CAPÍTULO 4

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Capítulo 4

-¿Subes? -

-¡DIOS LUCK! Pensé que me iban a secuestrar. Y sí, subo que esto pesa. -Digo resoplando.


Narra Carla

Estoy a punto de abrir la puerta cuando acelera de golpe y se va, sí me deja allí plantada, tengo una ganas de golpearlo hasta dejarle sin sentido al imbécil ese, quién se cree. Y además ese coche? Un Lamborghini ¿enserio? Tenía que tener un maldito Lamborghini, no podría tener un coche normal. No, tenía que tener un deportivo, espera si tiene ese coche, ¿será esa su casa y no estará alquilado?
Se me llena la cabeza de preguntas a las cuales no le encuentro sentido ni respuesta.

Sigo andando de camino a casa y ya ni siento los dedos de las manos por qué me estoy cortando la circulación por las bolsas que llevo.

A los 20 minutos llego al fin, voy a la cocina directa y guardo todo. Estoy más calmada pero como vea al asqueroso y repugnante imbécil de Luck lo ahogo en la piscina-Carla relájate- y cuento mentalmente para relajarme.

1...
2...
3...
4...

-¿Qué tal Scoot?- Dice Luck casi gritando.

¿Cómo sabe mi apellido? Y sí, mi padre es inglés. Y sí, me lo voy a cargar.

-¿Perdón? Eres un gilipollas, me has dejado tirada llena de bolsas. -Digo elevando un poco el tono.

Voy corriendo hasta él, le saltó encima y empiezo a golpearlo, caemos al suelo pero me da igual, en eso que se pone el encima mía y me empieza hacer cosquillas y no puedo parar de reír como loca, hasta me duele los órganos de tanto reírme. Cuándo para de hacerme cosquillas estoy débil al haber estado tanto tiempo riendo, él sigue encima mía mirándome y sonriendo, cuando ya puedo respirar veo que me está observando.

-¿Qué miras imbécil? -le digo con la voz entrecortada por causa de las anteriores cosquillas-

-Nada -dice serio-

Se levanta y se va como si nada.

-¡Que mosca te a picado! -le chillo cuando va por las escaleras-

No me contesta lo cual me hace enfurecer.

-¡BIPOLAR! -le grito-

Se que no soy la indicada para decir bipolar a nadie pero me da igual, estoy furiosa.

Cojo folios, tijeras, cinta adhesiva y me voy a mi cuarto, empiezo a escribir mi nombre en unos cuadrados que he recortado del folio una vez preparados bajo la escalera y llego hasta la cocina. Le pongo un trozo de cinta adhesiva a los papeles y los pego a cada bandeja de la nevera, mitad para mí mitad para él y en el congelador igual.

No pensaba compartir mi comida con ese estúpido en estos momentos.

Subo a mi cuarto y cojo el helado de fresa que deje allí, me tumbo en la cama y empiezo a ver Instagram mientras como helado.

A la hora estoy aburrida y me iba a poner a leer cuando se me ocurrió ir al cuarto de Luck para..., bueno ya lo veréis.

Voy por el pasillo con unos pantalones cortos, que básicamente se me ve medio cachete del culo, y una camisa ancha.

Entro en su habitación sin tocar a la puerta, lo veo sentado en su cama al lado de un ventanal que hay, está leyendo- espera - ¿LEYENDO? ¿Ese imbécil sabe leer y todo? Y nada más y nada menos que Orgullo y Prejuicio.

Me quedo un poco en chock porque lo último que me esperaba era verlo leyendo pero bueno. Sigo con mi plan, voy directa a su armario y noto como me está mirando, abro su armario...

-¿Qué cojones haces? -dice-

-Pues te voy a coger una camiseta, ya que no me quedan limpias -me escondo entre las puertas del armario, me quito mi camiseta, la tiro al suelo y me pongo la suya sin que me vea en ropa interior ya que me tapan las puertas del armario.

-¿Quién te a dado permiso para poder entrar en mi cuarto y sobre todo para cogerme una camiseta? que por cierto, ya te la estás quitando -dice-

Me agachó para recoger la camiseta que tire al suelo y eso hace que se me vea medio culo, cuando me giro a verlo, veo como está poniéndose rojo, genial, todo está saliendo a la perfección.

-Tengo el mismo permiso que tienes tú en entrar al mío. -contratacó- ¿Qué, quieres tú camiseta?

-Sí -Responde-

-Pues ven acércate y quítamela tú si la quieres.



Espero que os haya gustado y como siempre, perdonad las faltas.

Hasta la próxima.








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