El último timbre del colegio sonó, lo que dio a indicar que el día había finalizado ahí. Oscar había tomado sus cosas y las guardo en su mochila, para después salir del aula y dirigirse hasta la entrada principal completamente él solo.
Por un lado, Erizo, noto todo esto. Ahora le estaba preocupando su mejor amigo.
Sin darse cuenta, Oscar había sido el primero en salir del aula, por lo que Erizo apresuro rápidamente lo que hacía. Guardo sus cosas y fue tras su amigo elefante.
Por último, Edgar fue el siguiente en ver lo que estaba pasando, entonces él también tomó la misma iniciativa de Erizo.
Oscar ya estaba por cruzar las puertas de la entrada principal del colegio, sin embargo, una mano que lo tomo en su hombro derecho le impidió seguir caminando.
—Oscar, dime que te pasa ahora.
—...Esperaba hablar contigo hasta salir afuera, pero prefieres que sea aquí. —decía este, sin emoción alguna.
—Me estas preocupando mucho Oscar, dime por favor que esto no tiene nada que ver con Edgar. —comento Erizo preocupada.
—Obvio ¡SI! tiene que ver algo con él. —respondió con decisión—. Recuerdo la llamada que tuvimos tú y yo cuando tu mamá te castigo, decías que tus papás pensaban que yo evitaba tus estudios, así que tu mamá consiguió un nuevo amigo para ti.
Erizo estaba demasiado extrañada.
—¡De que rayos estás hablando Oscar! Eso es una completa tontería, mi mamá nunca haría eso, ni mucho menos mi papá. —afirmo con enojo.
—Pues yo no creo lo mismo, Erizo, en verdad, me siento así, siento que ya no valoras mi amistad y ahora SI me siento como parte del montón. Y mira, ya ni siquiera tienes puesto el gorro que te regale en tu cumpleaños. —reclamo con enfado viendo cómo Erizo tenía puesto el gorro café de su madre le había regalado en su cumpleaños.
—Oscar, tu y mi mamá me dieron el mismo regalo ese día, tampoco puedo rechazar el de ella, por eso también lo traigo puesto.
Oscar no dijo nada.
—Te diré algo, Edgar no tiene la culpa de nada, es solo un amigo, al igual que como tú y como yo, y quiero que eso lo entiendas.
—Te vas más por él, eso puedo entenderlo. Tu mamá puede ayudarte a elegir tus amistades, eso también lo puedo entender. —dijo Oscar mientras salía del colegio dejando a Erizo atrás.
—Oscar, te estas volviendo un completo egoísta. —dijo Erizo con tristeza y enojo.
Oscar ni respondió a lo que su mejor amiga le había dicho, solo continúo caminando y se detuvo en el lugar donde su madre lo recogería. Erizo aun lo veía desde la entrada del colegio.
—…Erizo ¿algo malo le esta pasando a Oscar? —pregunto Edgar, ya llegando al lado de la niña espinosa.
—… Son solo cosas de él. Dejémoslo solo. —respondió.
—Crees que deberíamos…
—No. Déjalo.
Erizo decidió tomar una distancia de Oscar. Ella sabía que su mejor amigo estaba celoso por Edgar, por lo que dejo de darle mas importancia al asunto. Después de todo, también sabía que él no estará así por siempre, y tendrá que aceptar el hecho de que Erizo tendrá mas amigos aparte de él.
Mientras Oscar seguía de pie en ese lugar, con la cara malhumorada y los brazos cruzados, el auto que esperaba que lo recogería resulto ser el autobús escolar que siempre tomaba antes. El autobús se detuvo, justamente con la puerta de la misma frente a Oscar.
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Una Amistad Inolvidable. 𝘙𝘦𝘮𝘢𝘴𝘵𝘦𝘳𝘪𝘻𝘢𝘥𝘰.
FanfictionNo hay nada en esta tierra más valioso que ser agradecido con una amistad verdadera. -Santo Tomás de Aquino