[Esta Emoción & Tragedia Sin Explicación]
Ya había pasado un par de meses desde que Oscar se hizo amigo de Edgar. Oscar ya había cumplido los once años en aquel tiempo.
El pasar de los meses junto a Edgar fueron normales, los tres chicos disfrutaban de su amistad como cualquiera, jugando, bromeando, divirtiéndose, entre muchas más.
La amistad continuó por buen camino, y aquel trio la pasaban genial. La verdad, que podría salir mal en esta amistad, eso pensó Oscar cuando apenas conocía un poco más a Edgar. Actualmente... ya casi no sería lo mismo.
Oscar se encontraba en el colegio en su última clase del día junto a Erizo y Edgar. El sol estaba casi a su punto más alto y el calor era casi insoportable, por suerte, las aulas tenían aire acondicionado, exceptuando el aula de Oscar el cual estaba dañado. Todos los demás niños estaban ansiosos a que terminara la clase, otros seguían estudiando y otros tres chicos, solo conversaban en una mesa del aula.
—Guau, sí que el sol nos quiere "rostizar". —comento el elefante, quejándose mientras se "derretía" en su asiento.
—Tienes mucha razón Oscar. —comento Erizo, quien estaba igual de agotada—. Consejo #121, ver las noticias del clima ahora en adelante.
—Vendría muy bien una cubeta llena de helado de chocolate o vainilla, o napolitano ahora mismo... —comento el chico Edgar, sudando a montones.
—Jajá, tú también tienes razón Edgar, ¡OYE! esa sería una buena idea, saliendo de clases vamos por helado. —ideo ella.
—A mí me gustaría, pero, ¡sabes que soy intolerante a la lactosa! —respondió Oscar, lamentándose de haber nacido así, sarcásticamente.
—Oh, es cierto, ya se me había olvidado jajá, lo siento Oscar, pero tendrás que sufrir del calor.
—Ahhh~ —se quejó él graciosamente.
—Descuida Oscar, tampoco es para tanto, un helado de agua te puede venir bien. —comento Edgar.
—Tienes razón Edgar, pero solo esperemos alcanzar el camión de los helados, siempre se pasan de largo.
—Tu sí que sabes de que hablas Oscar. —añadió Erizo—. Cada vez que tú y yo veíamos el camión de los helados en el parque, tu corrías por un helado para mí como nadie, pero el camión arrancaba y tú nunca lo alcanzabas. —comento la niña Erizo con poquitas risitas.
—Ya verás, un día iré en patineta, y los voy a perseguir hasta conseguir tu helado. ¡Esta vez no se me escapara! —aclaró Oscar, increíblemente determinado a lograrlo. Erizo y Edgar rieron sin parar tras las palabras de su amigo.
—Ay Oscar... todavía no me dejas de impresionar con tus palabras jajaja. —dijo Erizo después de haber concluido con su risa—. Bueno, si me disculpan chicos, iré al baño, ya vuelvo.
—Claro Erizo —dijeron los dos chicos a la par.
Ambos chicos se quedaron sentados, cruzando pequeñas miradas para luego seguir centrados en sus cuadernos abiertos en la mesa. Edgar levanto lentamente la mirada.
—Así que... Oscar, ¿cuánto tiempo llevas con Erizo como amigos? —pregunto Edgar, algo incomodo.
—No como amigos, si no, como ¡Mejores Amigos! —exclamo Oscar al aire, sin miedo a que todos los demás niños se fijaran en él.
—Y.... la verdad no sé cuánto llevamos de amigos. Según recuerdo, mi mamá me dijo que ella me junto con Erizo cuando apenas éramos unos bebes. Creo que de ahí viene nuestra amistad. Y es súper genial, Edgar.
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Una Amistad Inolvidable. 𝘙𝘦𝘮𝘢𝘴𝘵𝘦𝘳𝘪𝘻𝘢𝘥𝘰.
FanfictionNo hay nada en esta tierra más valioso que ser agradecido con una amistad verdadera. -Santo Tomás de Aquino