— ¡Jimin!
Entro casi corriendo, dejando las bolsas de papel sobre el desayunador. Él sale somnoliento de su habitación, rascándose la cabeza y sonriendo cuando me ve llegar.
— Buenas noches, noona. — está a punto de acercarse para abrazarme, pero me zafo de él, poniendo ambas manos en mi cintura. Sus ojos cambian de amables a confundidos. Nuestro Jimin es demasiado expresivo, y aunque amo eso de él, también odio lo que acaba de hacer. — ¿Qué hice?
— Explícame qué es esto.
Lanzo el sobre blanco al lado de las bolsas. El moreno rueda los ojos, bostezando.
— Vamos, noona, dijimos que mientras viviera aquí, yo...
— ¡No! — le devuelvo el sobre y él frunce el ceño. Es demasiado adorable, pero también tremendo cabezotas. — Vengo rechazando tu dinero desde hace meses, Jiminnie. Dijimos que me ayudarías, pero no con dinero. ¡Tengo suficiente para mantenernos a ambos!
— Ya lo sé, pero es algo que quiero hacer y con el nuevo trabajo que tengo después de las clases... — ruedo los ojos, dándole la vuelta al desayunador para meterme en la cocina y ordenar las compras.
— No aceptaré tu dinero, Jimin. — canturreo, tomando una de las latas de salsa para subirla a la alacena. Y sé que no debo maldecir, pero grito de puro dolor cuando la punta de la lata cae sobre mi pie. — ¡Mierda! ¡Ay, Dios mío!
— Joder, noona. — niega con la cabeza, tomando mi mano para llevarme a uno de los taburetes. Él se sienta en el contiguo para levantar mi pie, quitar la sandalia y luego la media.
Revisa mi pie de cerca, levantándolo más de la cuenta. Sé que si no fuera flexible, ahora mismo me dolerían todos los tendones y músculos, pero gracias a mi trabajo guión pasión, no tengo que preocuparme por eso.
— ¿Te duele si toco aquí? — pregunta, palpando el dedo gordo. Asiento, atrayendo mi pie como si fuera un resorte. — Ah, testaruda como sólo tú sabes ser. ¿Lo ves? Eso te pasa por no aceptar mis cheques.
— Calla. — golpeo su cabeza con las legumbres, haciéndolo reír mientras se cubre. — Mierda, justo hoy, de todos los días, tenía que pasar esto. — niego con la cabeza y él me mira con esa expresión de cachorro intrigado. — Un grupo de chicos audicionan hoy para entrar al grupo de baile y yo tenía que prepararlos. Tengo que estar allí en media hora.
Hoseok me matará, de eso no tengo duda alguna. Es lo que dice cada vez que cometo un error o cada que llego tarde a algún ensayo importante. Pero hoy, precisamente hoy tenía que golpearme el pie.
Será realmente gracioso verme cojear mientras intento terminar con la rutina de baile para la prueba.
— Si tan sólo pudiera...
Me quedo callada, observando a Jimin mirarme con esa misma expresión de inocencia. Sus ojos rasgados se abren grande y yo sonrío poco a poco, seguro haciéndole sentir incómodo.
— Park Jimin...
— ¿Qué sucede?
— Si quieres ayudarme de verdad, tengo algo en mente y sé que vas a decir que no, pero vale la pena intentarlo. — él enarca una ceja y me suelta el pie, alejándose un poco para mirarme fijamente.
— Cuando me miras así... — se cruza de brazos, sonriendo sólo por los nervios de no saber lo que le diré a continuación. — ¿Qué tienes en mente?
— Jiminnie. — llamo, sonriéndole de lado a lado. — ¿Confías en mí?
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Home ➟ Jimin ┼ Bangtan Sonyeondan
Cerita Pendek"No había nada mejor que imaginar sus labios abriéndose para mí, sólo para decir: "Sí, Noona". | Historia Corta. | | Todos los derechos reservados.| | Novela original.| | HETEROSEXUAL| |LEMON +18 |