Insoportable

La Noticia

Capítulo 39

Narra Asher

Se que la he cagado y a lo grande pero me mata verla con otro, simplemente no soy yo el que actúa, es otro yo. Nunca he sentido nada así por nadie por eso me esta volviendo loco esta estúpida chica.

Quiero hablar con ella, aún que ni puta idea tengo de que pueda decirle, además en estos momentos me tiene que tener un asco increíble y nada más verme conociéndola me va a querer escupir en un ojo.

Me levanto de mi cama, me pongo una camiseta negra ancha y unos pantalones de deporte grises, ya es hora de afrontar mis problemas. Bajo hasta la puerta de la cocina, se perfectamente que Carla tiene que estar hay, su perfume huele a kilómetros. 

Cierro los ojos, respiro hondo y entro en la cocina, está de espaldas y ni se da cuenta de mi presencia, me apoyo en el marco de la puerta regulo mi respiración para que no se note que tengo el corazón a diez mil.

–Carla, ¿podemos hablar? –Digo satisfecho de que no me haya temblado la voz.

–¿Que quieres? –Dice.

–Uffff que borde que eres –okey ya la estoy cagando.

–¿Me molestas para decirme que soy borde? Sal de mi vista –Ya se está enfadando.

–Baaaahh ya se que quieres tú– Na, ni idea de lo que digo.

–Al fin te das cuenta –Dice dándose la vuelta para acabar su desayuno.

Me acerco a ella por la espalda y la abrazo/atrapo por la espalda 

–¿¡Que se supone que haces!?– Grita pataleando.

–Sabes tan bien tú como yo que lo que te hace falta son cariñitos así que deja de pegarme patadas y disfruta el cálido abrazo –Digo sonriendo satisfecho, ella se da la vuelta y quedamos cara a cara.

–¡Pues si puede que lo que necesite sea cariñito pero el de Nil y no el tuyo! –Dice mirándome a los ojos.

Eso si que no lo voy a consentir.

Le agarro de cuello con una mano apretando lo justo y la pego completamente a mi cuerpo, le miro a los ojos e instantáneamente sus labios se separan sutilmente, su propio cuerpo le ha jugado una mala pasada.

–¿Acaso quieres que te bese? –Digo sonriendo 

Arruga la cara y cuando va a hablar pego mis labios a los suyos, acorde la intensidad del beso voy ajustando la fuerza de mi mano en su cuello. Nuestros labios se deslizan con agilidad, estaba desesperado por sus labios y ahora que navego en ellos me parece un sueño.

Separa sus labios de los míos y me pone las dos manos en mi pecho, suelto su cuello y pongo mi mano en su mandíbula.

–No eres mi hermana– Susurro con mi rostro enterrado en su pelo.

Hola :), hace mucho tiempo que no escribo y se que es un capítulo corto pero es una buena manera de empezar a escribir, no sé si seguiré escribiendo seguidamente o de año en año además estoy hasta arriba de exámenes. Creo que escribiré más, ahora tengo nuevos sentimientos que escribir.