Parte 1 - Capitulo 2

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Habíamos llegado al aeropuerto, mi hermana se encontraba comprando los boletos, mientras yo pensaba en su confesión. Estaba cansada de buscar a nuestros padres, aun desconozco la razón por la que se los llevaron pero algo es seguro. Ellos eran inteligente.

Mi hermana llego con los dos boletos de avión.

-¿Cual es tu nombre?

- Nagiri.

Por alguna razón ese nombre resonaba en mi cabeza. ¡Claro! Era el nombre de la serpiente de Voldemort.

- Hermana solo te falta arrastrarte - reí.

- Si. Megan Potter, como digas.

- ¿Potter? - alce una ceja mientras le quitaba los boletos de la mano para verificar que ese no fuera el apellido - eres una enferma. Suena horrible.

- Lo se - sonrió - vamos a Miami.

- No crees que es muy obvio.

- Dudo que los mafiosos leen cuentos infantiles.

- ¿Que haremos en Miami?

- Ya sabes.

- Ya, buscaremos al tal...

- Adonis, si. Escuche que haría una enorme fiesta en un bote - me vio, inspeccionando mi rostro - volveremos a ser Luna y Sol.

- Diiiiooos... de nuevo prostitutas. ¿Recuerdas lo que paso en esa vida?

- Obvio, casi me desvirgan. - las dos reímos.

Vida numero 5, nos hicimos pasar por prostitutas y terminamos en cama de un enfermo sexual con fetiches por gemelas rubias. Mi hermana hizo una mezcla de licores y el hombre cayo rendido. Nosotras nos quedamos por la paga, calarse a ese tipo fue todo una odisea, y luego nos largamos sin que nuestra virginidad fuera arrebatada.

- ¿Nos teñiremos el cabello?

- No, usaremos peluca.

Subimos al avión. Un viaje largo y aburrido. Nos entretuvimos hablando de las vidas mas divertidas que habíamos tenido, después de todo habíamos disfrutado cada una de ellas.

Llegamos a Miami, tomamos un taxi a nuestro nuevo hogar temporal, dejamos las maletas y nos fuimos a la peluquería. Era hora de cambiar nuestros look.

En estos momentos portábamos un tono azul verdoso en nuestros cabellos, decidimos cambiarlo a un degradado de negro a morado intenso. ESPECTACULAR. Nuestro nuevos lentes de contacto serian...

- Odio esta cosa - dijo Eris

nuestros color de ojos natural, un azul cielo intenso. Nuestra vestimenta seria al estilo Miami Beach con un toque vintage. Glamour a donde vayamos.

Al llegar al apartamento, ingresamos a internet. Toda gran fiesta en Miami era publicada en la web. Buscamos hasta que dimos con la dichosa fiesta. Algo que habíamos aprendido en estos cinco años es que los mafiosos camuflaban sus trabajos con grandes fiestas, fiestas de todo tipo, caritativas, cumpleaños, maratones... todo gran evento era solo la cortina para los verdaderos eventos, aquellos se desarrollaban en los lugares privados, donde se veían dos grandes hombre en una puerta con chalecos que dictan "seguridad" en el pecho, esos grandes hombres eran los escoltas o sus asesinos personales. Algunos -y lo habíamos comprobado- eran brutos y otros demasiado inteligente pero ambos caían rendido ante una mujer con piernas largar y tonificadas.

En el bote, ya sabíamos donde seria la "fiesta privada". Siempre en el camarote mas grande justo arriba de la maquinaria y lejos de la cocina, donde la musica no llega y los intercambios pueden ser rápidos y precisos. Si los cálculos eran correctos, el bote zarparía a media noche para encontrarse con nuevos invitados, los verdaderos invitados.

Busqueda suicidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora