Después de la emotiva disculpa de parte de los dos, ambos se fueron a dormir tranquilos a sus respectivas camas. Bueno, en caso de Changbin pues a la colchoneta del sofá, pero poco le importaba.Ahora que se habían amistado se sentía menos tensión en la habitación que compartían.
Changbin giró su cuerpo hacia donde se encontraba la cama donde estaba el pelianaranjado, quien se encontraba ya dormido.
El menor tenía un rostro tan tranquilo y dulce que hizo sonreír al pelinegro. Nunca se había puesto a pensar que el extranjero tenía atractivas y marcadas facciones. Además que se podían admirar sus infinitas pecas sin el maquillaje que usualmente llevaba para taparlas.
De un momento a otro Changbin entró en razón y se maldijo a sí mismo por sus pensamientos.
Cielos, tal vez era como una...¿muestra de gratitud? ¿Es que su mente estaba distorsionando las cosas? Definitivamente su cabeza le estaba jugando una mala pasada, seguramente por el sueño. Sin pensarlo más agarró su manta y se envolvió en ella, dispuesto a dormir.
El día había pasado, ambos se habían puesto de acuerdo para hacer el almuerzo. Fue un momento muy divertido, al menos para el australiano, más aún cuando el arroz que Changbin salió de color marrón quien sabe por qué. Ni siquiera uso un ingrediente extra. Nada. Felix se burló de él diciendo que al parecer realmente hacía magia en la cocina mientras Changbin se ensimismaba en decir que definitivamente no tenia talento para cocinar. El australiano terminó consolándolo diciéndole que le había quedado delicioso. Terminaron de comer entre risas y bromas.
- Changbin - Dijo medio dudoso el australiano.
- ¿Si? - respondió el pelinegro mientras limpiaba la mesa y llevaba a lavar los platos del almuerzo.
- Me preguntaba si podíamos ir al centro comercial hoy día...es que me gustaría ver y comprar ropa. ¿Podemos?... - dijo Felix poniendo una carita tierna y usando un tono de súplica.
Changbin se volteó a mirarlo y con una sonrisa le respondió.
- Por supuesto que sí. Deja termino esto y vamos.
- ¿En serio?
- Claro - finalizó animadamente el coreano.
Una vez Changbin terminó, se alistaron para salir y tomar el bus. En el camino, ambos no podían dejar de reír y sentir que la compañía del otro era de las cosas más agradables que les había pasado en los últimos meses.
Ya en el lugar caminaron lado a lado, como lo habían hecho cada que salían desde que se conocieron. Pero esta vez Changbin sintió algo diferente. Esta vez pudo notar como sus hombros se rozaban. Era un toque muy sutil, pero él estaba siendo demasiado consiente de todo esto. ¿Por qué antes no se había percatado de ese tipo de detalles? ¿Por qué estaba pensando en eso ahora? Era confuso, muy confuso de hecho. Un leve cosquilleo apareció en su estómago.
¿Era así como debía sentirse? Posiblemente porque no se había dado cuenta de ese tipo de cosas con ninguna otra persona antes, a pesar de ser algo que realmente no tenía relevancia. Bueno, sea lo que sea, al menos eso no estaba relacionado a algo que tenga que ver con sus sentimientos. O...
De repente, se detuvo en su andar por conmoción de lo que sus propios pensamientos le habían formulado.
No, no y no. Definitivamente no. Lo que sentía solo era empatía y cariño de amigos. Por supuesto.
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Tangled Room [CHANGLIX]
Fanfiction-Tienes manos para servirte. -Y tú pies para pararte. -Recuérdame como es que llegamos a esta situación. Me refiero a la de vivir juntos. -Yo perdí mi avión de regreso a Australia y tú... -Me están persiguiendo los guardias de la loca a la que le gu...