Cliché 30: La explicación de Paper.

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Abrí mis ojos pero, claramente, no veía nada.

– ¿Alóóó? – pregunté con una sonrisa en mi bella cara. Pasaron un par de segundos antes de que un pequeño foco que colgaba del techo encendiera, iluminando pobremente la improvisada sala de interrogatorio en la que me encontraba – oh, vaya. Wow. Pretendo estar sorprendida – parpadeé varias veces tratando de aclarar mi campo de visión. Pensé que había muerto y estaba en el edén cuando vi al amor de mi vida frente a mí, vestida con un saco de detective y un sombrero a juego – ¿Ya morí? – pregunté completamente enamorada, viéndola sentada al otro lado del escritorio.

– Eso pensamos todos, Paper – Camila respondió tratando de permanecer seria. Yo me encogí de hombros – ¿Dónde habías estado? – preguntó preocupada.

– Ah, eso – respondí apenada, con una mano apoyando mi mentón.

– Sí eso – intervino Lauren, apareciendo a un lado de Camila, con el mismo traje. Obviamente no pude evitar reír – cállate ya – dijo frustrada.

– Qué agresiva eres – respondí sin dejar de sonreír mientras que, mágicamente, sacaba un cuaderno y un bolígrafo de debajo del escritorio – ¿Por qué me tratas así? Yo te creé – reí.

– Llevas meses y meses desaparecida, Piper – dijo Lauren seriamente, burlándose de mí.

– Tú sabes muy bien que ese no es mi nombre – respondí – además, no tenía mucha inspiración para escribir, saben – suspiré apenada.

– ¡¿Qué?! – preguntó Camila indignada – ¿Acaso no te parezco inspiración suficiente para escribir? – preguntó con su bello, bello, bello ceño fruncido.

– Oh, claro – reí sarcástica – recordemos, amor de mi vida, que tú ahora estás muy concentrada en otras cosas – reí para no llorar.

– Eso es verdad – intervino Peter apareciendo a su otro lado. Lauren puso sus ojos en blanco – ahora estamos muy ocupados promocionando "Señorita" – dijo colocando su brazo sobre los hombros de Camila quien ponía sus ojos en blanco. Yo limpié una lágrima inexistente de mi ojo.

– ¡Nos traicionaste! – me dijo Camila, ignorando al chico. Yo negué con mi cabeza.

– Ustedes dos traicionaron lo intraicionable – dije esperando que fuera una palabra existente, pero da igual yo soy la creadora – no podía escribir viéndolas así. No lo sentía correcto –

– Por favor – rió Lauren – esperaba alguna estúpida excusa como "la universidad me está consumiendo" o "no tengo tiempo de escribir" – volvió a su semblante serio – no esa estupidez –

– Primero que todo, no son excusas son realidades – asentí – y segundo, quizá no vuelva a escribir sobre ustedes dos - Camila abrió su boca completamente indignada - peeero podría escribir sobre ustedes dos con otros nombres, ¿Qué tal? – sonreí grandemente.

– Aun así, eliminaste la mitad de tus historias. Todas tenían mucho potencial – dijo Lauren – ¿Por qué? – preguntó mínimamente interesada.

– Puedo decir que fue algo que tuve que hacer – me encogí de hombros – quizá pasó algo y tuve que actuar rápido – reí sonrojada, qué bella soy – pero hey, estoy aquí dando la cara –

– Muy bonita, por cierto – dijo Camila sonriente.

– Creo que se me olvidó mi nombre – sonreí.

– Así como te olvidaste de nosotros – intervino Casey apareciendo entre Camila y Lauren.

– Hola – sonreí saludándola con mi mano. La rubia natural me devolvió el saludo.

– ¡Hola, Paper! – dijo emocionada – ¿Cómo estás? –

– Estoy explicando el por qué dejé de escribir estas historias – respondí – creo que era hora de dar una explicación –

– ¿No será que quieres monetizar tus historias? – preguntó Peter. Negué con mi cabeza.

– Yo escribo por amor al arte y a ustedes – respondí – además, no sé cómo se monetiza una historia –

– ¿Entonces te intentaron plagiar? – preguntó Casey – ¿Por eso eliminaste tus historias? –

– Quizá – respondí simplemente - eso me desanimó un poco, pero ya lo superé... creo -

– ¿Entonces volverás a escribir, Paper? – preguntó Camila.

– No lo sé – respondí apenada – últimamente no me he sentido muy bien respecto a mis sentimientos. Me da ansiedad y eso, pero hey, he mejorado. Escribir para ustedes fue un etapa muy bella en mi vida y no la cambiaría, pero tengo que avanzar – suspiré – ¿Estás llorando, chica mala? – Lauren me mostró su dedo de en medio. Reí.

– Pero si regresas con nuevas historias, ¿Crees que te leerán? – preguntó Peter. Me encogí de hombros.

– Escribo por amor al arte y a ustedes – sonreí.

– Wow, qué puro – respondió Peter. Asentí.

– ¿Entonces qué pasará con nosotros? – preguntó Casey.

– Puedo terminar de escribir esta historia, con ustedes – respondí con una sonrisa – y ya las demás están terminadas –

– A ver, borraste la academia y tenía mucho potencial – dijo Lauren con su ceño fruncido - yo era sumamente genial ahí - yo reí, oh si tan solo supieras.

– No he dejado de escribirla, además, le cambié los nombres y... – confesé sin querer.

– ¡¿Por qué?! – preguntaron todos al mismo tiempo. Suspiré pesadamente.

– Hubo un momento en el que dejé de sentir esas historias como mías. Sentía que "camren" me limitaba un poco, saben – dije con una sonrisa apenada – escribirlas de nuevo, con otros nombres, me hacía sentir mejor. Además, otras sentía que funcionaban mejor de otra manera –

– ¿La diosa? ¿Los reyes? ¿Las demás? – preguntó Casey al borde de las lágrimas. Asentí.

– Están bien – respondí – es parte de crecer, chicos – me encogí de hombros.

– Pudiste habernos dicho, no sé – fingió pensar Lauren – hace no sé, más de seis meses – forcé mi sonrisa.

– Creo que todos entienden qué es tener el semestre sobre tus hombros porque tus compañeros de trabajo son unos inútiles – sonreí – tenía muchos proyectos y adivinen ¡Tuve que hacerlos sola! – no lloraré, ya pasó, ya pasó.

– Bueno, eso ya no importa – intervino Camila – lo importante es que estás aquí, dando tu explicación –

– Gracias, Cami...– traté de decir.

– No obstante, no respondías mensajes ni comentarios. Estábamos preocupados por ti – me interrumpió Camila.

– Lo siento, no era mi intención. Es que no sabía cómo regresar. Me dieron tantas cosas bonitas y tantos sonrojos en mis mejillas que ya no sabía cómo reaccionarían si me iba – suspiré – nunca fui taaaaaan grande en esta plataforma, ni siquiera sé si van a leer este capitulo, pero, me hacían sentir la mejor escritora de todas, aunque mi ego ya lo supiera – reí – broma. Los amo a todos, y acá estoy demostrándolo –

– Qué bonito – sollozó Casey – te amamos, Paper –

– Por fin un poco de amor – dije en una risa.

– Yo te amo, Paper – dijo Camila con una sonrisa. Una sonrisa ilusionada apareció en mi rostro.

– Yo te amo incluso más, Camila – respondí sinceramente – haré lo que me pidas, lo que quieras. Te amo – sonrojada y completamente enamorada dije aquello que, quizá, me condenaría.

– ¿Lo que quiera? – preguntó llevando su mano a su perfecto mentón. Asentí rápidamente.

– Y luego nos casamos – reír. Camila asintió en una risa.

– Quiero que..._________________– respondió Camila. Parpadeé varias veces tratando de asimilarlo.

Cliché.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora