ÉL

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Antes de ir a la estación quise pasar por un café, y aunque normalmente lo encontrara desabrido si me podía dar la oportunidad para hablarle valía la pena.

Llegue al lugar sin verla, y de nuevo, otra chica me atendió

Creí que jamás volvería a ver su rojiza melena

Tome despacio el café, aunque me arriesgaría llegar atrasado solo por ver su sonrisa esa mañana

Pero no apareció

Me fui dejando el corazón en la mesa

Con el gusto desabrido en la boca

Y la cabeza dando vueltas

Por la vitrina la había visto cada día y hoy desaparecía

La mala suerte me perseguía así que decidí seguir pensándola y conformándome con eso

Su rojiza melena en mis sueños despierto

Espinas de un corazón roto Donde viven las historias. Descúbrelo ahora