— Me importa una mierda lo que tengas que decirme, déjame en paz — Gulf se sentía demasiado molesto. Lo único que quería era estar solo, ¿que acaso no podía entenderlo?— ¿Quién iba a pensar que el millonario Gulf Kanawut tenia este vocabulario? — Mew se burló de el.
— Eres realmente una persona insoportable... — los ojos de Gulf comenzaron a brillar, tenía mucho coraje y tenía muchas ganas de llorar, por primera vez desde que llegó a ese lugar, tenía ganas de llorar. ¡Mierda! Y ese tipo no se iba, para poderlo hacer solo — Eres repugnante — y sin poderlo evitar una lágrima cayó por su mejilla — Te odio.
Mew al ver como esa lágrima corría por su mejilla, detuvo la fuerza de su agarre y su mirada se suavizó.
— No llores.
— Te odio como no tienes una idea.
— Esta bien, se que me odias y tienes motivos para hacerlo, pero no llores, no me gusta verte llorar.
— Déjame, por favor...
Mew lo soltó suavemente y Gulf respiro hondo. Intento irse, sin decirle nada, pero Mew lo detuvo para ponerlo de nuevo en frente de el, pero esta vez con más suavidad.
— Solo quiero decirte que no quise hacerte llorar... es solo que a veces no se ni lo que digo y en serio quiero que tratemos de llevar la fiesta en paz, Gulf, no podemos seguir peleando de esta forma. Estoy cansado de eso.
— Solo olvídalo.
— Solo si tu lo olvidas primero — Mew le sonrió. Gulf solo asintió — Ahora, ¿me dejas ducharme? O es que quieres... ducharte conmigo...
— No
— Bien — Mew lo vio salir menos enojado que antes. Lo cual le hizo sonreír un poco más. Tenia claro que jamás le diría lo ebrio que estaba si le había podido confesar lo que ahora sentía: Me gustas, y cada día más.
●
Habian pasado ya tres días desde que estaba encerrado en ese lugar y Gulf no le veía ningun sentido a las cosas. Mew llevaba mas de dos horas en la calle. Otra vez retiraría dinero ese día. A ese paso, ya habría terminado de retirar todo su dinero. Que mas le daba. Lo único que le importaba era irse. Dejarlo. No volver a verlo, nunca mas si era posible. Mudarse y olvidarse de todo lo que estaba viviendo, pero, entonces, una leve oleada de sentimientos se abrió en su interior.
¿De verdad quería olvidarse de todo esto? Si, quería. Pero, ¿entonces porque lo dudaba? ¿Qué motivo tenia para empezar a dudarlo justo ahora? Se conocía perfectamente, y no podía. No podía tener ningún sentimiento, no ahora.
Mew abrió la puerta del departamento. Cerrando de inmediato al entrar y se detuvo por un momento antes de voltearse.
No quería hablar, no tenia ganas y Gulf lo vio, con la mandíbula hinchada y ligeramente morada. Mew había llegado golpeado y eso de alguna manera asustó e hizo sentir mal a Gulf.
— Mew...
— Dejame, estoy bien.
— ¿Qué fue lo que te hicieron? — Gulf camino hacia el, pero antes de llegar a el, tomo lo más cerca que estuvo de sus manos que era servilleta que estaba en la mesa. Intento pasarla sobre el mentón de él y Mew cerro los ojos, negando con la cabeza.
— Estoy bien... — susurro.
— No tienes porque hacerte el fuerte — le dijo Gulf. — Esto esta muy hinchado.
— He estado peor.
— ¿Qué te han hecho?
— ¿En serio te importa?
— Tu mismo pediste que dejáramos de pelear, ¿esta bien? Así que eso estoy tratando de hacer.
— Y yo solo te estoy haciendo una simple pregunta, ¿te importa lo que me pasa? — Mew sintió sus manos rozarle el mentón. Un roce que había sentido en lo mas profundo. Se mojo los labios, muy cerca de los de él, de nuevo ese maldito sentimiento.
— Si — le contesto Mew. Mas allá de todo lo que estaba pasando, Mew le importaba de alguna manera y no podía negarlo.
— Bueno, pues me han golpeado.
— ¿Quiénes?
— Un hijo de puta — Gulf termino de pasar la servilleta por su mentón. Al menos eso le ayudaría en algo. La dejo a un lado, concentrándose en la mandíbula de Mew.
— Pues ese hijo de puta si que te ha dejado mal.
— Ellos quedaron peor.
— ¿Quién fue?
— Un imbécil. Uno de lo que se llevo a uno de tus amigos.
A Gulf le entro un escalofrió. No quería recordar eso, pero quería saber sobre sus amigos. ¿Como estarían?
— No creo que quieras escuchar esto — Mew lo dejo y camino hasta la habitación.
— ¿Que? — Gulf camino detrás de el.
— Nada. — Mew contestó serio.
— Solo dímelo, ellos, ¿están bien?
— Eres tan terco.
— Solo dilo.
— ¿Quieres escuchar la verdad? — le pregunto y Gulf asintió — Han matado a tres de tus amigos... — le dijo y se abrió un silencio entre los dos. Los ojos de Gulf se abrieron por completo.
Sus amigos...
Comenzo a sentir su cuerpo débil y solo se enfoco en la mirada que le dio Mew. Eso solo podía significar una cosa, y Gulf lo sabía, lo mataría, si, solo faltaba el — ¿Y sabes? — le pregunto Mew — Solo faltas tu y otro más... — Gulf trago saliva y sus manos comenzaron a sudar frío. — La diferencia es que yo no pienso hacerte nada.
Mew se acercó a pequeños pasos, y ahora Gulf quedo encerrado entre la pared y el. Encerrado y tomado por sus brazos. Gulf le levanto la cabeza, haciendo que lo mirara a el y solo a él. Que pensara en él. Que lo escuchara a él. Que sea el por una vez lo único que le importara.
— No voy a matarte — le dijo. Gulf se mordió su labio inferior e intentó calmarse — He dejado que esos hijos de puta hagan lo que les ha venido en gana conmigo por ti... ¿me crees?
Gulf asintió.
— Así me gusta — Mew sonrió — Es tarde, tienes que ir a dormir.
— Si, lo sé.
— Bien, entonces hasta mañana — Gulf por primera vez deseo que el momento no se acabara ahí. Tenias unas inmensas ganas de besarlo. Deseaba agradecerle tanto por estar haciendo esto por él. Quería probar su boca. Necesitaba escuchar de la boca de Mew que le pedía un minuto de placer junto a él. Necesitaba en el fondo que le dijera que le importaba muchísimo. Que el no era uno más. Que era diferente.
— Hasta mañana... — Gulf se despidio y camino hasta su habitación, pero su mente estaba ocupada solo por Mew.
Gulf no dormiría esa noche, pues tenia un plan en mente, un plan que seguro funcionaria, que haría que Mew lo hiciera suyo de una vez por todas. Lo deseaba. Mas que nada. Y sentía que ese sentimiento se hacía más fuerte.
Esa noche, haría todo lo posible por estar con Mew.
ESTÁS LEYENDO
Secuestro • MewGulf
FanfictionCuando Mew Suppasit uno de los criminales más buscados en Bangkok es convocado para el secuestro de cinco chicos millonarios, no duda en ningún segundo en aceptar la oferta... Lo que nunca pensó fue enamorarse de uno de ellos. ❤ PORTADA HECHA POR "N...