ONE SHOT's LARRY S.

El leñador.

Entre los fríos bosques de Canadá existía una zona de reserva forestal la cuál un alfa había adquirido económicamente, y es que, su lazo de hace más de ocho años aún seguía, su omega no había borrado aún su marca, su mordida aún les unía, y él tenía la ilusión de que algún día volverían a estar juntos.

¿Por qué adquirió toda aquella zona? ¿En verdad valió la pena pelear legalmente y pagar una fortuna por aquel pedazo de bosque? La respuesta es "Sí".

Desde la primera vez que pasó cerca por la carretera pudo distinguir aquel dulce y húmedo aroma, Maple y pinos, así olía exactamente Louis, su omega, su omega el cuál había decidido abandonarle e irse lejos de él, pero a pesar de eso, era aún "su omega".

Pinos altos de tronco grueso era lo único que rodeaba su cabaña promedio, se sentía en casa a pesar de que la mayoría de sus pertenencias estaban en Toronto, él estaba en su hogar.

Un hacha era su única compañía, ¿Y qué es lo que hacía? Les daba un rostro a los pinos, unos ojos  con su navaja y amor con su corazón. Y es que en cada tronco había una figura de su amado, tallada a detalle sin astilla que le dañase, así, cuando solo se sintiese, sólo salía y les miraba, era su imagen, era su aroma, era su omega proyectado en medio de un bosque.

Un pino en especial era su favorito, pues una extremidad salía del pequeño diámetro que dejaba, y un pequeño pocito en su mano formaba, acunando así, de vez en cuando, cada que se acercaba, el rasposo, marcado y frío rostro del alfa.

Pequeñas ramitas eran trozadas ante cada paso que daba, Harry no era conciente, estaba aturdido por el aroma infinito que el bosque le regalaba, tanto era el aroma que el original no se distinguía, "quizá era un ciervo o algún animal que se pasease" ya estaba acostumbrado. Desearía haber visto desde un principio.

-¿Qué es todo esto, alfa?...

Ambos pares de ojos lloraron.

8 años.

Y todo automáticamente había vuelto a cero.