Volví semanas después, aún con mi corazón guardado junto al sepulcro de mi madre
Sonreí
Con dolor y esfuerzo sonreí
Me sentía una muerta en vida que todo lo veía en gris
Que nada sentía
Que no vivía
Mi sentí por semanas así
Y te veía a ti de reojo, con tus ojos posados en mi
Me regalabas un segundos de vida hasta que te marchabas
Y yo te extrañaba.
Al acabar mi turno de nuevo todo parecía morir, las calles lo ruidos, los olores
Todo lejano, invisible, casi inexistente
Me sentía perdida y no sabía como encontrarme
Te soñaba cada noche rogando que me regalaras un poco de vida
Rogando
Porque en la desesperación habría aceptado lo que me dieses
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Espinas de un corazón roto
RomansaEn el mundo hay muchos corazones latiendo a diferentes ritmos, esparcidos en diferentes países, en diferentes ciudades e incluso en diferentes calles Hay tantos corazones que entre ellos se confunden y se enredan auque no latan al unísono Pero hay...