Rayis:
Los exámenes en la universidad habían terminado — afortunadamente — y a mis amigas y a mi se nos ocurrió ir a la playa que quedaba cerca para poder despejarnos un poco y, obviamente, divertirnos. Justamente ahora me encontraba preparando todo para el viaje, cosa que debería haber hecho ayer, pero me quede dormida así que estoy haciéndolo ahora con el riesgo de que en cualquier momento lleguen las demás.
— ¿Dónde está la bendita blusa?
Murmure entre dientes mientras buscaba mi blusa favorita corriendo de un lado a otro dentro de mi cuarto. Estaba por darme por vencida y tomar otra, hasta que pude ver que estaba en el fondo de mi armario.
— ¡Al fin! — Dí mi grito de victoria mientras alzaba la prenda al aire en mi mano derecha.
Metí la prenda en mi pequeña maleta de viaje y me fije que más podía faltarme, al ver que todo estaba listo la cerré y justo en ese momento escuche una bocina.
Esas deben ser las chicas.
Por si acaso me asome a la ventana que había en mi cuarto y, efectivamente, eran ellas. Di vuelta sobre mis talones y me dirigí a mi cama que es donde se encontraba mi maleta, la baje y me puse en marcha hacia la puerta de entrada, no sin antes tomar mi celular, cartera y llaves.
Abro la puerta de casa y me encuentro a mis amigas, nos abrazamos, saludamos y sin más nos subimos al auto para emprender nuestro viaje en una amena plática.
Una vez que llegan a la playa y se hospedan en un hotel, porque obviamente siempre tiene guita para esas cosas.
Rayis Argento:
Son las 8 de la mañana, me estoy cagando del sueño porque no dormí nada a la noche y no doy más con mi vida pero —lastimosamente— mi sufrimiento va a tener que ser extendido porque, bueno, justo ahora estoy en un auto con mi mami y su pareja, re tranqui, hasta la Terminal de Ómnibus de Retiro.
Una vez en la Termi—, no para, mejor Retiro, más corto y para los amigos ahre.
Bueno, dado que el micro hasta Brasil sale a las 10 y recién son las 9, nos vinimos a una cafetería a tomar un cafecito con medialunas, chi cheñol... Aunque altas ganas de bajarme un sanguche de milanga.
Bro me estoy cagando del sueño y pensar que tengo como dos días de viaje me da más sueño... ¿Hermanito no te podías ir más a la loma del culo, no?
Después de tener mi reflexión del día, mire la hora en mi celu y me di cuenta de que ya casi eran las 10, así que le avise a los tórtolos y fuimos con nuestras valijitas hasta la parte del fondo del lugar, donde están los micros y toda esa cosa de la terminal ah.
NovioDeLaMamiArgento:— ¿Y? ¿Están emocionadas?
MamiArgento:— Ma' vale, desde que mi bebé mayor se fue a Brasil no sé mucho de él —suspira—. Y pensar que en unas horas lo voy a ver me da... Ay, me llena de alegría.— Eu má, mirá, ahí viene el micro.
Nos despedimos de la pareja de mamá, agarramos las valijas y caminamos hasta el micro, donde le dimos las cosas a uno de los de la empresa para que las pongan con las de los demás pasajeros y subimos. Una vez adentro del micro, nos sentamos y hablamos un rato, pero al parecer la suerte no está muy de nuestro lado, porque unos capos se sentaron en frente nuestro y reclinaron los asientos a todo lo que dan.
¿Loco que onda? 'Ta bien que se quieran acomodar, pero no nos dejan mover a nosotras... Bueh, ya fue... Sólo espero que eso no sea un dolor de huevos después. (Uis..)
Me acomodé a duras penas y esperé a que el micro avance, sintiendo como de a poquito el no dormir nada anoche me estaba pasando factura y con altos intereses, pero, mientras más aguante, más posibilidades tenía de no cagarme del aburrimiento o de ponerme gede con mamá ah.
Dale bro, porfa apúrenle al tramite que me estoy muriendo.
Justo que pensé eso el micro arrancó.
Tengo poderes, no me jodan.Horas más tarde.
No tengo idea de que hora es porque ni bien arrancó el micro yo re palmé, así que sólo sé que acabo de despertar y pasó mucho tiempo ahre. En fin, que estaba todo re tranki panki hasta que la Nación del Fuego atacó... Uh para, así no era... Que a mamá le dieron ganas de ir a mear, eso, eso. Aunque obviamente, como uno de los tipos de enfrente tenía el asiento reclinado no se puede levantar, así que la pobre está renegando un poco.
MamiArgento: — Disculpá, te molesto un segundo, ¿podés subir el asiento? No me puedo parar y como verás, soy una persona grande.
TipoQueNoDejaPasar: —Suspira al escuchar y se da vuelta para ver a mi mami— Ahora lo subo... Gorda —. Susurra el muy garca.
¿Qué decís capo?
Como dijo, subió el asiento y mi mamá pudo levantarse. Una vez que estuvo fuera de nuestra vista puedo escuchar como susurra cosas nada amigables ni aptas para todo el público sobre mi vieja.
Ahhhh... ¿Te crees el re pijudo, vos? Ahora vas a ver.
Con toda la bronca —porque nadie se mete con mi vieja estando yo presente— le patee el asiento, con toda la buena suerte que del cagazo el tipo casi se cae. Una vez que se estabiliza en su asiento se da vuelta para encararme.
TipoTaradupido: — ¿Qué te pasa, pelotuda?
— Uy disculpame bro, se me resbaló el pie —dije con mi mejor cara de culo—. ¿Algún problema escroto parlante bardeador de viejas?
Taradupido: — ¿Que decís, loca? Dejate de joder, no sé que decís, yo no hice nada. Pura pelotudez hablás.
— Ahhhhhh nooooooo... ¿Vos te pensás que no te escuché? ¿Me querés ver la cara de pelotuda ? Dejame te aviso que para eso primero tenés que, mínimo, borrarte la jeta esa que te me estás cargando, de paso le harías tremendo favor al mundo y a vos mismo.
Me mira, ofendido, caliente, con ganas de hacer alguna boludez, pero antes de que hable yo sigo.—Mira deja, me chupa un huevo lo que sea que tengas que decir, total, seguro es una mierda; ahora haceme el favor de no romperme las pelotas más de lo que ya lo hiciste que algunos algunos acá queremos dormir, ¿te parece?
ElImbecilo: —Me mira y sonríe, con burla— No, ¿sabés que no me parece?
Listo, esté es pelotudo con título profesional. Argento enojada modo: on.
Me levanto de mi asiento y lo agarro del cuello de su remera.
— Mirá, me chupa un huevo si tus viejos son primos, si sos un intento de feto en desarrollo o cualquier poronga, por lo que también me vale cuarenta hectáreas de poronga lo que quieras o no hacer, así que te me vas a sentar y quedar calladito porque si no, armo un ring acá nomás y te arreglo esa cara de pito arrugado que tenes... Aunque debería cobrarte, porque no es trabajo fácil.
Lo solté y el tipo no dijo nada más —obviamente porque se cagó del miedo—, se dió vuelta y se sentó.
— Con mi vieja no te metes cagón.
Me senté de vuelta en mi asiento, me acomodé, hice como si nada y espere a que mamá vuelva del baño.
Espero que no se la haya tragado el inodoro... Bueh, por qué pensaba eso, ¿viste?
Justo ahí volvió la mami argento. Se sienta y me mira, zozpezhanda.
Mami: — ¿Te portaste bien mientras no estuve?
— Obvio ma, me ofende tu pregunta.
Puse mi mejor cara de inocente — que por suerte creyó— me acomodé y seguí durmiendo, dejando que todo siga su ruta.
Fin. :D
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La Rayis Argento.
Humor"Relatos cortos" basados en la tan conocida Rayis y una Rayis Argentina, o Argento. Cualquier parecido con la realidad no es pura coincidencia(? Esta historia está llena de HUMOR, así que por favor nada de arena. Advertencia: Ésta cosa llamada histo...