Acto VI - Condiciones

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—Pero… —dijo el chico, interrumpiendo la tranquilidad del ambiente, había pasado unos minutos despues de hacer su promesa—… sólo una cosa tendremos que tener en claro—ella lo miró con preocupación…
—No debemos ocultarnos absolutamente nada, en pocas palabras… ninguna mentira—
Spinel se quedó helada, pues todo lo sucedido ese día estaba basado en eso, incluso cuando la abandonaron

Toda su existencia se basaba en ello…

El joven no era tonto, el sabía que esa gema guardaba secretos los cuales excusaba con simples mentiras, esa gema no era de fiar y de una u otra manera ella tendría que delatarse. Él ya no iba a quebrarla, al menos eso lo que iba a intentar, pues al final no era del todo un diamante, y el nombre que ella le dio no estaba mal, pues era otro indicio de que ella estaba mintiendo, un nombre tan específico no podía ocurrirle a alguien tan rápido. El híbrido fingiria caer en su juego de ella, y de poco en poco le sacaría la información,y la promesa serviría como una excusa perfecta para que ella no guarde más secretos.

Para poder ayudarnos mutuamente, tenemos que conocernos, cada detalle cuenta, ¿Entendido espinela?—ella asintió. Estaba segura del gran problema en el que se estaba metiendo, pero ya no había marcha atrás. Ahora tenía que cumplir la promesa que ambos se habían jurado hace unos momentos, y si él descubriese todo su juego que hizo, las consecuencias podrían quebrarla, literalmente. Al menos eso pensaba ella…

En este estúpido juego, ella es la que lo estaba perdiendo, otra vez.

(…)

—Creo que debería ir a ver porque se está demorando tanto nuestro diamante —dijo Perla, que ahora estaba de pie a un lado de la mesa mientras miraba la puerta fijamente en caso de que hubiera alguna señal de su dueño. El híbrido y la gema de corazón invertido habían estado conversando afuera durante ya muchas horas, y eso le estaba incomodando a la gema blanca, el reloj de la casa ya iba a marcar la medianoche y ninguno de los dos asomaba por la entrada de la casa, hasta que… — … —Todos los presentes en la sala voltearon a ver la puerta, hubo un silencio en el lugar, y lo que se pudo escuchar fueron pasos, ellos estaban afuera de la casa.

—Mi dia-…—no pudo terminar su frase, estaba helada… Su sorpresa fue tan grande que en vez de acercarse el chico, solo se le quedó viendo muy extrañada.
Él entró, y detrás de él venía la gema magenta, solo observó a las demás gemas que se encontraban ya dentro de la casa, las cuales los miraban con sorpresa.
—Mi diamante ¿se encuentra bien?—dijo Perla, preocupada por el cambio físico de su dueño.
—Perla, ya no me llames asi… —dijo casi en susurro, deteniéndose a responder a la gema blanca, pero en ningún momento volteo para verla de frente.
—Que acaba de de-… —
—Ninguna de ustedes me vuelva a llamar asi—dijo mientras voltea a a verlas, alzó más la voz—Zafiro, Rubí, Perla, desde ahora ya no se dirigirán a mi como su diamante—
—Pero mi diama-… —
—Perla ¿Que acabo de decir? —dijo mirándola fijamente—
—Perdone… continúe—bajo su mirada a sus manos que estaban juntas una encima de otra—
—Desde ahora…—empezó a pasear  por la sala—… se dirigirán a mi como Steven—terminó, recordando lo que había hablado con la bufona hace unas horas, le iba a seguir el juego.
Todas se quedaron mudas, Perla estaba preocupada, Zafiro ya sabía que esto pasaría y Rubí sólo prestaba atención a lo que decía el híbrido.
—Está bien… Steven—dijo Zafiro rompiendo el silencio incómodo que se había ocasionado en el lugar.
Rubí miró a Zafiro que estaba haciendo un reverencia, la gema roja hizo la misma acción que la otra.
Perla seguía mirándolo preocupada, todo este cambio de él, de su forma de referirse a este, el aura que emitía, no las reconocía. No sabía cómo responder al llamado de su diamante.

• || Frío como el invierno || • (Stevenxspinel) (DESCONTINUADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora