápidamente.
—Fue la única mujer que se reclutó en todo el cuerpo de exploración de mi planeta —se expresa con total seriedad.
—Que increíble —sonríe asombrada—. De seguro era una mujer muy fuerte.
—Lo es —corrige. Fue cuestión de tiempo para que la habitación se viera envuelta en un silencio incómodo.
—Estaré... en la cocina con Milk, por si me necesitas —informa servicial. Deposita un pequeño y silencioso beso en la mejilla de su esposo, para luego darse la vuelta y marcharse.
—Bulma —le llama.
—¿Ah? ¿S-si? —voltea a mirarlo.
—Gracias.
—Claro —sonríe, y se marcha.Vegeta agacha la mirada hacia el suelo, suspirando con alivio.
Quizás el haberle comentado a Bulma parte de su pasado, no fue tan malo como el pensaba.—Mhhhm —Un diminuto, pero aún así sonoro quejido retumbó en la habitación.
En todos sus años como guerrero, es la primera vez que Vegeta experimenta un miedo profundo, tan profundo, que se había quedado con la mirada clavada en el suelo, con los ojos abiertos a más no poder, su cuerpo rígido batallaba para levantarse y componerse, pero el temor lo había dominado por completo.
—Mhm... —se oyó de nuevo.
Finalmente se armó de valor para levantar su rostro, buscando con desespero a la mujer que allí permanecía dormida, y fue en ese momento, cuando sus miradas se encontraron, después de dieciséis años.
—No puede ser —sonríe ella emocionada— por fin te encontré...
Él permaneció petrificado, sin siquiera poder responderle. Había esperado tantos años por este momento, y ahora que al fin llegó, a penas sabe que es lo que debe decir.
Entonces simplemente se dedicó a verla brillar en el espejo de sus pupilas, con amor, pasión, deseo y tanta locura,
que como un juego del destino... Se sentía atrapado al verla de nuevo, a ella, toda adorable, toda coqueta, como siempre lo había sido.—Oye —le murmuró ella con dulzura— ¿Ni siquiera vas a saludarme? —preguntó aún adormilada.
Vegeta no pudo resistir ni un minuto más, y se lanzó hacia ella para envolverla en un fuerte abrazo. Ella rodeó su cuello con sus brazos, escondiendo su rostro en el hombro de él, y aunque hubieran pasado mil años, el reconoció su dulce aroma.
Vegeta aún no podía encontrar las palabras exactas, sin embargo, un nudo en su garganta y una presión en su pecho comenzaron a molestarle.
—Lo lamento —habló finalmente entre sollozos.
—No fue tu culpa, nada de lo que pasó lo fue —se aferró más a él.
—Yo te busqué, te busqué pero no pude encontrarte —le explicó atormentando por sus propios recuerdos.
—Príncipe Vegeta —él sintió una chispa en su interior al oirla pronunciar su nombre, y apartándose lo suficiente para poder ver su rostro, ella lo sostuvo con ambas manos—. Todo está bien —le sonríe. Una diminuta mueca de alegría que ella le brindara, sería suficiente para poner de cabeza su mundo entero. Y luego de asimilar que la espera al fin había terminado, ambos rompieron en llanto tras haberse quitado tanto peso de encima.
—Ahora intenta dormir —carraspea, intentando aclarar su voz—, nos esperan muchas cosas y debes descansar para recuperar energías.
—Quédate conmigo, por favor —le suplica sosteniendo su mano con fuerzas.
Le hizo un pequeño lugar en la camilla para que el se recostara. Vegeta no lo pensó dos veces, y se acomodó como pudo en ese diminuto espacio. Ella buscó de inmediato acurrucarse sobre el hombro del saiyajin.—Te he hechado tanto de menos —le confiesa ella.
—Yo... no fui feliz ni un solo día desde que aquél día, ____ —declara sin preámbulos, atreviéndose a nombrarla finalmente—. Hablaremos mejor mañana, ahora duérmete de una vez.
—Buenas noches —le desea ella, besando tiernamente la mejilla de su compañero.Fue cuestión de minutos para que ____ se durmiera, pero Vegeta no pegó un ojo en toda la noche.
No paraba de pensar en todo lo que se le avecina a partir de ahora. Pero aún así, nada sería más difícil que el haber vivido dieciséis años sin su pequeña ____ a su lado.Entonces el decidió que le haría frente a todo sin ningún problema.
![](https://img.wattpad.com/cover/211027102-288-k659275.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Cuando No Te Recuerdo - Vegeta x Lectora
Fiksi PenggemarElla es destreza, Entonces un día él se volvió su determinación. Ella bailaba torpemente, Y un día el lideró sus pasos. Ella era la fantasía, Aunque con él encontró algo de sensatez. Ella quería recorrer el mundo. El la acompañaría hasta el final de...