Tío Eddiesick (Jaidefinichon)

Capítulo 5

"Los hombres conocen antes la necesidad de curar sus enfermedades que sus errores"

No le di importancia y seguí caminando al puesto de pinches, tenía mi brazo enredado en el del Holy, el csm hablaba puras weas, me mostró un video gore que tenía en su celular y quedé pal pico, la gente miraba mi cara de asquito y trataba de acercarse para ver que estaba viendo yo.

-Oye...- habló una vez saliendo de la feria, íbamos en camino a la casa - qué te pasa con el Edgar?

-Por qué? - traté de calmarme 

-No te hagai la weona, si se te nota la weaita

-Que weaita? - reí fingiendo no saber de qué hablaba

-Que te gusta po aweona - me pegó en el hombro 

-Pero cómo me va a gustar enfermo, el Edgar es como mi...

-Pendeja culia mentirosa, no vengai con que el Edgar es como tu segundo papá porque a vo se te nota, se te nota que queri puro comertelo 

-Cómo estai tan seguro de eso? - tenía que esconderlo hasta dodne más pudiera

-Por la forma en que lo mirai, por la forma en que le hablai...porque mira como hablai conmigo y date cuenta de cómo le hablai al Edgar, date cuenta de las diferencias que hay entre cualquier otro hombre y él

-Pero eso no quiere decir nada...

-Qué quiere decir entonces? 

-Holy culiao deja de hacerme tantas encerronas - paré enojada y me quedé mirándolo 

-No me digai Holy conchetumare, no quiero que sepan que soy el administrador de Jaidefinichon - se tapó la cara con una mano y con la otra me tironeó para seguir caminando

-Aweonao - me subí a su espalda y él corrió hasta la casa

El Nico era como un mejor amigo gay. Para todo tenía respuestas, para todo tenía soluciones, para todo tenía consejos pero ésta vez no me dio nada, me hizo sentir como si enamorarme del Edgar fuese normal para todo el mundo y sentía menos cargo de conciencia por ello. Me fui a caballito del Holy hasta llegar a la casa, abrió la puerta conmigo en su espalda y se tiró al sillón, yo iba caga de la risa por las tallas culias que tiró en el camino, cuando me calmé abrí mis ojos y me encontré a la Anett comiendo MI pedazo de torta, en MI puesto, hablando con MI papá y de la mano de MI Edgar, miré feo a todos menos al Nico y me paré enojada, fui a mi pieza y me encerré. Segundos más tarde sentí unos golpes en mi puerta pidiendo entrar.

-Si eri el Nico te dejo pasar - grité con la cabeza encima de unas almohadas oliendo el perfume del Edgar

-Soy el Edgar, me dejai pasar?

-Ni cagando 

-No seai cabra chica por favor - golpeó la puerta otra vez

Me paré con la duda de abrirle o no, pero llegué a sacar el pestillo y mi boca se abrió para comenzar a hablar pero la del Edgar se encargó de hacerme callar. Entró como Pedro por su casa y cerró la puerta, se apoyó en ésta y atrapó mi cara con sus manos, empezó a besarme con delicadeza, me faltaba el aire y quería alejarme, cree que soy su segunda opción? 

-Suéltame aweonao - lo empujé mientras tomaba aire

-Por qué eres así? 

-Así como? - esperé a que diera una respuesta pero sólo msajeaba su frente - Sabi que ándate de acá, baja a ser feliz al lado de la Anett y déjame tranquila