Capítulo 24

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La buena noticia es que Liz y Eros pudieron conversar

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La buena noticia es que Liz y Eros pudieron conversar.

La mala es que Eros siguió insistiendo en la idea de la cita doble.

La otra buena es que ninguno utilizó los platos de la cocina para arrojárselos al otro.

Y la otra mala, es que yo estaba siendo demasiado optimista con el asunto, cuando en realidad, deseaba mantenerme neutral.

Los dejé resolviendo sus diferencias, me duché rápidamente para sacarme el olor a azufre y busqué en mi armario qué banda no había tenido el honor de lucirse.

Llegué al café El Oráculo a la misma hora de siempre. Sybilla estaba cubriendo su turno, y una sonrisa se extendió por su rostro al verme llegar. Le había dicho que no volvería a sorprenderme, pero en ese mismo momento quebré mi compromiso, cuando mis labios se curvaron hacia arriba y acabé moviendo la mano a modo de saludo.

Cuando llegué a la caja, la chica me quedó mirando como si hubiera visto un fantasma.

—Disculpa, por casualidad, ¿no tendrás un hermano gemelo o algo así? –pregunté.

—Tu sarcasmo es pésimo —objeté—. Quiero mi café.

Le entregué el dinero y ella no me quitó los ojos de encima, mientras me deslizaba desde su puesto de trabajo al de su compañera.

—¿Sabías que el café está auspiciando un concierto de Apis? —preguntó, mientras molía los granos de café.

Lo curioso era que, ese día lucía la insignia de abeja y la estrella que distinguían al grupo. Era una banda local, con unos dos discos y algo de reconocimiento internacional. Estaban abriéndose paso en el inmenso mundo de la música.

—Lo que ella quiere decirte es que tenemos descuentos para las entradas —intervino su colega.

Escuché un golpe metálico, seguramente proveniente de algún tubo de la cafetera.

—Sí, bueno, en realidad, pensábamos ir con Betzy —dijo.

—Cierto, pero también puedo invitar a alguien de por ahí, y si tú vas con Sybilla podemos simular que estamos en una cita doble, cuando en realidad solo somos un grupo grande de cuatro personas de distinto sexo —propuso la otra chica.

Debo decir que era pésima ocultando sus segundas intenciones, pero por alguna razón, me gustaba mucho más cómo lo decía ella, que Eros, por más que el plan fuese el mismo. Estaba a punto de aceptar, cuando Sybilla se adelantó a mis palabras.

—No tienes que sentirte incómodo —señaló—. De hecho, quizás podríamos ir con Betzy, las dos, y tú llevas a tu pareja.

—¿Mi qué? —pregunté, consternado.

—¿Su qué? —repitió Betzy.

La expresión de Sybilla demostraba cada vez más incomodidad.

—Quiero decir que... ¡ay! No quiero hacerte sentir mal, en serio, y entiendo si no quieres hacerlo público, tampoco tengo por qué entrometerme...

—Syb, ¿quieres dejar de balbucear y explicarme qué sucede? —interrogó la cajera de El Oráculo, ignorando mi presencia, aun así, guardé silencio y me quedé mirando a su colega, sumándome a la pregunta.

—Ah... Sé que estuviste besándote con un chico en mi casa, durante la fiesta de Elias —declaró. Al ver mi rostro, su expresión se desfiguró aún más—. Sabrina me lo contó.

Entonces recordé la cabellera rubia que nos espió ese día. Era la de Sabrina y... ¡Maldición! No podía haberse quedado callada, y tuvo que salir a contarle a la persona menos indicada.

—¿Me das un momento? —inquirí.

Sabía que mi reacción solo iba a empeorar su opinión, y me iba a costar mucho torcerla a mi favor nuevamente, pero necesitaba con urgencia insultar a un dios.

Salí a la calle, completamente enajenado y colmado de ira. Tomé aire, miré al cielo, y con el rostro de Eros clavado en cada una de mis neuronas, para luego gritar con todo el aire que mis pulmones eran capaces de contener.

—¡Maldito Eros, te cagaste en tus pañales de nuevo! ¡Ahora te toca a ti resolverlo, imbécil!

Entonces, apareció.

—Puedo entender por qué me estas gritando, pero por las dudas, me gustaría saber por qué es esta vez —dijo.

—Sabrina vio cuando cerramos el acuerdo en casa de Sybilla y le contó el chisme —avisé.

Eros frunció el ceño.

—¿Y ella quién es? —inquirió.

—¡¿Qué importa?! —exclamé—. Es su amiga, y le dijo. ¡Todo esto es tu culpa! Por andar cerrando tratos en público.

—Teóricamente no estábamos en público, no es mi culpa.

—Es tu culpa —alegué—. Y ahora tienes que arreglarlo.

—¿En serio quieres que yo lo arregle? —inquirió con malicia.

Bufé, aceptando que había perdido esta batalla.

En momentos como estos me daba cuenta que necesitaba nuevos amigos, menos estúpidos, de preferencia, con ideas más razonables y sin un talento innato para echarlo todo a perder, si no era mucho pedir.

—Syb y la otra loca acaban de proponer una de esas tonterías de a cuatro —expliqué.

—¡Eso es excelente! Yo con Liz, y tú con Syb —propuso, alegremente.

—Por si no lo recuerdas, Liz seguía enojada contigo esta mañana. —Le recordé—, y para que lo sabes, la otra loca también quiere venir.

El rostro de Eros cambió totalmente, de feliz a consternado. Elevó su cabeza y miró sobre mi hombro, hasta ese momento habría jurado que a mis espaldas se encontraba el café El Oráculo, pero, al ver cómo cambiaba su expresión, comencé a pensar si se había abierto una entrada al Inframundo a mis espaldas.

—No saldré con la loca —espetó.

Todo me había parecido fatal hasta ese instante, en que me di cuenta que podía arruinar la paz de Eros y volver en su contra su tonta idea de la cita doble.

—Pues arréglalo, ese ya no es mi problema —repliqué.

Me di media vuelta y regresé al café, sabiendo que Sybilla y Betzy me recibirían aún confundidas por mi salida intempestiva, por suerte, ahora podía explicarlo, diciendo que milagrosamente había conseguido a alguien que completara el cuarteto.

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Hola a todxs! ¿qué tal están?
Hace 2 días me robaron mi teléfono, así que lamentablemente no he podido responder los msj si alguien me ha enviado un WhatsApp.  Lo siento.  Si quieren contactarse conmigo, pueden escribirme un correo, o si desean una comunicación más fluida, siempre he estado muy pendiente de Instagram, ya sea la cuenta personal @glocamposj o  mi cuenta de autora @ yamikriss, perdonen las molestias uwu.

Volviendo al capítulo, ¿qué piensan que suceda en el concierto? ¿qué parejas habrán? ¿Accederá Lizzi a tener una cita doble con Adrian, Eros y Sybilla? ~~ Todo eso y más, en los próximos capítulos!!

No se vayan sin votar ni comentar :(

El deseo de AfroditaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora