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Era un día soleado en las calles de Holanda, las nubes se arremolinaban entre ellas, formando enormes y distorsionadas figuras que cualquiera podría interpretar a su imaginación, sobre ellas, el astro rey brillaba en todo su esplendor, no era opacado por las acolchonadas siluetas debajo de él, y eso le daba a la cuidad de Amsterdam una muy buena pinta, las sombras de algunos edificios se reflejaban en el asfalto, así como las hojas de los árboles en la tierra y las siluetas de las personas al caminar, era ya casi medio día, todos hacían sus actividades con naturalidad, incluido un chico castaño y ojiazul, de tez acaramelada que había salido a pasear a sus perros.

A medida que caminaba, los tirantes del overol de Louis se deslizaban de sus hombros por lo grande que le quedaba, había olvidado ajustarlos y comenzaba a ser una verdadera molestia, al doblar la esquina noto que había llegado a la zona comercial de Amsterdam.

Había pequeños locales de ropa, comida, postres. Y más adelante, la gente se reunía en un pequeño local, y se iba de allí con tulipanes de diferentes colores. Louis pensó en pasarse por aquella nueva florería, para poder llevar un ramo de sus flores favoritas.

Se detuvo un momento, exasperado por su tirante derecho que no dejaba de caer. Pero justo antes de tener que siquiera tocarlo, Cliff, su perro color hazel, hecho a correr al puesto ambulante de salchichas que estaba frente a la florería. Louis, siendo arrastrado por sus perros, tuvo que alertar a la gente frente a él, pero no pudo evitar estrellarse.

Cuando abrió los ojos, lo primero que vio fue a alguien con una canasta, sentado frente a él con una expresión de dolor, luego, vio las flores.

Pétalos de diferentes colores llovían sobre ellos.

El chico de largos rizos se levantó, le sonrió amablemente y le tendió la mano.

Louis la tomo sonrojado, había derribado al chico de las flores.

Harry, por su parte, tomo un tulipán rosa de un ramo que tenía en otra canasta y se lo ofreció.

El castaño se quedó embobado, no supo si por la flor o por sus ojos esmeralda.

El ladrido de sus perros lo saco de su trance, bajo la cabeza y le sonrió en agradecimiento, antes de ir tras sus mascotas.

🌷

Al día siguiente, Louis tuvo que mirar a su mesita de noche, dónde estaba el jarrón con la bella flor, para confirmar que nada había sido un sueño. Estuvo pensando tanto en aquellos ojos esmeralda, que no soñar con ellos le asustó. Se dicho y al salir, miro por la ventana, estaba un poco más nublado que el día anterior, así que decidió ponerse su cazadora de mezclilla sobre su camiseta negra, sus skinny jeans, y sus Vans.

Salió solo con sus llaves y su teléfono en el bolsillo, sintió una punzada cuando Bruce y Cliff lo miraron con sus ojos de cachorros, pero no quería repetir el incidente del día anterior.

Al llegar a la florería, su corazón dio un vuelco cuando vio tras el cristal a aquel chico, abrió la puerta, haciendo que la campanilla resonará, el chico se giró y su sonrisa apareció al mismo tiempo que el sonrojo de Louis.

Tomo rápidamente un ramo de tulipanes rosas y fue al mostrador.

—Oh, ¡haz vuelto!

Louis escucho su voz por primera vez, grave y preciosa.

Se quedó helado.

—Bienvenido. ¿Comprando para alguien especial?

Entonces Louis lo miró, aún con el sonrojo en sus mejillas.

Finalmente, habló.

—De hecho, uhm... Estas son para mí.

Harry se quedó pensativo un momento.

—Oh, eso es muy lindo... Supongo que te gustanmucho las flores, considerando que volviste tan pronto -bromeo-

—Sí. -soltó una risita- supongo que no estás equivocado.

Harry volvió a hablar, esta vez en susurros.

—Hermosa elección, por cierto, los tulipanes rosas también son mis favoritos.

Louis lo miro un poco desconcertado.

—¿En serio? Qué bien, ¿Por que susurras?

Harry puso su índice frente a él.

—No quiero que las otras flores estén celosas porque tengo una favorita.

Louis se quedó callado un segundo, antes de romper a carcajadas.

—¡Hey! -Harry le dijo apenado- ¿Tan raro suena?

Louis negó, intentando detener su risa.

—No, no, no. Siento haberme reído, de hecho, es muy lindo y considerado de tu parte.

Harry sintió sus mejillas enrojecerse.

—Gracias, uhm...

—Louis -se presentó- mi nombre es Louis.

—Gracias Louis, soy Harry.

—Harry -el ojiazul susurro para sí mismo-

—Bueno, aquí están tus flores, Louis.

—Son hermosas, gracias.

—Uhm ¿Quieres que ponga una nota en el ramo?

Louis enarco una ceja.

—Oh, lo siento, olvide que eran para ti.

—Está bien, puedes poner una nota. ¿Quizás algo agradable?

Harry sonrío y asintió.

—¡Está bien, lo haré! -dijo antes de echar a correr por papel y pluma-

—Los tulipanes rosas también son mis favoritos -hablo Louis desde el mostrador-

—Lo suponía. -Harry río- son muy muy bonitos.

"Me recuerdan a ti" pensó el rizado.

Mientras tanto, Louis tarareaba una canción en el mostrador.

—¡Listo! -Harry volvió con las flores- gracias por comprar con nosotros, por favor, vuelve pronto, Louis.

—Sera un placer. -Louis le sonrió y se despidió, comenzando a caminar-

🌷

Ya estaba por llegar a su departamento cuando vio de reojo el pequeño papel entre los tulipanes.

Con su dedo pulgar abrió la tarjeta y su rostro estaba totalmente sonrojado antes de terminar de leerla.

"Espero que tengas un hermoso día, así como tus ojos"

-H xx.

Louis guardo la nota en su bolsillo, y llegó a casa con una sonrisa de oreja a oreja, solo pensando en su chico de las flores.


El chico de las flores. |L.S|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora