Eva

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15 de Agosto, 2022

Al llegar a la dirección en la tarjeta me encuentro de frente una enorme puerta de madera blanca con un cartel escrito a mano que dice "Reuniones MA todos los lunes a las 7:30pm" miro mi reloj, son las 7:13pm ¿que tan desesperada debo estar como para llegar 17 minutos antes? peor aún ¿Por qué venir aquí un lunes cuando podría terminar este miserable día viendo series mediocres en mi departamento?

Pero bueno, le prometí a Ana que lo intentaría, así que aquí estoy. Las luces de adentro están encendidas y desde la ventana puedo ver varias sombras moverse, parece ser que no soy la única que llega temprano, pero prefiero entrar cuando sea la hora, no quiero lucir tan necesitada por ayuda, menos al ser la primera vez que vengo. Tras cinco minutos parada junto a la puerta como una idiota, un hombre mayor con lentes grandes y de corbata se acerca, apenas y nota mi presencia y va directo a tocar la puerta, yo me hago a un lado y espero con él, casi al instante la puerta se abre y una mujer aparece detrás dándole paso al hombre.

– Me alegra verte Fred, sigue por favor. - Le dice la mujer dándole una palmada en la espalda. Al diablo, esto no es para mí; me doy la vuelta para tomar de nuevo mi camino hacia la estación de bus, pero la mujer me habla. – Tu debes ser Eva.

Inmediatamente me giro y la fulmino con la mirada. – ¿Cómo sabe mi nombre?

- Tu hermana Ana nos llamo esta mañana, aseguró que nos acompañarías esta noche.

Después de esto voy a matarla, acaba de arruinar mi escape. Sin decir una palabra entro al local. La mujer me ofrece algo de beber, pero niego con la cabeza, luego me indica el camino hasta lo que ella llama "La sala del poder" que nombre mas patético. Debí haber huido en mi primera oportunidad.

Cuando entro a la sala todos están reunidos en un circulo formado por sillas, no me preocupo por socializar y me ubico en una silla intermedia quedando con dos puestos vacíos a mi lado, por lo general cuando es tu primera vez en un lugar eres el centro de atención, pero no es el caso, aquí todos están sumergidos en su propio mundo totalmente indiferentes a lo que pasa a su alrededor.

Dos minutos mas tarde un hombre de mediana edad alto y delgado entra a la sala, se acerca al circulo y los saluda a todos uno por uno, cuando llega a mi silla me ofrece su mano. – Josh Stevens, un gusto tenerte con nosotros esta noche.

- Eva Martínez. – respondo apretando su mano. Josh termina de saludar al resto del grupo y luego toma asiento en una silla color azul apartada para él. Supongo.

- Buenas noches a todos, Mi nombre es Josh Stevens y sufro de Depresión y Ansiedad Crónica, esta noche nos acompañan tres amigos nuevos, démosle por favor la bienvenida a Eva, Peter y Helen.

De repente todos empiezan a aplaudir, a excepción de un joven rubio y ojeroso, una mujer en sus cuarentas cubierta de maquillaje hasta el cuello y de mi. Josh continúa diciendo unas palabras emotivas, agradeciéndonos por venir y diciendo que somos muy valientes por tomar la decisión de participar en este proyecto y bla, bla, bla. Luego pregunta si alguno de nosotros desea compartir su historia con el grupo o si desea comentar sobre su día ¿Helen? No lo creo, a pesar de la cantidad de polvos y sombras que se plantó en la cara no logró cubrir sus ojeras lo suficientemente bien dudo que tenga ánimos para charlar, y Peter, bueno, Peter luce como uno de esos adolescentes renegados cuyos padres obligan a asistir a grupos de ayuda, así que supongo que seré yo la afortunada.

Tranquila Eva, solo estas a punto de contarles a un grupo de desconocidos la experiencia mas horrible y desgarradora de tu vida, pero al menos si lo haces hoy, no tendrás que hacerlo el próximo lunes. Levanto la mano ligeramente y sin animo y Josh se apresura a cederme la palabra.

- Hola a todos, mi nombre es Eva Martínez, tengo 25 años y sufro de Depresión y Ansiedad Crónica. – Dios, esto será difícil. - El 15 de diciembre era mi tercer aniversario con mi exesposo Diego, durante meses planeamos una cena en uno de los mejores restaurantes de Manhattan, The Golden Boulevard, yo estaba muy emocionada, no solo por el aniversario sino porque esa noche estaba lista para darle una noticia muy importante, estaba embarazada; le pedí a una de las meseras que pusieran un cartel en el plato de su postre que dijera "Feliz Aniversario, Futuro Papá" cuando el plato llego a la mesa, Diego instantáneamente identificó el cartel y detuvo a la mesera "Disculpe, pero creo que se confundió de mesa" le dijo con su rostro fruncido. "No señor, estoy segura de que fue lo que pidieron" exclamó la mesera y se retiro de la mesa, Diego estaba a punto de ponerse de pie para reclamarle, pero yo lo detuve, le pregunté que cual era el problema y le dije que yo había pedido el postre con el cartel. Enseguida su rostro se transformo y me miro enojado, "No me gustan tus bromas Eva" exclamó despectivamente. "No es ninguna broma" respondí enojada, acababa de arruinar mi noche con ese comentario. Traía conmigo los resultados de la prueba de embarazo así que se los mostré. Diego enloqueció por completo, empezó a gritarme que era una irresponsable, que creyó que me estaba cuidando, repetía cosas como "No estoy listo para esto" "Ni siquiera quiero hijos" etc. Después de humillarme por varios minutos se fue furioso del restaurante, yo salí corriendo tras él y lo alcancé hasta la calle. "¿Entonces esto es todo? ¿Me vas a abandonar por qué no tienes los huevos para ser papa?" le grité. "Ahora no quiero hablar" dijo haciéndome a un lado y yo lo detuve de una bofetada, Diego se quedo inmóvil mirando hacia el suelo inexpresivo y yo volví al restaurante para pagar la cena, cuando salí Diego me agarró por la espalda, me sujetó por los brazos y me empujó a la carretera, una motocicleta venía a toda velocidad cruzando la calle y me impactó de lado dejándome inconsciente. Horas más tarde me desperté en la habitación de un hospital, los doctores me recibieron con la noticia de que había perdido a mi bebé y con él la posibilidad de poder tener hijos por el resto de mi vida.

Josh se pone de pie y me entrega unos pañuelos no me había dado cuenta de que estaba llorando, después de tantas lagrimas ya ni te das cuenta cuando empiezan a salir.

Alguien llama a la puerta y Josh se apresura a abrirla, un joven en sus veintes aparece envuelto en suéteres y chaquetas y con sus manos en sus bolsillos, tiene cara pálida y barba de varios días, al entrar se limpia bruscamente la nariz con su manga y se sienta a mi lado, apesta a muerto. – Me alegra verte, pensé que ya no vendrías. – Exclama Josh. – Damas y caballeros, les presento a Alex, es su primera vez aquí. ¿Te gustaría compartir algo?

El joven se queda en silencio, pero después de unos segundos inesperadamente se pone de pie.

- Hola, mi nombre es Alex Evans y sufro de Depresión y Ansiedad Crónica...

Melancólicos AnónimosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora