[ 2 ]

11.3K 727 1.5K
                                    

Dedicado a doncarajo1, te amooo.💗

...

—Y-Ya llegué — avisó el rubio —. ¿A-Abuelo?

—No está —afirmó cierto pelinegro saliendo de la cocina—. Dijo que tardaría.

—Oh— Zenitsu comenzó a sentirse intimidado por su hermanastro, Kaigaku—. B-Bueno, iré a mi habitación.

Rápidamente tomó rumbo hacia dicho lugar, sin embargo sintió como el pelinegro tomaba fuertemente de su brazo.

—¿Tan rápido te irás hermanito?— sonrió, pero no era para nada una sonrisa dulce, era macabra—. Vamos, saludame como es debido.

El menor se giró lentamente hacia su hermanastro, se puso de puntillas y besó su mejilla.
Al separarse lo único que cruzó por su mente fue salir corriendo de ahí, pero ni tiempo le dió para eso, Kaigaku ya lo tenía contra la pared.
Lentamente comenzó a lamer el delicado y blanquecino cuello del de puntas anaranjadas.

—Ka-Kaigaku, po-por favor, para — rogó.

El contrario tan solo ignoró aquella petición y en su lugar emprendió una serie de besos cortos por todo el torso del más bajo.

—Eres tan dulce, Zenitsu —susurró—. Agh, realmente me encantas, maldito imbécil.

El mayor comenzó a acariciar la parte baja del joven Agatsuma quien tan solo se limitó a sollozar, no le gustaba para nada que Kaigaku le hiciera todas esas cosas, realmente le desagradaba, pero no tenía opción, si se quejaba el contrario le repartiría una buena ronda de golpes y, para ocultarlo, le diría al abuelo que se tropezó y por idiota se lastimó.

—¿Te gusta, hermanito?— el rubio negó—. Que pena, quizá lo estoy haciendo mal — al decir aquello, su mano, que llevaba un ritmo tranquilo, aceleró al punto en que los sonidos viscosos y obscenos se escucharon más y más—. ¿Y ahora? ¿Te gusta?

No quería, enserio que no, pero ya no podía contenerlo; leves gemidos comenzaron a escucharse por parte del más chico, no le gustaba, para nada, pero no podía evitarlo.

Y como si Dios hubiera escuchado sus plegarias, alguien comenzó a llamar a la puerta haciendo que Kaigaku se separara rápidamente de su pequeño.

De mala gana se dirigió hacia la entrada para atender al llamado, por su parte, Zenitsu, aprovechó esa enorme oportunidad y salió corriendo hacia su habitación.

Cerró con seguro la puerta y se quedó parado tan solo algunos segundos para poder recuperar el aliento, de sus ojos comenzaron a brotar algunas lágrimas, esta vez Kaigaku estuvo tan cerca de lograr poseerle. Tenía miedo, sabía que en cualquier momento el pelinegro podría quitarle lo más preciado que tenía; su virginidad.

Esperó a que su "hermano mayor" llegara a golpear su puerta y a exigirle continuar, pero no ocurrió, tan solo no fue a buscarlo y eso lo tranquilizó bastante.

—¿Q-Qué he hecho yo para m-merecer esto? —se cuestionó mientras tomaba de sus piernas y comenzaba a llorar—. Y-Yo so-solo quiero estar tranquilo.

–Oh querido, yo sanaré tu dolor, ese idiota jamás volverá a tocarte.

¿Qué? —se exaltó el menor—, ¿Q-Quién dijo e-eso?

No obtuvo respuesta, ni un sonido, nada.

Quizá solo lo había imaginado. Secó sus lágrimas con la manga de su sudadera y se quedó en aquella postura un rato, esperaría hasta que llegara su abuelo, no quería toparse con Kaigaku otra vez, no, definitivamente no.

.
.
.

—¡Es un chico bastante genial, Gonpachiro!— Se escuchó tras el otro lado del aparato—. Logré que sonriera, que quisiera pasar el rato conmigo, creo que él podría ser el chico indicado para mí, es tan perfecto.

Kamado apretó el celular con algo de furia, suspiró e intentó dejar un poco de lado sus celos, pondría su plan en marcha pronto, no requería armar ningún pleito. 

—Vaya eso es fantástico, Inosuke, pero...¿no te parece que estas yendo demasiado rápido?, digo, a penas lo conociste hoy.

Se escuchó un suspiro por parte del chico de puntas azules —. Lo sé, sé que es muy pronto, es solo que...— hizo una pequeña pausa como pensando correctamente en lo que diría—. Hay algo que me dice que él es el indicado para mí, no lo sé, todos me miran con extrañeza por mi apariencia, pero él no.

Y tan solo por un momento, por un insignificante momento, Tanjirou se sintió mal, algo en él le decía que lo que haría estaba realmente mal, que no debía romperle las ilusiones a nadie y mucho menos a su "mejor amigo", si es que aún podía llamarlo así...pero ese "algo" estaba en lo mas profundo de su enfermizo y retorcido ser.

—Sabes, podrías presentármelo mañana, tal vez estando más cerca me sea más fácil ayudarte con él, aunque insisto en que es demasiado pronto. 

—¡¿Crees que no puedo arreglármelas yo solo?! ¡Sabes que soy mucho mejor que tú, Kamaboko! — y ahí estaba el típico Inosuke, aquel chico tan competitivo y orgulloso que todos conocían.

—Tranquilo, Inosuke — dijo—. Solo quiero ayudarte, quiero que mi mejor amigo sea feliz.

—Si quieres que sea feliz, pásame la chingada tarea.

—Ah no, Inosuke. Debes hacerla por ti mismo, ¡nos vemos!—sonrió para después colgar la llamada.

...

—¡Maldito Gonpachiro!— mencionó exaltado lanzando su celular hacia el otro extremo de su habitación.

...

Tanjirou suspiró agotado, miró hacia aquella ventana una vez más, sonrió y se marchó.

Llevaría a cabo su plan, la primera fase estaba por comenzar. Primero debía acercarse, para poco a poco lograr lo primordial y atacar. Era un gran jugador del ajedrez y esto no se diferenciaba, Inosuke tan solo era un peón más y su querido Agatsuma tan solo era el rey al que debía tomar y hacerle jaque mate.

🍃

Ahora sí se viene lo chido. :))

Obsesión ; TanZenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora