ᴍᴜɴᴅᴏ ᴘᴇʀᴅɪᴅᴏ Yeongyu [ Primera Parte ]

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Los dos chicos ya se encontraban de camino a aquel centro comercial, los dos hiban sólo con una mochila y sus dos armas. Beomgyu su catana y una pistola en el bolsillo de la mochila y Yeonjun su cuchillo en el bolsillo y su arma colgada en su pecho. Mientras andaban no paraban de reír, el peliazul hacia que el peligris volviera a sonreír. Hablaron de las reacciones que tuvieron todos cuando se fueron, era gracioso.

Pov.Beomgyu

-Una pregunta- el peliazul le miro- Que era de ti antes de la explosión? Que sólias hacer?- el peliazul sonrio y miro hacia alante-

-Era jugador de baloncesto en mi instituto, también bailaba en el sótano de mi casa cuando mis padres no estaban- este río y se le criatalizaron los ojos- A mi padre le encantaba jugar al baloncesto por eso entre en el equipo, días después de la explosión sólo quedábamos el y yo, mi madre lamentablemente no tubo la suerte de sobrevivir....A los pocos días de la explosión a mi padre le empezaron a salir heridas por la radiación haciendo que llamara mucho la atención....un día unos locos nos atracaron y se lo llevaron haciendo que yo me quedara sólo si no fuese por Soobin....-

Le mire mientras que el miraba al frente, intentaba sonreír pero esto se le hacía imposible, yo note que estaba mal así que delicadamente agarre su mano y la entrelaze con la mía. No se por qué lo hize, el reaccionó mirando nuestras manos, mirándome a lo ojos y apretando un poco el agarre. No tardamos mucho en separar nuestras manos por que 2 o 3 caníbales venían rápidamente hacia nosotros

-Venga ya ! - se quejó sacando su cuchillo separando nuestras manos- Para una vez que puedo tener un momento agradable con el - los dos reimos y fuimos tras esos caníbales para acabar con ellos-

Tras por fin llegar al centro comercial el y yo tuvimos que ser rápidos para no morir por culpa de todos los monstruos que venían a por nosotros. Nuestra ropa y nuestra piel se llenó de sangre por todo lo que tuvimos que hacer. Al llegar a una tienda y lograr despistar a todos los caníbales logramos cerrar toda la tienda con la alarma de seguridad.

-Se ve que hemos venido con rebajas por que madremia- los dos nos reímos hasta que el me chillo- AGACHATE- hize lo que me pidió y el disparo al último caníbal que había en la tienda- La sangre te resalta los ojos- ya nos comenzamos a reír fuertemente-

-Veo que tu sentido del humor aún sigue en pie, que ni la sangre ni los caníbales logran quitartela- me sonrio-

Tuvimos suerte y nos encerramos en una tienda de ropa, había mucho espacio y varias cosas que nos podrían servir, los escaparates y la puerta de emergencia estaban seguras asique los dos hicimos un espacio en el centro de la tienda para poder estar más amplio. Los dos nos sentamos y sacamos los sacos de dormir para poder descansar.