Él

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Cruze con valor la puerta vidriada luego de observar por minutos el lugar
Me decía a mi mismo que entrara que ella quizás me regalaría una sonrisa
Dude, más de lo que lo había hecho en toda mi vida.
Quise pasar desapercibido, tome aire y tome la perilla para abrir
Un delicado sonido aviso a cada alma en ese lugar que yo habia entrado
En ese momento quise desaparecer pero ella me vio y me sonrió,
Quise devolverle la sonrisa pero ella sin aviso alguno cayó al suelo esparciondo té y trozos de vidrio por doquier
Mi interior me decia que corriese a levantarla y le preguntara si estaba bien
Pero ni siquiera volteé a verla, contra toda orden de mi corazón, no lo hice...
La vi correr fuera del local con las manos cubriendo su rostro
Yo solo podía pensar en que no había hecho nada y seguía si hacerlo
Pense en levantarme e ir por ella, atreverme a hablarle, pero una chica en blanco y negro me atendió

Espinas de un corazón roto Donde viven las historias. Descúbrelo ahora