Melancólicos Anónimos

Josh

23 de Febrero, 2020

En cuanto entro a la recepción Laurel me entrega el correo de la semana, por lo general son mis pagos de crédito y los cheques de deposito de mis clientes, pero hoy hay un sobre de más, un sobre firmado por Amanda, así que espero hasta subir a mi apartamento para abrirlo. Dejo mis zapatos junto a la puerta, pongo mi maletín sobre el comedor y abro lentamente el sobre junto con una botella de whisky.

Hace meses que no sé de Amanda, he tratado de contactarla de todas las maneras posibles pero no consigo encontrarla, la he llamado, le he enviado correos e incluso he hablado con sus padres y con Ethan, pero todos aseguran no saber nada sobre ella, lo cual se con certeza que es mentira, se que está con ellos, o al menos sé que saben donde está, pero no los juzgo, son su familia y quieren siempre lo mejor para ella. Es triste, porque en algún punto creían yo lo era.

Sé que es tonto, se que ella ya no quiere saber nada de mi, pero por un momento la idea de que sea una carta para mi me rodea la cabeza, pero solo estoy fantaseando, en el fondo sé que no lo es, sé que solo envío el sobre porque fue lo que su abogado le dijo. Son los documentos de divorcio.

Al ver el interior del sobre, no me equivoco acerca de su contenido, su firma ya está en el documento, junto con la división de bienes y una fecha de citación de corte para luchar por la custodia de Selena, para mi sorpresa, el sobre sí trae una carta.

"Hola Josh, es Amanda, solo escribo para pedirte que por favor no compliques las cosas en el juicio por la custodia de Selena, si realmente la amas, vas a dejar que esté en un lugar seguro que es junto a su madre, ahora mismo no estas en condiciones de criar a tu hija. No creas que no quiero que seas parte de su vida, Selena necesita de su padre, pero tu necesitas buscar ayuda, quizás no supiste ser un buen esposo, pero tienes la oportunidad de redimirte como padre, conozco un amigo de la universidad que tiene un grupo de Alcohólicos Anónimos en el centro de la ciudad, deberías ir un día, buscar ayuda profesional... ya que nunca quisiste la mía."

Sus palabras son como cuchillas, no se porqué pensé que el contenido de la carta sería distinto, soy un idiota al pensar que Amanda querría estar conmigo después de todo este tiempo, de seguro ya ha encontrado a alguien más o seguramente debe estar revolcándose con cualquier imbécil que se le cruce por la calle. Esta loca sí piensa que le voy a entregar a Selena así de fácil, voy a luchar por mi hija, ella tiene que estar conmigo, no necesito buscar ayuda de nadie, por favor ¿alcohólicos anónimos? ¿quién se cree? una persona como yo jamás iría a esos grupos de mierda dónde fingen importarse por la gente cuando solo quieren recibir ayudas humanitarias por pretender hacer la vida de las personas un poco menos miserable.

De repente alguien abre la puerta. Es Hillary. - Supongo que recibiste la citación del juez.

- Así es. - respondo sirviéndome otro poco de whisky. - Dime que tengo que hacer para quedarme con mi hija.

- No puedes hacer nada Josh. - dice Hillary, quitándome el vaso de las manos. - No me jodas, ya acabaste la botella.

- Estaba medio vacía cuando la abrí. - respondo tratando de ponerme de pie, aunque me veo obligado a apoyarme del mesón. Estoy un poco mareado. - Tengo otras dos botellas en la repisa por si quieres.

Hillary me observa desconfiada y abre la puerta de la repisa y sin siquiera echar un vistazo adentro señala hacia el estante segura de que está vacío. - No hay nada aquí Josh, esta es la ultima de las tres que compraste la semana pasada. Sé que no me compete pero creo que es momento que empieces a cambiar tus hábitos ¿has pensado en buscar ayuda?

- Mira, si no estas aquí para hacer tu trabajo entonces no molestes, ya me basta con Amanda como para que tu también estes saliendo con estupideces sobre buscar ayuda.