Ella lo veía caminar frente a la vitrina cada día,
A traves del vidrio veía sus ojos turquesa
Jamás entraba a la cafetería pero siempre lo veía mirar de reojo.
Le intentaba sonreír cada vez que pasaba, pero tantas mesas nos separaban que me volvía invisible
Jamás me había devuelto una sonrisa, pero cada noche me imaginaba como sería, grande... alegre... mágica...
Esperaba cada día que al siguiente la campanilla le diera la bienvenida y yo pudiera atenderlo
La perfecta excusa para hablarte y esperar a descifrar su sonrisa
Sabía que tenía cosas más importantes en las que pensar pero, creer que él era el hombre perfecto perfecto me ayudaba a conciliar el sueño.
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Espinas de un corazón roto
RomansaEn el mundo hay muchos corazones latiendo a diferentes ritmos, esparcidos en diferentes países, en diferentes ciudades e incluso en diferentes calles Hay tantos corazones que entre ellos se confunden y se enredan auque no latan al unísono Pero hay...