19 - Engaños.

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Rayis: 

Acabo de llegar a la universidad con los minutos un poco encima, voy caminando a paso apresurado por los pasillos con mi mochila al hombro y algunos libros en mano, los cuales son de mi primera clase, a la que si no me apresuro corro el riesgo de llegar tarde, obviamente. 

La gente que hay por los pasillos es escasa, así que me tomo el tiempo de observarlos brevemente para ver si me encuentro algún rostro conocido que esté teniendo la misma mala suerte que yo y también está llegando un poco tarde.

Paseo mi vista rápidamente por el lugar y entre esas personas me encuentro  con lo que parece ser una pareja — la cual está haciendo un interesante intercambio de fluidos bucales — y estoy por restarle importancia, si no fuera porque uno de ellos me resulta familiar, el chico, más especificamente. 

¿Ese es...? No, no puede ser.

Bajo la velocidad en mi caminar —  después de todo, ya es tarde y es probable que el profesor no me deje entrar — para poder ver con más detenimiento al chico el cual está de espaldas a mi. Lo observo con detenimiento y, para mi mala suerte, esa persona me es familiar... Muy familiar...

— ¿Luke? — Digo con voz rota, sintiendo como las lágrimas amenazan con salir de mis ojos.

El mencionado voltea con rapidez y aleja a la chica de su cuerpo; su rostro muestra culpabilidad y miedo. 

Luke: — Rayis... Yo... Ésto no es lo que parece, en serio, dejame explicarte. 

— No puedo creer que me hicieras ésto... Yo te amaba... 

No lo deje decir nada más, me fuí corriendo de ahí lo más rapido que pude. 

Una carrerita después.

Me encuentro sentada en la banca de un parque que está cerca de mi departamento, las lágrimas ya no salían pero la tristeza seguía ahí. 

Mi celular no paraba de sonar con mensajes y llamadas de Luke que no tenía pensado contestar.

No quiero escuchar ninguna de sus excusas, tampoco quiero verlo porque sé que en el momento en que vea sus perfectos ojos azules voy a caer ante él y lo perdonaría... Me parece que la mejor opción es tomarme un tiempo para mi misma.

Después de haber pensado eso, tomo mi mochila y me levanto con determinación de mi asiento, camino las pocas calles que me quedaban para llegar a mi departamento y empiezo a hacer mis maletas. No sé con exactitud a donde voy a ir, así que meto lo primero que veo dentro. 

Tiempo después. (Esto ya parece la  Rosa de Guadalupe, lol)

Me encuentro en lo alto de la Torre Eiffel, con mi celular en mano y el sentimiento de nostalgia invadiendo una pequeña parte de mi corazón. Despues de lo ocurrido con Luke hace 4 años me vine a Francia para rehacer mi vida lejos de todo lo que en algún momento me lastimó; al principio fue difícil puesto que seguía recibiendo los mensajes de Luke — los cuales leía y me dolía un poco el haber tomado una decisión tan precipitada, pero el volver ya no era una opción — eventualmente dejaron de llegar, así que supongo que se dió por vencido... A fin de cuentas es lo mejor para los dos. 

Mi burbuja de pensamientos es reventada al momento en que noto que alguien se posiciona a mi lado, no le iba a tomar una gran relevancia, pero éste se dispuso a hablar.

??: — Una linda vista, ¿no te parece? 

— Eh, sí, supongo. — Dije dispuesta a irme, pero el supuesto desconocido volvió a hablar.

La Rayis Argento.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora